Revised Common Lectionary (Complementary)
Para Jedutún, director del coro: salmo de David.
62 Espero en silencio delante de Dios,
porque de él proviene mi victoria.
2 Solo él es mi roca y mi salvación,
mi fortaleza donde jamás seré sacudido.
3 ¡Cuántos enemigos contra un solo hombre!
Todos tratan de matarme.
Para ellos no soy más que una pared derribada
o una valla inestable.
4 Piensan derrocarme de mi alta posición.
Se deleitan en decir mentiras sobre mí.
Cuando están frente a mí, me elogian,
pero en su corazón me maldicen. Interludio
5 Que todo mi ser espere en silencio delante de Dios,
porque en él está mi esperanza.
6 Solo él es mi roca y mi salvación,
mi fortaleza donde no seré sacudido.
7 Mi victoria y mi honor provienen solamente de Dios;
él es mi refugio, una roca donde ningún enemigo puede alcanzarme.
8 Oh pueblo mío, confía en Dios en todo momento;
dile lo que hay en tu corazón,
porque él es nuestro refugio. Interludio
9 La gente común no vale más que una bocanada de viento,
y los poderosos no son lo que parecen ser;
si se les pesa juntos en una balanza,
ambos son más livianos que un soplo de aire.
10 No te ganes la vida mediante la extorsión
ni pongas tu esperanza en el robo.
Y si tus riquezas aumentan,
no las hagas el centro de tu vida.
11 Dios ha hablado con claridad,
y yo lo he oído muchas veces:
el poder, oh Dios, te pertenece a ti;
12 el amor inagotable, oh Señor, es tuyo.
Ciertamente tú pagas a todos
de acuerdo a lo que hayan hecho.
9 Dice el Señor: «¡Oh Israel, desde los tiempos de Guibeá,
hay tan solo pecado y más pecado!
No has mejorado en absoluto.
¿Acaso no fue justo que los hombres perversos de Guibeá fueran atacados?
10 Ahora, cuando concuerde con mis planes,
también a ustedes los atacaré.
Llamaré a los ejércitos de las naciones
para castigarlos por sus múltiples pecados.
11 »Israel[a] es como una vaquilla entrenada que pisotea el grano,
un trabajo fácil que le encanta.
Pero yo pondré un yugo pesado sobre su tierno cuello.
Forzaré a Judá a tirar el arado
y a Israel[b] a labrar la tierra dura.
12 Yo dije: “Planten buenas semillas de justicia,
y levantarán una cosecha de amor.
Aren la dura tierra de sus corazones,
porque ahora es tiempo de buscar al Señor
para que él venga
y haga llover justicia sobre ustedes”.
13 »Sin embargo, han cultivado perversidad
y han levantado una abundante cosecha de pecados.
Han comido el fruto de la mentira,
confiando en su poderío militar
y creyendo que los grandes ejércitos
podrían mantener a su nación a salvo.
14 Ahora los terrores de la guerra
se levantarán entre su gente.
Todas sus fortificaciones caerán,
tal como Salmán destruyó a Bet-arbel.
Allí, a las madres y a los niños
los estrellaron contra el suelo hasta matarlos.
15 Habitantes de Betel, debido a su gran maldad,
les espera el mismo destino.
Cuando amanezca el día del juicio,
el rey de Israel será completamente destruido.
Advertencia para los ricos
5 Presten atención, ustedes los ricos: lloren y giman con angustia por todas las calamidades que les esperan. 2 Su riqueza se está pudriendo, y su ropa fina son trapos carcomidos por polillas. 3 Su oro y plata se han corroído. Las mismas riquezas con las que contaban les consumirán la carne como lo hace el fuego. El tesoro corroído que han amontonado testificará contra ustedes el día del juicio. 4 Así que ¡escuchen! Oigan las protestas de los obreros del campo a quienes estafaron con el salario. Los reclamos de quienes les cosechan sus campos han llegado a los oídos del Señor de los Ejércitos Celestiales.
5 Sus años sobre la tierra los han pasado con lujos, satisfaciendo todos y cada uno de sus deseos. Se han dejado engordar para el día de la matanza. 6 Han condenado y matado a personas inocentes,[a] que no ponían resistencia.[b]
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