Revised Common Lectionary (Complementary)
¡Haz que cambie nuestra suerte!
(1a) Cántico de las subidas.
126 (1b) Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos pareció que estábamos soñando.
2 Entonces nuestra boca y nuestros labios
se llenaron de risas y gritos de alegría;
entonces los paganos decían:
«¡El Señor ha hecho grandes cosas por ellos!»
3 Sí, el Señor había hecho grandes cosas por nosotros,
y estábamos alegres.
4 ¡Señor, haz que cambie de nuevo nuestra suerte,
como cambia el desierto con las lluvias!
5 Los que siembran con lágrimas,
cosecharán con gritos de alegría.
6 Aunque lloren mientras llevan el saco de semilla,
volverán cantando de alegría,
con manojos de trigo entre los brazos.
8 »Hagan venir a mi pueblo,
que tiene ojos pero está ciego,
y tiene oídos pero está sordo.
9 Reúnanse todos los pueblos,
júntense las naciones.
¿Quién entre ellas había predicho esto,
o había anunciado los sucesos pasados?
Que presenten testigos y prueben tener razón,
para que se oiga y se diga que es la verdad.»
10 El Señor afirma:
«Ustedes son mis testigos,
mis siervos, que yo elegí
para que me conozcan y confíen en mí
y entiendan quién soy.
Antes de mí no ha existido ningún dios,
ni habrá ninguno después de mí.
11 Sólo yo soy el Señor;
fuera de mí nadie puede salvar.»
12 El Señor afirma:
«Yo lo anuncié y lo proclamé: yo los he salvado;
no lo hizo un dios extraño,
y ustedes son mis testigos.
13 Desde siempre, yo soy Dios.
Nadie puede librar de mi poder.
Nadie puede deshacer lo que yo hago.»
14 El Señor, el Dios Santo de Israel,
el que les dio la libertad, dice:
«Para salvarlos a ustedes mandaré gente a Babilonia
y haré abrir todas las puertas,
y la alegría de los caldeos se convertirá en dolor.
15 Yo soy el Señor, el creador de Israel,
el Dios Santo y rey de ustedes.»
Epafrodito
25 Igualmente me parece necesario mandarles al hermano Epafrodito, mi compañero de trabajo y de armas, al que ustedes mismos me enviaron para atender mis necesidades.
26 Él siente mucha nostalgia de todos ustedes, y está muy preocupado porque ustedes supieron que se encontraba enfermo. 27 Y es verdad que lo estuvo, y hasta a punto de morir; pero Dios tuvo compasión de él, y no sólo de él sino también de mí, para que no tuviera yo más tristezas de las que ya tengo. 28 Por eso se lo envío a toda prisa, para que ustedes se alegren de verlo otra vez y para que yo no esté tan triste. 29 Recíbanlo con toda alegría, como hermano en el Señor, y estimen siempre a los que son como él, 30 ya que estuvo a punto de morir por servir a Cristo. Puso en peligro su vida, y estuvo cerca de la muerte, por prestarme los servicios que ustedes no me podían prestar personalmente.
Sobre la circuncisión y la ley
3 Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. Para mí no es ninguna molestia repetir lo que ya les he escrito, y para ustedes es útil.
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.