Revised Common Lectionary (Complementary)
Para el director del coro: salmo de los descendientes de Coré; acompáñese con instrumento de cuerda.[a]
84 ¡Qué bella es tu morada,
oh Señor de los Ejércitos Celestiales!
2 Anhelo y hasta desfallezco de deseo
por entrar en los atrios del Señor.
Con todo mi ser, mi cuerpo y mi alma,
gritaré con alegría al Dios viviente.
3 Hasta el gorrión encuentra un hogar
y la golondrina construye su nido y cría a sus polluelos
cerca de tu altar,
¡oh Señor de los Ejércitos Celestiales, mi Rey y mi Dios!
4 ¡Qué alegría para los que pueden vivir en tu casa
cantando siempre tus alabanzas! Interludio
5 ¡Qué alegría para los que reciben su fuerza del Señor,
los que se proponen caminar hasta Jerusalén!
6 Cuando anden por el Valle del Llanto,[b]
se convertirá en un lugar de manantiales refrescantes;
las lluvias de otoño lo cubrirán de bendiciones.
7 Ellos se harán cada vez más fuertes,
y cada uno se presentará delante de Dios en Jerusalén.[c]
9 [a]¡Si tan solo mi cabeza fuera una laguna
y mis ojos una fuente de lágrimas,
lloraría día y noche
por mi pueblo que ha sido masacrado!
2 [b]Desearía poder marcharme y olvidarme de mi pueblo
y vivir en una choza para viajeros en el desierto.
Pues todos ellos son adúlteros,
una banda de mentirosos traicioneros.
Juicio por la desobediencia
3 «Mi pueblo encorva sus lenguas como arcos
para lanzar mentiras.
Se rehúsan a defender la verdad;
solo van de mal en peor.
Ellos no me conocen»,
dice el Señor.
4 «¡Cuidado con tu vecino!
¡Ni siquiera confíes en tu hermano!
Pues un hermano saca ventaja de su hermano,
y un amigo calumnia a su amigo.
5 Todos se engañan y se estafan entre sí;
ninguno dice la verdad.
Con la lengua, entrenada a fuerza de práctica, dicen mentiras;
pecan hasta el cansancio.
6 Amontonan mentira sobre mentira
y rechazan por completo reconocerme»,
dice el Señor.
7 Por lo tanto, esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales:
«Mira, los derretiré en el crisol
y los probaré como al metal.
¿Qué más puedo hacer con mi pueblo[c]?
8 Pues sus lenguas lanzan mentiras como flechas envenenadas.
Dicen palabras amistosas a sus vecinos
mientras en el corazón traman matarlos.
9 ¿No habría de castigarlos por eso?—dice el Señor—.
¿No habría de tomar venganza contra semejante nación?».
10 Lloraré por las montañas
y gemiré por los pastos del desierto;
pues están desolados y no tienen vida.
Ya no se escucha el mugido del ganado;
todas las aves y los animales salvajes han huido.
11 «Haré de Jerusalén un montón de ruinas—dice el Señor—,
y será un lugar frecuentado por chacales.
Las ciudades de Judá serán abandonadas,
y nadie vivirá en ellas».
12 ¿Quién tiene suficiente sabiduría para entender todo esto? ¿Quién ha sido instruido por el Señor y puede explicárselo a otros? ¿Por qué ha sido tan arruinada esta tierra que nadie se atreve a viajar por ella?
13 El Señor contesta: «Esto sucedió porque mi pueblo abandonó mis instrucciones; se negó a obedecer lo que dije. 14 En cambio, se pusieron tercos y siguieron sus propios deseos y rindieron culto a imágenes de Baal, como les enseñaron sus antepasados. 15 Así que ahora esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: ¡mira!, los alimentaré con amargura y les daré veneno para beber. 16 Los esparciré por todo el mundo, a lugares que ni ellos ni sus antepasados han oído nombrar, y aun allí los perseguiré con espada hasta que los haya destruido por completo».
Peligros de los últimos días
3 Timoteo, es bueno que sepas que, en los últimos días, habrá tiempos muy difíciles. 2 Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y por su dinero. Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán de Dios, serán desobedientes a sus padres y malagradecidos. No considerarán nada sagrado. 3 No amarán ni perdonarán; calumniarán a otros y no tendrán control propio. Serán crueles y odiarán lo que es bueno. 4 Traicionarán a sus amigos, serán imprudentes, se llenarán de soberbia y amarán el placer en lugar de amar a Dios. 5 Actuarán como religiosos pero rechazarán el único poder capaz de hacerlos obedientes a Dios. ¡Aléjate de esa clase de individuos!
6 Pues son de los que se las ingenian para meterse en las casas de otros y ganarse la confianza de[a] mujeres vulnerables que cargan con la culpa del pecado y están dominadas por todo tipo de deseos. 7 (Dichas mujeres siempre van detrás de nuevas enseñanzas pero jamás logran entender la verdad). 8 Estos «maestros» se oponen a la verdad, tal como Janes y Jambres se opusieron a Moisés. Tienen la mente depravada, y una fe falsa; 9 pero no se saldrán con la suya por mucho tiempo. Algún día, todos se darán cuenta de lo tontos que son, tal como pasó con Janes y Jambres.
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