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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Salmos 23

El Señor es mi pastor

Canción de David.

El SEÑOR es mi pastor,
    nada me falta.
Me lleva a descansar a prados verdes,
    y me conduce a manantiales de agua fresca.
Él me da nueva vida.
    Me lleva por buenos caminos
    para mostrarme lo bondadoso que es.
Aunque pase por caminos oscuros y tenebrosos,
    no tendré miedo,
porque tú estás a mi lado;
    tu vara y tu bastón me reconfortan.

Me preparaste un banquete
    delante de mis enemigos;
ungiste mi cabeza con aceite,
    has llenado mi copa hasta rebosar.
Tu bondad y tu fiel amor estarán conmigo toda la vida;
    entraré a la casa del SEÑOR
    y allí me quedaré siempre.

Jeremías 10:17-25

La destrucción se acerca

17 Habitante de la ciudad amurallada,
    levanta tus maletas.
18 Porque esto dice el SEÑOR:
«Esta vez, tiraré lejos
    a los habitantes de este país.
Les traeré sufrimiento y dolor,
    y sus enemigos los descubrirán».

19 ¡Pobre de mí que estoy hecho pedazos!
    Mi herida es muy dolorosa;
    y yo que creí que podía aguantarme el dolor.
20 Mi carpa ha sido destruida,
    todas sus cuerdas están rotas.
Mis hijos me abandonaron,
    no me queda ninguno.
No hay nadie que arme mi carpa
    ni ponga mis cortinas.
21 Los pastores son unos estúpidos,
    no buscan consejos del SEÑOR;
por eso no pudieron salir adelante,
    y todo su rebaño está disperso.
22 ¡Oigan la noticia!
    Del país del norte viene un gran ejército
que destruirá a las ciudades de Judá
    y las dejará convertidas en guarida de chacales.

23 Jerusalén dice,
«SEÑOR, sé que las vidas de las personas no les pertencen a ellas;
    ellas no tiene control sobre lo que sucede.
24 SEÑOR, corrígenos, pero con moderación, no con ira,
    para que no nos destruyas completamente.
25 Más bien descarga tu ira
    sobre las naciones que no te reconocen,
    sobre los pueblos que no invocan tu nombre;
porque se tragaron al pueblo de Jacob,
    lo devoraron y acabaron con él;
    destruyeron el país».

Hechos 17:16-31

Pablo en Atenas

16 Mientras Pablo esperaba a Silas y a Timoteo en Atenas, le dolió mucho ver que la ciudad estaba llena de ídolos. 17 Habló en la sinagoga con los judíos y con los que no eran judíos que creían en el Dios verdadero. También hablaba diariamente con la gente que estaba en la plaza de mercado de la ciudad. 18 Algunos filósofos epicúreos y estoicos empezaron a discutir con él. Unos decían: «¿Qué es lo que dice ese charlatán?» Otros decían: «Parece que está hablando de otros dioses» porque Pablo estaba hablando de «Jesús» y de la «Resurrección».[a] 19 Entonces llevaron a Pablo a una reunión del Concejo de la ciudad[b] y le dijeron:

—Queremos que nos expliques esta nueva enseñanza que estás presentando. 20 Lo que dices es nuevo para nosotros, nunca habíamos escuchado eso antes y queremos saber qué significan estas nuevas enseñanzas.

21 Todos los atenienses y los inmigrantes que vivían allí ocupaban siempre su tiempo escuchando o hablando de las ideas nuevas que surgían.

22 Entonces Pablo se levantó ante la reunión del Concejo de la ciudad y dijo:

—Atenienses, me doy cuenta de que ustedes son muy religiosos en todo. 23 Al pasar por la ciudad, vi todos sus santuarios y hasta encontré un altar que tenía escrito: “Al Dios no conocido”. Yo les hablo de ese que ustedes adoran sin conocerlo.

24 »Es el Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él. Puesto que él es Señor del cielo y de la tierra, no vive en templos construidos por manos humanas. 25 Él no necesita nada de los seres humanos; al contrario, les da a todos vida, aire y todo lo necesario. 26 De un solo hombre Dios creó todos los distintos seres humanos para que habitaran en todo el mundo y determinó cuándo y dónde debían vivir. 27 Dios quería que la humanidad lo buscara y, aunque fuera a tientas, lo encontrara. Pero en realidad, Dios no está lejos de ninguno de nosotros: 28 “En él vivimos, nos movemos y existimos”. Como dicen sus poetas: “Porque somos sus descendientes”.

29 »Puesto que somos descendientes de Dios, no debemos creer que Dios es algo que la gente imagina o inventa. Él no es una imagen de oro, plata ni piedra. 30 En el pasado, la gente no entendía a Dios y él pasó por alto esa época de ignorancia. Sin embargo, ahora ordena a todo ser humano que cambie su manera de pensar y de vivir. 31 Dios ha fijado una fecha en la cual juzgará a todos con justicia y lo hará por medio del hombre que él ha elegido y resucitado como prueba para todos.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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