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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 145:8-9

El Señor es misericordioso y compasivo,
    lento para enojarse y lleno de amor inagotable.
El Señor es bueno con todos;
    desborda compasión sobre toda su creación.

Salmos 145:14-21

14 El Señor ayuda a los caídos
    y levanta a los que están agobiados por sus cargas.
15 Los ojos de todos buscan en ti la esperanza;
    les das su alimento según la necesidad.
16 Cuando abres tu mano,
    sacias el hambre y la sed de todo ser viviente.
17 El Señor es justo en todo lo que hace;
    está lleno de bondad.
18 El Señor está cerca de todos los que lo invocan,
    sí, de todos los que lo invocan de verdad.
19 Él concede los deseos de los que le temen;
    oye sus gritos de auxilio y los rescata.
20 El Señor protege a todos los que lo aman,
    pero destruye a los perversos.

21 Alabaré al Señor,
    y que todo el mundo bendiga su santo nombre
    por siempre y para siempre.

Isaías 51:17-23

17 ¡Despierta, oh Jerusalén, despierta!
    Has bebido la copa de la furia del Señor.
Has bebido la copa del terror;
    la has vaciado hasta la última gota.
18 Ni uno de tus hijos queda con vida
    para tomarte de la mano y guiarte.
19 Estas dos calamidades te han ocurrido:
    la desolación y la destrucción, el hambre y la guerra.
Y ¿quién ha quedado para compadecerse de ti?
    ¿Quién ha quedado para consolarte?[a]
20 Pues tus hijos se han desmayado y yacen en las calles,
    tan indefensos como antílopes atrapados en una red.
El Señor ha derramado su furia;
    Dios los ha reprendido.

21 Pero ahora escuchen esto, ustedes los afligidos,
    que están completamente borrachos,
    aunque no por haber bebido vino.
22 Esto dice el Señor Soberano,
    su Dios y Defensor:
«Miren, yo les quité de las manos la copa aterradora;
    ya no beberán más de mi furia.
23 En cambio, entregaré esa copa a quienes los atormentan,
    a los que dijeron: “Los pisotearemos en el polvo
    y caminaremos sobre sus espaldas”».

Romanos 9:6-13

Ahora bien, ¿acaso Dios no cumplió su promesa a Israel? ¡No, porque no todos los que nacen en la nación de Israel son en verdad miembros del pueblo de Dios! Ser descendientes de Abraham no los hace verdaderos hijos de Abraham, pues las Escrituras dicen: «Isaac es el hijo mediante el cual procederán tus descendientes»[a], aunque Abraham también tuvo otros hijos. Eso significa que no todos los descendientes naturales de Abraham son necesariamente hijos de Dios. Solo los hijos de la promesa son considerados hijos de Abraham; pues Dios había prometido: «Volveré dentro de un año, y Sara tendrá un hijo»[b].

10 Ese hijo fue nuestro antepasado Isaac. Cuando se casó con Rebeca, ella dio a luz mellizos.[c] 11 Sin embargo, antes de que nacieran, antes de que pudieran hacer algo bueno o malo, ella recibió un mensaje de Dios. (Este mensaje demuestra que Dios elige a la gente según sus propósitos; 12 él llama a las personas, pero no según las buenas o malas acciones que hayan hecho). Se le dijo: «Tu hijo mayor servirá a tu hijo menor»[d]. 13 Como dicen las Escrituras: «Amé a Jacob, pero rechacé a Esaú»[e].

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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