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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 131

Estoy tranquilo y confío en Dios

SALMO 131 (130)

Cántico de David para las peregrinaciones.

131 Dios mío,
yo no me creo más que nadie,
ni miro a nadie con desprecio;
no hago alardes de grandeza,
ni pretendo hacer grandes maravillas,
pues no podría llevarlas a cabo.
Más bien, me he calmado;
me he tranquilizado
como se tranquiliza un niño
cuando su madre le da el pecho.
¡Estoy tranquilo como un niño
después de haber tomado el pecho!

Israel,
¡pon tu esperanza en Dios
ahora y siempre!

Jeremías 13:1-11

El calzoncillo de lino

13 En Anatot, Dios me dijo:

—Jeremías, cómprate un calzoncillo de tela de lino, y póntelo; pero no lo laves.

Yo fui y compré el calzoncillo, y me lo puse, tal como Dios me lo había ordenado. Entonces Dios volvió a decirme:

—Ahora, toma ese mismo calzoncillo y vete al río Éufrates para esconderlo allí, en la grieta de una roca.

Yo fui al río Éufrates y lo escondí, tal como Dios me lo había ordenado. Pero tiempo después Dios volvió a decirme:

—Jeremías, ve al río Éufrates y busca el calzoncillo que te mandé esconder.

Yo fui al río Éufrates, y saqué el calzoncillo del hoyo donde lo había escondido, pero el calzoncillo ya estaba podrido y no servía para nada. Entonces Dios me dijo:

9-10 —Así como se ha podrido el calzoncillo, así también haré que se pudran el reino de Judá y su capital Jerusalén. Son gente muy terca, orgullosa y malvada; no quieren obedecerme, y para colmo adoran a otros dioses. ¡Pero quedarán como este calzoncillo, que no sirve para nada! 11 Yo quise que toda la gente de Israel y de Judá se ajustara a mi ley, así como el calzoncillo se ajusta a la cintura de quien lo lleva puesto. Sólo así serían mi pueblo, y gozarían de fama y respeto, y la gente los alabaría. ¡Pero no quisieron obedecerme! Te aseguro que así será.

Juan 13:1-17

Jesús lava los pies de sus discípulos

13 Faltaba muy poco para que empezara la fiesta de la Pascua, y Jesús sabía que se acercaba el momento en que dejaría este mundo para ir a reunirse con Dios, su Padre. Él siempre había amado a sus seguidores que estaban en el mundo, y los amó de la misma manera hasta el fin.

Aun antes de empezar la cena, el diablo ya había hecho que Judas hijo de Simón, el Iscariote, se decidiera a traicionar a Jesús.

Dios había enviado a Jesús, y Jesús lo sabía; y también sabía que regresaría para estar con Dios, pues Dios era su Padre y le había dado todo el poder. Por eso, mientras estaban cenando, Jesús se levantó de la mesa, se quitó su manto y se ató una toalla a la cintura. Luego echó agua en una palangana, y comenzó a enjuagar los pies de sus discípulos y a secárselos con la toalla.

Cuando le tocó el turno a Pedro, éste le dijo a Jesús:

—Señor, no creo que tú debas lavarme los pies.

Jesús le respondió:

—Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero después lo entenderás.

Pedro le dijo:

—¡Nunca dejaré que me laves los pies!

Jesús le contestó:

—Si no te lavo los pies, ya no podrás ser mi seguidor.

Simón Pedro dijo:

—¡Señor, entonces no me laves solamente los pies, sino lávame también las manos y la cabeza!

10 Jesús le dijo:

—El que está recién bañado está totalmente limpio, y no necesita lavarse más que los pies. Y ustedes están limpios, aunque no todos.

11 Jesús ya sabía quién iba a traicionarlo; por eso dijo que no todos estaban limpios.

12 Después de lavarles los pies, Jesús se puso otra vez el manto y volvió a sentarse a la mesa. Les preguntó:

«¿Entienden ustedes lo que acabo de hacer? 13 Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque soy Maestro y Señor. 14 Pues si yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. 15 Yo les he dado el ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo. 16 Ustedes saben que ningún esclavo es más importante que su amo, y que ningún mensajero es más importante que quien lo envía. 17 Si entienden estas cosas, háganlas, y así Dios los bendecirá.