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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 80

Para el director del coro: salmo de Asaf; cántese con la melodía de «Lirios del pacto».

80 Te pido que escuches, oh Pastor de Israel,
    tú, que guías como a un rebaño a los descendientes de José.
Oh Dios, entronizado por encima de los querubines,
    despliega tu radiante gloria
    ante Efraín, Benjamín y Manasés.
Muéstranos tu gran poder.
    ¡Ven a rescatarnos!

Oh Dios, haznos volver a ti;
    haz que tu rostro brille sobre nosotros.
    Solo entonces seremos salvos.
Oh Señor, Dios de los Ejércitos Celestiales,
    ¿hasta cuándo seguirás enojado con nuestras oraciones?
Nos diste tristeza por comida,
    y nos hiciste beber lágrimas en abundancia.
Nos convertiste en el desprecio[a] de las naciones vecinas.
    Nuestros enemigos nos tratan como si fuéramos una broma.

Haznos volver a ti, oh Dios de los Ejércitos Celestiales;
    haz que tu rostro brille sobre nosotros.
    Solo entonces seremos salvos.
Nos sacaste de Egipto como a una vid;
    expulsaste a las naciones paganas y nos trasplantaste a tu tierra.
Limpiaste el terreno para nosotros,
    y echamos raíces y llenamos la tierra.
10 Nuestra sombra cubrió las montañas;
    nuestras ramas cubrieron los poderosos cedros.
11 Extendimos las ramas al occidente, hacia el mar Mediterráneo;
    nuestros retoños se extendieron al oriente, hacia el río Éufrates.[b]
12 Pero ahora, ¿por qué has derribado nuestras murallas
    de modo que todos los que pasan pueden robarse nuestros frutos?
13 Los jabalíes del bosque los devoran,
    y los animales salvajes se alimentan de ellos.

14 Te suplicamos que regreses, oh Dios de los Ejércitos Celestiales.
    Observa desde los cielos y mira nuestro aprieto.
Cuida de esta vid
15     que tú mismo plantaste,
    este hijo que criaste para ti.
16 Somos cortados y quemados por nuestros enemigos;
    que perezcan al ver tu ceño fruncido.
17 Fortalece al hombre que amas,
    al hijo que elegiste.
18 Entonces jamás volveremos a abandonarte.
    Revívenos para que podamos invocar tu nombre una vez más.

19 Haznos volver a ti, oh Señor Dios de los Ejércitos Celestiales;
    haz que tu rostro brille sobre nosotros.
    Solo entonces seremos salvos.

Isaías 32:9-20

Escuchen, mujeres, ustedes que están acostumbradas a la buena vida.
    Escúchenme, ustedes que son tan engreídas.
10 Dentro de poco tiempo, algo más de un año,
    ustedes que son tan despreocupadas, de repente comenzarán a preocuparse.
Pues se perderán sus cultivos de frutas,
    y no habrá cosecha.
11 Tiemblen, mujeres de la buena vida;
    abandonen su autosuficiencia.
Quítense sus ropas bonitas
    y pónganse tela áspera en señal de su dolor.
12 Golpéense el pecho con profunda pena por sus abundantes granjas
    y por sus vides llenas de fruto.
13 Pues su tierra se cubrirá de espinos y zarzas;
    sus hogares alegres y ciudades felices desaparecerán.
14 El palacio y la ciudad quedarán abandonados,
    y pueblos de mucha actividad estarán vacíos.
Los burros retozarán y las manadas pastarán
    en los fuertes abandonados[a] y en las torres de vigilancia,
15 hasta que al fin se derrame el Espíritu
    sobre nosotros desde el cielo.
Entonces el desierto se convertirá en campo fértil,
    y el campo fértil dará cosechas abundantes.

16 La justicia gobernará en el desierto
    y la rectitud en el campo fértil.
17 Y esta rectitud traerá la paz;
    es cierto, traerá tranquilidad y confianza para siempre.
18 Mi pueblo vivirá seguro, tranquilo en su hogar,
    y encontrará reposo.
19 Aunque se destruya el bosque
    y se derrumbe la ciudad,
20 el Señor bendecirá grandemente a su pueblo.
    Dondequiera que siembre la semilla, brotarán cosechas abundantes
    y su ganado y sus burros pastarán con libertad.

Santiago 3:17-18

17 Sin embargo, la sabiduría que proviene del cielo es, ante todo, pura y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás. Está llena de compasión y del fruto de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es sincera. 18 Y los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia.[a]

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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