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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 35:1-10

Súplica de un justo calumniado

35 Salmo de David.

Contiende, oh SEÑOR, con los que contienden contra mí;
combate a los que me combaten.
Echa mano de escudo y defensa;
levántate en mi ayuda.
Saca lanza y jabalina al encuentro
de mis perseguidores.
Di a mi alma: “Yo soy tu salvación”.
Sean avergonzados y afrentados
los que buscan mi vida;
vuelvan atrás y sean humillados los que planean hacerme daño.
Sean como el tamo ante el viento,
y que los acose el ángel del SEÑOR.
Sea su camino tenebroso y resbaladizo, y que les persiga el ángel del SEÑOR.
Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo;
sin causa pusieron trampa
para mi vida.
Que le alcance la destrucción que
no imagina,
y que le prenda la red que él mismo escondió.
Caiga él en aquella destrucción.
Entonces mi alma se gozará en
el SEÑOR
y se alegrará en su salvación.
10 Todos mis huesos dirán:
“Oh SEÑOR, ¿quién hay como tú? Libras al pobre del más fuerte que él;
al pobre y necesitado del que lo despoja”.

Números 22:1-21

Balac contrata a Balaam contra Israel

22 Partieron los hijos de Israel y acamparon en las llanuras de Moab, al otro lado del Jordán, frente a Jericó. Balac hijo de Zipor había visto todo lo que Israel había hecho a los amorreos. Moab tuvo mucho temor del pueblo, porque era numeroso, y se aterrorizó Moab ante los hijos de Israel. Y dijo Moab a los ancianos de Madián:

—¡Ahora esta multitud lamerá todos nuestros contornos, como el buey lame la hierba del campo!

Balac hijo de Zipor era en aquel tiempo rey de Moab. Y envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, junto al Río, en la tierra de los hijos de su pueblo[a] para llamarlo diciendo: “He aquí un pueblo ha salido de Egipto y cubre la faz de la tierra, y ya está frente a mí. Ahora, por favor, ven y maldíceme a este pueblo, porque es más fuerte que yo. Quizás yo pueda derrotarlo y echarlo de la tierra. Porque yo sé que aquel a quien tú bendices es bendito, y aquel a quien maldices es maldito”.

Los ancianos de Moab y los ancianos de Madián fueron llevando con ellos los honorarios del adivino. Llegaron a donde estaba Balaam y le comunicaron las palabras de Balac. Y él les dijo:

—Pasen aquí la noche, y yo les daré respuesta según lo que me hable el SEÑOR.

Así que los principales de Moab se quedaron con Balaam. Entonces Dios vino a Balaam y le preguntó:

—¿Quiénes son estos hombres que están contigo?

10 Balaam respondió a Dios:

—Balac hijo de Zipor, rey de Moab, me ha mandado a decir: 11 “He aquí que un pueblo ha salido de Egipto y cubre la faz de la tierra. Ahora, ven y maldícemelo; quizás así pueda yo combatir contra él y echarlo”.

12 Entonces Dios dijo a Balaam:

—No vayas con ellos ni maldigas al pueblo, porque es bendito.

13 Balaam se levantó de mañana y dijo a los principales de Balac:

—Regresen a su tierra, porque el SEÑOR ha rehusado dejar que yo vaya con ustedes.

14 Los principales de Moab partieron, y cuando llegaron a donde estaba Balac, le dijeron:

—Balaam rehusó venir con nosotros.

15 Balac volvió a enviar otros principales, más numerosos y más distinguidos que los anteriores. 16 Llegaron a Balaam y le dijeron:

—Así ha dicho Balac hijo de Zipor: “Por favor, no dejes de venir a mí, 17 porque ciertamente te honraré mucho y haré todo lo que tú me digas. Por favor, ven y maldíceme a este pueblo”.

18 Pero Balaam respondió y dijo a los servidores de Balac:

—Aunque Balac me diera su casa llena de plata y de oro, yo no podría transgredir el mandato del SEÑOR mi Dios para hacer cosa alguna, pequeña ni grande. 19 Ahora, por favor, permanezcan también ustedes aquí esta noche, y sabré qué más me dice el SEÑOR.

20 Entonces Dios vino a Balaam de noche y le dijo:

—Si los hombres han venido a llamarte, levántate y ve con ellos. Pero solo harás lo que yo te diga.

El ángel del SEÑOR resiste a Balaam

21 Entonces Balaam se levantó muy de mañana, aparejó su asna y se fue con los principales de Moab.

Hechos 21:17-26

17 Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron de buena voluntad.

Pablo y los hermanos en Jerusalén

18 Al día siguiente, Pablo entró con nosotros para ver a Jacobo, y todos los ancianos se reunieron. 19 Después de saludarlos, les contaba una por una todas las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por medio de su ministerio. 20 Cuando lo oyeron, glorificaron a Dios. Y le dijeron:

—Tú ves, hermano, cuántos miles de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley. 21 Pero se les ha informado acerca de ti, que tú enseñas a apartarse de Moisés a todos los judíos que están entre los gentiles, diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni anden según nuestras costumbres. 22 ¿Qué hay, pues, de esto? Seguramente oirán que has venido. 23 Por tanto, haz esto que te decimos. Entre nosotros hay cuatro hombres que han hecho votos. 24 Toma contigo a estos hombres, purifícate con ellos, paga por ellos para que se rapen sus cabezas, y todos sabrán que no hay nada de lo que se les ha informado acerca de ti, sino que tú también sigues guardando la ley. 25 Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros hemos escrito lo que habíamos decidido[a]: que se abstengan de lo que es ofrecido a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de inmoralidad sexual.

Pablo es apresado en el templo

26 Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres. Al día siguiente, después de purificarse con ellos, entró en el templo para dar aviso del día en que se cumpliría la purificación, cuando se ofrecería el sacrificio por cada uno de ellos.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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