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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Salmos 6

Al Vencedor: en Neginot sobre Seminit: Salmo de David.

SEÑOR, no me reprendas con tu furor, ni me castigues con tu ira.

Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, porque yo estoy debilitado; sáname, oh SEÑOR, porque mis huesos están conturbados.

Mi alma asimismo está muy conturbada; y tú, SEÑOR, ¿hasta cuándo?

Vuelve, oh SEÑOR, libra mi alma; sálvame por tu misericordia.

Porque en la muerte no hay memoria de ti, ¿quién te loará en el Seol?

Heme consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo mi lecho, riego mi estrado con mis lágrimas.

Mis ojos están carcomidos de descontento; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.

¶ Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; porque el SEÑOR ha oído la voz de mi lloro.

El SEÑOR ha oído mi ruego; el SEÑOR ha recibido mi oración.

10 Se avergonzarán, y se turbarán mucho todos mis enemigos; se volverán y serán avergonzados de repente.

Jeremías 38:1-13

38 Y oyó Sefatías hijo de Matán, y Gedalías hijo de Pasur, y Jucal hijo de Selemías, y Pasur hijo de Malquías, las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo, diciendo:

Así dijo el SEÑOR: El que se quedare en esta ciudad morirá a espada, o de hambre, o de pestilencia; mas el que saliere a los caldeos vivirá, pues su vida le será por despojo, y vivirá.

Así dijo el SEÑOR: De cierto será entregada esta ciudad en mano del ejército del rey de Babilonia, y la tomará.

Y dijeron los príncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los varones de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, sino el mal.

Y dijo el rey Sedequías: Helo ahí, en vuestras manos está; que el rey no podrá contra vosotros nada.

Entonces tomaron ellos a Jeremías, y lo hicieron echar en la mazmorra de Malquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la guarda; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la mazmorra no había agua, sino cieno; y se hundió Jeremías en el cieno.

Y oyendo Ebed-melec, hombre etíope, eunuco que estaba en la casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la mazmorra, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín,

Ebed-melec salió de la casa del rey, y habló al rey, diciendo:

Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho con Jeremías profeta, al cual hicieron echar en la mazmorra; porque allí se morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad.

10 Entonces mandó el rey al mismo Ebed-melec etíope, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar a Jeremías profeta de la mazmorra, antes que muera.

11 Y tomó Ebed-melec en su poder hombres, y entró a la casa del rey al lugar debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos, ropas raídas, y andrajosas, y los echó a Jeremías con sogas en la mazmorra.

12 Y dijo Ebed-melec etíope a Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos, raídos, y rotos, bajo los sobacos de tus brazos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías.

13 Y sacaron a Jeremías con sogas, y lo subieron de la mazmorra; y quedó Jeremías en el patio de la guarda.

Mateo 10:5-23

¶ A estos doce envió Jesús, a los cuales dio mandamiento, diciendo: Por el camino de los gentiles no iréis, y en ciudad de samaritanos no entréis;

mas id antes a las ovejas perdidas de la Casa de Israel.

Y yendo, predicad, diciendo: El Reino de los cielos ha llegado.

Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.

No proveáis oro, ni plata, ni dinero en vuestros cintos;

10 ni alforja para el camino; ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento.

11 Mas en cualquier ciudad, o aldea donde entréis, buscad con diligencia quién sea en ella digno, y reposad allí hasta que salgáis.

12 Y entrando en la casa, saludadla.

13 Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.

14 Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.

15 De cierto os digo, que el castigo será más tolerable a la tierra de los de Sodoma y de los de Gomorra en el día del juicio, que a aquella ciudad.

16 ¶ He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed pues prudentes como serpientes, e inocentes como palomas.

17 Y guardaos de los hombres, porque os entregarán en concilios, y en sus sinagogas os azotarán;

18 Y aun a príncipes y a reyes seréis llevados por causa de mí, por testimonio a ellos y a los gentiles.

19 Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar.

20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.

21 Y hermano entregará a hermano a la muerte, y padre a hijo; y los hijos se levantarán contra sus padres, y los harán morir.

22 Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

23 Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de andar todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del hombre.

Biblia del Jubileo (JBS)

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