Revised Common Lectionary (Complementary)
Salmo de David.
28 A ti elevo mi oración, oh Señor, roca mía;
no cierres tus oídos a mi voz.
Pues si guardas silencio,
mejor sería darme por vencido y morir.
2 Escucha mi oración que pide misericordia,
cuando clamo a ti por ayuda,
cuando levanto mis manos hacia tu santo templo.
3 No me arrastres junto con los perversos
—con los que hacen lo malo—,
los que hablan con sus vecinos amablemente
mientras traman maldades en su corazón.
4 ¡Dales el castigo que tanto merecen!
Mídelo en proporción a su maldad.
¡Págales conforme a todas sus malas acciones!
Hazles probar en carne propia lo que ellos les han hecho a otros.
5 No les importa nada lo que el Señor hizo
ni lo que sus manos crearon.
Por lo tanto, él los derrumbará
y ¡jamás serán reconstruidos!
6 ¡Alaben al Señor!
Pues él oyó que clamaba por misericordia.
7 El Señor es mi fortaleza y mi escudo;
confío en él con todo mi corazón.
Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría;
prorrumpo en canciones de acción de gracias.
8 El Señor le da fuerza a su pueblo;
es una fortaleza segura para su rey ungido.
9 ¡Salva a tu pueblo!
Bendice a Israel, tu posesión más preciada.[a]
Guíalos como un pastor
y llévalos en tus brazos por siempre.
El acertijo de Sansón
14 Cierto día, estando Sansón en Timna, se vio atraído por una mujer filistea. 2 Cuando volvió a su casa, dijo a su padre y a su madre:
—Me gusta una joven filistea de Timna y quiero casarme con ella. Consíganmela.
3 Pero su padre y su madre se opusieron.
—¿Acaso no hay una sola mujer de nuestra tribu o entre todas las israelitas con la que puedas casarte?—preguntaron—. ¿Por qué tienes que ir a los filisteos paganos a buscar una esposa?
Sin embargo, Sansón le dijo a su padre:
—¡Consíguemela! A mí me gusta ella.
4 Su padre y su madre no se daban cuenta de que el Señor estaba obrando en todo esto, con el fin de crear una oportunidad para actuar contra los filisteos, que en ese tiempo gobernaban a Israel.
5 Cuando Sansón y sus padres descendían hacia Timna, de repente un león joven atacó a Sansón cerca de los viñedos de Timna. 6 En ese instante, el Espíritu del Señor vino con poder sobre él y despedazó las quijadas del león a mano limpia; tan fácilmente como si hubiera sido un cabrito. Pero no contó nada de lo sucedido ni a su padre ni a su madre. 7 Cuando Sansón llegó a Timna, conversó con la mujer y quedó encantado con ella.
8 Más tarde, cuando volvió a Timna para la boda, se apartó del camino para ver el cadáver del león. Y encontró un enjambre de abejas que había hecho miel en los restos del animal. 9 Entonces tomó un poco de miel con las manos y la fue comiendo por el camino. También dio un poco a su padre y a su madre, y ellos comieron; pero no les dijo que había tomado la miel del cadáver del león.
10 Mientras su padre finalizaba los detalles para el casamiento, Sansón dio una fiesta en Timna, como era costumbre de los jóvenes de la alta sociedad. 11 Cuando los padres de la novia[a] vieron a Sansón, seleccionaron a treinta jóvenes de la ciudad para que fueran sus acompañantes.
12 Sansón les dijo a estos jóvenes:
—Les propongo un acertijo. Si lo resuelven durante estos siete días de celebración, les daré treinta mantos de lino fino y treinta trajes de ropa para fiesta. 13 Pero si no pueden encontrar la solución, entonces ustedes me darán a mí treinta mantos de lino fino y treinta trajes de ropa para fiesta.
—Muy bien—dijeron ellos—, dinos tu acertijo.
14 Entonces él recitó:
—Del que come, salió algo para comer;
y del fuerte, salió algo dulce.
Tres días más tarde, seguían intentando resolver el acertijo. 15 Al cuarto[b] día le dijeron a la mujer de Sansón: «Seduce a tu esposo para que nos explique el acertijo; de lo contrario, quemaremos la casa de tu padre contigo adentro. ¿O acaso nos invitaste a esta fiesta solo para empobrecernos?».
16 Entonces la mujer de Sansón fue a verlo y con lágrimas le dijo:
—Tú no me amas; ¡me odias! Le propusiste un acertijo a mi gente, pero no me contaste a mí la solución.
—Ni a mi padre ni a mi madre les di la respuesta—contestó él—. ¿Por qué te la revelaría a ti?
17 Entonces ella no dejaba de llorar cada vez que estaba con él, y siguió llorando hasta el último día de la celebración. Finalmente, cuando llegó el séptimo día, él le dio la respuesta, porque lo estaba fastidiando con tanta insistencia. Y ella les explicó el acertijo a los jóvenes.
18 Entonces, ese séptimo día, antes de que se pusiera el sol, los hombres de la ciudad se acercaron a Sansón con su respuesta:
—¿Qué es más dulce que la miel?
¿Qué es más fuerte que un león?
Y Sansón respondió:
—¡Si no hubieran arado con mi novilla, jamás habrían descifrado mi acertijo!
19 Entonces el Espíritu del Señor vino con poder sobre Sansón, quien descendió a la ciudad de Ascalón, mató a treinta hombres, les quitó las pertenencias, y dio la ropa a los hombres que habían resuelto el acertijo. Pero Sansón estaba furioso por lo que había sucedido y se volvió a la casa de sus padres, a vivir con ellos. 20 Entonces su mujer fue dada en matrimonio a quien había sido el padrino de Sansón en la boda.
Oración y agradecimiento de Pablo
3 Cada vez que pienso en ustedes, le doy gracias a mi Dios. 4 Siempre que oro, pido por todos ustedes con alegría, 5 porque han colaborado conmigo en dar a conocer la Buena Noticia acerca de Cristo desde el momento en que la escucharon por primera vez hasta ahora. 6 Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.
7 Está bien que sienta estas cosas por todos ustedes, porque ocupan un lugar especial en mi corazón. Participan conmigo del favor especial de Dios, tanto en mi prisión como al defender y confirmar la verdad de la Buena Noticia. 8 Dios sabe cuánto los amo y los extraño con la tierna compasión de Cristo Jesús.
9 Le pido a Dios que el amor de ustedes desborde cada vez más y que sigan creciendo en conocimiento y entendimiento. 10 Quiero que entiendan lo que realmente importa, a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día que Cristo vuelva. 11 Que estén siempre llenos del fruto de la salvación—es decir, el carácter justo que Jesucristo produce en su vida—[a] porque esto traerá mucha gloria y alabanza a Dios.
Alegría de Pablo porque se predica a Cristo
12 Además, mis amados hermanos, quiero que sepan que todo lo que me ha sucedido en este lugar ha servido para difundir la Buena Noticia. 13 Pues cada persona de aquí—incluida toda la guardia del palacio[b]—sabe que estoy encadenado por causa de Cristo; 14 y dado que estoy preso, la mayoría de los creyentes[c] de este lugar han aumentado su confianza y anuncian con valentía el mensaje de Dios[d] sin temor.
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