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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Isaías 25:1-9

Alabanza por el juicio y la salvación

25 Oh Señor, honraré y alabaré tu nombre,
    porque tú eres mi Dios.
¡Tú haces cosas maravillosas!
    Las planeaste hace mucho tiempo,
    y ahora las has realizado.
Tú conviertes ciudades poderosas en montones de ruinas;
    ciudades con murallas fuertes se convierten en escombros.
Hermosos palacios en tierras lejanas desaparecen
    y jamás serán reconstruidos.
Por lo tanto, naciones fuertes proclamarán tu gloria;
    naciones despiadadas te temerán.

Oh Señor, tú eres una torre de refugio para los pobres,
    una torre de refugio para los necesitados en su angustia.
Eres refugio de la tempestad
    y amparo del calor.
Pues los actos opresivos de la gente despiadada
    son como una tormenta que azota los muros,
    o como el calor implacable del desierto.
Sin embargo, tú haces callar el rugido de las naciones extranjeras.
    Como la sombra de una nube aplaca el incesante calor,
    tú silencias las canciones vanidosas de la gente despiadada.

En Jerusalén,[a] el Señor de los Ejércitos Celestiales
    preparará un maravilloso banquete
    para toda la gente del mundo.
Será un banquete delicioso
    con vino añejo y carne de primera calidad.
Allí él quitará la nube de tristeza,
    la sombra de muerte que cubre la tierra.
¡Él devorará a la muerte para siempre!
    El Señor Soberano secará todas las lágrimas
y quitará para siempre los insultos y las burlas
    contra su tierra y su pueblo.
    ¡El Señor ha hablado!

En aquel día, la gente proclamará:
«¡Este es nuestro Dios!
    ¡Confiamos en él, y él nos salvó!
Este es el Señor en quien confiamos.
    ¡Alegrémonos en la salvación que nos trae!».

Salmos 23

Salmo de David.

23 El Señor es mi pastor;
    tengo todo lo que necesito.
En verdes prados me deja descansar;
    me conduce junto a arroyos tranquilos.
    Él renueva mis fuerzas.
Me guía por sendas correctas,
    y así da honra a su nombre.
Aun cuando yo pase
    por el valle más oscuro,[a]
no temeré,
    porque tú estás a mi lado.
Tu vara y tu cayado
    me protegen y me confortan.
Me preparas un banquete
    en presencia de mis enemigos.
Me honras ungiendo mi cabeza con aceite.
    Mi copa se desborda de bendiciones.
Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán
    todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor viviré
    por siempre.

Filipenses 4:1-9

Por lo tanto, mis amados hermanos, manténganse fieles al Señor. Los amo y anhelo verlos, mis queridos amigos, porque ustedes son mi alegría y la corona que recibo por mi trabajo.

Palabras de aliento

Ahora les ruego a Evodia y a Síntique, dado que pertenecen al Señor, que arreglen su desacuerdo. Y te pido a ti, mi fiel colaborador,[a] que ayudes a esas dos mujeres, porque trabajaron mucho a mi lado para dar a conocer a otros la Buena Noticia. Trabajaron junto con Clemente y mis demás colaboradores, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.

Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! Que todo el mundo vea que son considerados en todo lo que hacen. Recuerden que el Señor vuelve pronto.[b]

No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.

Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza. No dejen de poner en práctica todo lo que aprendieron y recibieron de mí, todo lo que oyeron de mis labios y vieron que hice. Entonces el Dios de paz estará con ustedes.

Mateo 22:1-14

Parábola de la gran fiesta

22 Jesús también les contó otras parábolas. Dijo: «El reino del cielo también puede ilustrarse mediante la historia de un rey que preparó una gran fiesta de bodas para su hijo. Cuando el banquete estuvo listo, el rey envió a sus sirvientes para llamar a los invitados. ¡Pero todos se negaron a asistir!

»Entonces envió a otros sirvientes a decirles: “La fiesta está preparada. Se han matado los toros y las reses engordadas, y todo está listo. ¡Vengan al banquete!”. Pero las personas a quienes había invitado no hicieron caso y siguieron su camino: uno se fue a su granja y otro a su negocio. Otros agarraron a los mensajeros, los insultaron y los mataron.

»El rey se puso furioso, y envió a su ejército para destruir a los asesinos y quemar su ciudad. Y les dijo a los sirvientes: “La fiesta de bodas está lista y las personas a las que invité no son dignas de tal honor. Ahora salgan a las esquinas de las calles e inviten a todos los que vean”. 10 Entonces los sirvientes llevaron a todos los que pudieron encontrar, tanto buenos como malos, y la sala del banquete se llenó de invitados.

11 »Cuando el rey entró para recibir a los invitados, notó que había un hombre que no estaba vestido apropiadamente para una boda. 12 “Amigo—le preguntó—, ¿cómo es que estás aquí sin ropa de bodas?”. Pero el hombre no tuvo respuesta. 13 Entonces el rey dijo a sus asistentes: “Átenlo de pies y manos y arrójenlo a la oscuridad de afuera, donde habrá llanto y rechinar de dientes”.

14 »Pues muchos son los llamados, pero pocos los elegidos».

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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