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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 45:6-17

Tu trono, oh Dios,[a] permanece por siempre y para siempre.
    Tú gobiernas con un cetro de justicia.
Amas la justicia y odias la maldad.
    Por eso Dios—tu Dios—te ha ungido
    derramando el aceite de alegría sobre ti más que sobre cualquier otro.
Mirra, áloe y casia perfuman tu manto;
    en palacios de marfil, la música de cuerdas te entretiene.
Hijas de reyes hay entre las mujeres de tu corte;
    a tu derecha está la reina,
    ¡lleva joyas del oro más fino de Ofir!

10 Escúchame, oh hija de la realeza; toma en serio lo que te digo:
    olvídate de tu pueblo y de tu familia, que están lejos.
11 Pues tu esposo, el rey, se deleita en tu belleza;
    hónralo, porque él es tu señor.
12 La princesa de Tiro[b] te colmará de regalos;
    los ricos suplicarán tu favor.
13 La novia, una princesa, luce gloriosa
    en su vestido dorado.
14 Con sus hermosas vestiduras la llevan ante el rey,
    acompañada por sus damas de honor.
15 ¡Qué procesión tan alegre y entusiasta,
    cuando entran en el palacio del rey!

16 Tus hijos se convertirán en reyes como su padre;
    los harás gobernantes de muchas tierras.
17 Traeré honra a tu nombre en todas las generaciones;
    por eso, las naciones te alabarán por siempre y para siempre.

Isaías 62:1-5

Isaías ora por Jerusalén

62 Debido a que amo a Sion,
    no me quedaré quieto.
Debido a que mi corazón suspira por Jerusalén,
    no puedo quedarme callado.
No dejaré de orar por ella
    hasta que su justicia resplandezca como el amanecer
    y su salvación arda como una antorcha encendida.
Las naciones verán tu justicia
    y los líderes del mundo quedarán cegados por tu gloria.
Tú recibirás un nombre nuevo
    de la boca del Señor mismo.
El Señor te sostendrá en su mano para que todos te vean,
    como una corona espléndida en la mano de Dios.
Nunca más te llamarán «La ciudad abandonada»[a]
    ni «La tierra desolada»[b].
Tu nuevo nombre será «La ciudad del deleite de Dios»[c]
    y «La esposa de Dios»[d],
porque el Señor se deleita en ti
    y te reclamará como su esposa.
Tus hijos se dedicarán a ti, oh Jerusalén,
    como un joven se dedica a su esposa.
Entonces Dios se regocijará por ti
    como el esposo se regocija por su esposa.

Juan 3:22-36

Juan el Bautista exalta a Jesús

22 Luego Jesús y sus discípulos salieron de Jerusalén y se fueron al campo de Judea. Jesús pasó un tiempo allí con ellos, bautizando a la gente.

23 En ese tiempo, Juan el Bautista bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y la gente iba a él para ser bautizada. 24 (Eso ocurrió antes de que metieran a Juan en la cárcel). 25 Surgió un debate entre los discípulos de Juan y cierto judío[a] acerca de la purificación ceremonial. 26 Entonces los discípulos de Juan fueron a decirle:

—Rabí, el hombre que estaba contigo al otro lado del río Jordán, a quien identificaste como el Mesías, también está bautizando a la gente. Y todos van a él en lugar de venir a nosotros.

27 Juan respondió:

—Nadie puede recibir nada a menos que Dios se lo conceda desde el cielo. 28 Ustedes saben que les dije claramente: “Yo no soy el Mesías; estoy aquí solamente para prepararle el camino a él”. 29 Es el novio quien se casa con la novia, y el amigo del novio simplemente se alegra de poder estar al lado del novio y oír sus votos. Por lo tanto, oír que él tiene éxito me llena de alegría. 30 Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos.

31 »Él vino de lo alto y es superior a cualquier otro. Nosotros somos de la tierra y hablamos de cosas terrenales, pero él vino del cielo y es superior a todos.[b] 32 Él da testimonio de lo que ha visto y oído, ¡pero qué pocos creen en lo que les dice! 33 Todo el que acepta su testimonio puede confirmar que Dios es veraz. 34 Pues él es enviado por Dios y habla las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin límites. 35 El Padre ama a su Hijo y ha puesto todo en sus manos. 36 Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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