Revised Common Lectionary (Complementary)
Tet
65 SEÑOR, tú has sido muy bueno conmigo, tu siervo;
has cumplido todo lo que prometiste.
66 Dame la sabiduría y el conocimiento que necesito,
porque confío en tus mandamientos.
67 Antes yo no andaba en tu camino y sufría mucho,
pero ahora cumplo fielmente tu palabra.
68 Tú eres bueno, y haces el bien;
enséñame tus mandatos.
69 Gente mala que se cree mejor que yo mintió sobre mí,
pero yo sigo cumpliendo de todo corazón tus instrucciones.
70 Ellos tienen la mente embrutecida;
yo, en cambio, disfruto tus enseñanzas.
71 Fue bueno que yo sufriera tanto,
porque así aprendí tus mandatos.
72 La enseñanza que sale de tus labios vale más para mí
que todo el oro y la plata del mundo.
El Señor salvará a su pueblo
14 Alguien dirá: «Reconstruyan, reconstruyan,
preparen el camino, despejen la vía
para que pase mi pueblo».
15 Porque esto es lo que dice el Altísimo,
el que vive eternamente y tiene el nombre santo:
«Yo vivo en lo alto y santo,
pero vivo también con el que tiene su espíritu abatido y humillado.
Le daré nueva vida al de espíritu humilde,
y reviviré al abatido.
16 Ya no acusaré
ni estaré siempre enojado,
porque así desfallecerían ante mí
los seres humanos, a quienes yo hice.
17 Estuve enojado por su codicia perversa,
así que los castigué,
me oculté de ellos y me disgusté.
Pero ellos se mantuvieron en su rebeldía.
18 He visto sus caminos, pero los voy a curar.
Los guiaré y los reconfortaré a ellos
y a los que compartieron su dolor.
19 Pondré palabras de alabanza en sus labios.
Les daré paz a los que están lejos
y a los que están cerca,
y los sanaré,
dice el SEÑOR.
20 Pero la gente perversa es como el mar agitado,
que no puede calmarse,
que arroja barro y basura con sus olas.
21 Mi Dios dice:
“No hay paz para los malos”.
Historia de la gran cena
(Mt 22:1-10)
15 Cuando uno de los que estaba comiendo con él escuchó esto, dijo:
—Afortunado el que participe en la cena en el reino de Dios.
16 Entonces Jesús le dijo:
—Un hombre estaba preparando una gran cena e invitó a mucha gente. 17 Cuando llegó la hora de la cena, mandó a un siervo a decirles a los invitados: “¡Vengan, que todo está listo!” 18 Pero uno tras otro, todos empezaron a inventar excusas. El primero dijo: “Compré unas tierras y ahora debo ir a revisarlas. Por favor discúlpame”. 19 Otro dijo: “Compré cinco yuntas de bueyes y ahora debo ir a probarlos. Por favor discúlpame”. 20 Otro dijo también: “Me acabo de casar y no puedo ir”. 21 Cuando el siervo regresó, le contó a su patrón lo que le habían dicho. El patrón se enojó mucho y le dijo: “¡Ve rápido a las calles y a los callejones de la ciudad y trae a la cena a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos!” 22 Después el siervo le dijo: “Patrón, he hecho lo que me has ordenado y todavía hay espacio para más gente”. 23 Entonces le dijo al siervo: “Ve a los caminos y veredas, y haz venir a toda la gente para que se llene mi casa. 24 Porque les digo que ninguno de los que habían sido invitados probará mi cena”.
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