Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Zacarías 9:9-12

La venida del rey de Sion

¡Alégrate, oh pueblo de Sion[a]!
    ¡Grita de triunfo, oh pueblo de Jerusalén!
Mira, tu rey viene hacia ti.
    Él es justo y victorioso,[b]
pero es humilde, montado en un burro:
    montado en la cría de una burra.
10 Quitaré los carros de guerra de Israel[c]
    y los caballos de guerra de Jerusalén.
Destruiré todas las armas usadas en la batalla,
    y tu rey traerá paz a las naciones.
Su reino se extenderá de mar a mar
    y desde el río Éufrates[d] hasta los confines de la tierra.[e]
11 Debido al pacto que hice contigo,
    sellado con sangre,
yo liberaré a tus prisioneros
    de morir en un calabozo sin agua.
12 ¡Regresen al refugio,
    ustedes, prisioneros, que todavía tienen esperanza!
Hoy mismo prometo
    que les daré dos bendiciones por cada dificultad.

Salmos 145:8-14

El Señor es misericordioso y compasivo,
    lento para enojarse y lleno de amor inagotable.
El Señor es bueno con todos;
    desborda compasión sobre toda su creación.
10 Todas tus obras te agradecerán, Señor,
    y tus fieles seguidores te darán alabanza.
11 Hablarán de la gloria de tu reino;
    darán ejemplos de tu poder.
12 Contarán de tus obras poderosas
    y de la majestad y la gloria de tu reinado.
13 Pues tu reino es un reino eterno;
    gobiernas de generación en generación.

El Señor siempre cumple sus promesas;
    es bondadoso en todo lo que hace.[a]
14 El Señor ayuda a los caídos
    y levanta a los que están agobiados por sus cargas.

Romanos 7:15-25

15 Realmente no me entiendo a mí mismo, porque quiero hacer lo que es correcto pero no lo hago. En cambio, hago lo que odio. 16 Pero si yo sé que lo que hago está mal, eso demuestra que estoy de acuerdo con que la ley es buena. 17 Entonces no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí.

18 Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa[a] no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo. 19 Quiero hacer lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo hago. 20 Ahora, si hago lo que no quiero hacer, realmente no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí.

21 He descubierto el siguiente principio de vida: que cuando quiero hacer lo que es correcto, no puedo evitar hacer lo que está mal. 22 Amo la ley de Dios con todo mi corazón, 23 pero hay otro poder[b] dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí. 24 ¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte? 25 ¡Gracias a Dios! La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor. Así que ya ven: en mi mente de verdad quiero obedecer la ley de Dios, pero a causa de mi naturaleza pecaminosa, soy esclavo del pecado.

Mateo 11:16-19

16 »¿Con qué puedo comparar a esta generación? Se parece a los niños que juegan en la plaza. Se quejan ante sus amigos:

17 “Tocamos canciones de bodas,
    y no bailaron;
entonces tocamos cantos fúnebres,
    y no se lamentaron”.

18 Pues Juan no dedicaba el tiempo a comer y beber, y ustedes dicen: “Está poseído por un demonio”. 19 El Hijo del Hombre,[a] por su parte, festeja y bebe, y ustedes dicen: “¡Es un glotón y un borracho y es amigo de cobradores de impuestos y de otros pecadores!”. Pero la sabiduría demuestra estar en lo cierto por medio de sus resultados».

Mateo 11:25-30

Jesús da gracias al Padre

25 En esa ocasión, Jesús hizo la siguiente oración: «Oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, gracias por esconder estas cosas de los que se creen sabios e inteligentes, y por revelárselas a los que son como niños. 26 Sí, Padre, ¡te agradó hacerlo de esa manera!

27 »Mi Padre me ha confiado todo. Nadie conoce verdaderamente al Hijo excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente al Padre excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo».

28 Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. 29 Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. 30 Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana».

Nueva Traducción Viviente (NTV)

La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.