Revised Common Lectionary (Complementary)
LIBRO 1
El justo y los pecadores
1 Bienaventurado el varón
que no anduvo en consejo de malos,
ni estuvo en camino de pecadores,
ni en silla de escarnecedores se ha sentado,
2 sino que en la ley de Jehová está su delicia
y en su Ley medita de día y de noche.
3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
que da su fruto en su tiempo
y su hoja no cae,
y todo lo que hace prosperará.
4 No así los malos,
que son como el tamo que arrebata el viento.
5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio
ni los pecadores en la congregación de los justos,
6 porque Jehová conoce el camino de los justos,
mas la senda de los malos perecerá.
La señal de los higos buenos y malos
24 Después de haber transportado Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, a los príncipes de Judá, y a los artesanos y herreros de Jerusalén, y haberlos llevado a Babilonia, me mostró Jehová dos cestas de higos puestas delante del templo de Jehová. 2 Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que de tan malos no se podían comer. 3 Y me dijo Jehová: «¿Qué ves tú, Jeremías?» Yo dije: «Higos; higos buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de tan malos no se pueden comer.»
4 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 5 «Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré a los deportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para su bien. 6 Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra. Los edificaré y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré. 7 Les daré un corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, porque se volverán a mí de todo corazón.
8 »Y como a los higos malos, que de tan malos no se pueden comer, así ha dicho Jehová, pondré a Sedequías, rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén que quedó en esta tierra, y a los que habitan en la tierra de Egipto. 9 Y los daré por horror y por mal a todos los reinos de la tierra, y por infamia, por refrán, por burla y por maldición a todos los lugares donde yo los disperse. 10 Y enviaré sobre ellos espada, hambre y peste, hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus padres.»
La ofrenda para los santos
16 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 2 Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. 3 Y cuando haya llegado, enviaré a quienes vosotros hayáis designado por carta para que lleven vuestro donativo a Jerusalén. 4 Y si es conveniente que yo también vaya, irán conmigo.
Planes de Pablo
5 Iré a visitaros cuando haya pasado por Macedonia, (pues por Macedonia tengo que pasar), 6 y puede ser que me quede con vosotros, o aun pase el invierno, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir. 7 No quiero veros ahora de paso, pues espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite. 8 Pero estaré en Éfeso hasta Pentecostés, 9 porque se me ha abierto una puerta grande y eficaz, aunque muchos son los adversarios.
10 Si llega Timoteo, procurad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor lo mismo que yo. 11 Por tanto, nadie lo tenga en poco, sino encaminadlo en paz para que venga a mí, porque lo espero con los hermanos.
12 Acerca del hermano Apolos, mucho le rogué que fuera a vosotros con los hermanos, pero de ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga oportunidad.
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