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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 103:1-7

Alabanza por las bendiciones de Dios

Salmo de David

103 Bendice, alma mía, a Jehová,
y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová,
y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él es quien perdona todas tus maldades,
el que sana todas tus dolencias,
el que rescata del hoyo tu vida,
el que te corona de favores y misericordias,
el que sacia de bien tu boca
de modo que te rejuvenezcas como el águila.

Jehová es el que hace justicia
y derecho a todos los que padecen violencia.
Sus caminos notificó a Moisés,
y a los hijos de Israel sus obras.

Salmos 103:8-13

Misericordioso y clemente es Jehová;
lento para la ira y grande en misericordia.
No contenderá para siempre
ni para siempre guardará el enojo.
10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras maldades
ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados,
11 porque, como la altura de los cielos sobre la tierra,
engrandeció su misericordia sobre los que lo temen.
12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,
hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
13 Como el padre se compadece de los hijos,
se compadece Jehová de los que lo temen,

Génesis 41:53-42:17

53 Se cumplieron así los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, 54 y comenzaron a llegar los siete años de hambre, como José había predicho. Hubo hambre en todos los países, pero en toda la tierra de Egipto había pan. 55 Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó por pan al faraón. Y dijo el faraón a todos los egipcios: «Id a José, y haced lo que él os diga.»

56 Cuando el hambre se extendió por todo el país, abrió José todos los graneros donde estaba el trigo, y lo vendía a los egipcios, porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto. 57 Y de todos los países venían a Egipto para comprar grano a José, porque por toda la tierra había crecido el hambre.

Los hermanos de José en busca de alimentos

42 Viendo Jacob que en Egipto había alimentos, dijo a sus hijos: «¿Por qué os estáis ahí mirando? Yo he oído que hay víveres en Egipto; descended allá y comprad de allí para nosotros, para que podamos vivir y no muramos.»

Descendieron los diez hermanos de José a comprar trigo en Egipto. Pero Jacob no envió a Benjamín, hermano de José, con sus hermanos, porque dijo: «No sea que le acontezca algún desastre.» Fueron, pues, los hijos de Israel entre los que iban a comprar, porque había hambre en la tierra de Canaán.

José era el señor de la tierra, quien le vendía trigo a todo el mundo. Cuando llegaron los hermanos de José, se inclinaron a él rostro en tierra. José reconoció a sus hermanos en cuanto los vio; pero hizo como que no los conocía, y hablándoles ásperamente les dijo:

—¿De dónde habéis venido?

Ellos respondieron:

—De la tierra de Canaán, para comprar alimentos.

Reconoció, pues, José a sus hermanos, pero ellos no lo reconocieron. Entonces se acordó José de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les dijo:

—Espías sois; para ver las regiones indefensas del país habéis venido.

10 —No, señor nuestro —respondieron ellos—, sino que tus siervos han venido a comprar alimentos. 11 Todos nosotros somos hijos del mismo padre y somos hombres honrados; tus siervos nunca fueron espías.

12 Pero José les dijo:

—No; para ver las regiones indefensas del país habéis venido.

13 —Tus siervos somos doce hermanos —respondieron ellos—, hijos de un hombre en la tierra de Canaán. El menor está hoy con nuestro padre y el otro ha desaparecido.

14 Y José les dijo:

—Eso es lo que os he dicho al afirmar que sois espías. 15 En esto seréis probados: ¡Por vida del faraón, que no saldréis de aquí hasta que vuestro hermano menor venga! 16 Enviad a uno de vosotros para que traiga a vuestro hermano, y vosotros quedad presos. Vuestras palabras serán probadas, si hay verdad en vosotros; y si no, ¡por la vida del faraón, que sois espías!

17 Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días.

Hechos 7:9-16

»Los patriarcas, movidos por envidia, vendieron a José para Egipto; pero Dios estaba con él 10 y lo libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría delante del faraón, rey de Egipto, el cual lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.

11 »Hubo entonces hambre en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y gran tribulación; y nuestros padres no hallaban alimentos. 12 Cuando oyó Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez. 13 Y en la segunda, José se dio a conocer a sus hermanos, y fue manifestado al faraón el linaje de José. 14 José envió a buscar a su padre Jacob y a toda su familia, en número de setenta y cinco personas. 15 Así descendió Jacob a Egipto, donde murió él y también nuestros padres, 16 los cuales fueron trasladados a Siquem y puestos en el sepulcro que Abraham, a precio de dinero, había comprado a los hijos de Hamor en Siquem.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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