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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 80:7-15

Oh Dios de los Ejércitos, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro,
y seremos salvos.
Trajiste una vid de Egipto;
echaste a las naciones y la plantaste.
Limpiaste el lugar delante de ella. Hiciste que echara raíz, y llenó
la tierra.
10 Los montes fueron cubiertos por
su sombra,
y sus ramas llegaron a ser como cedros de Dios.
11 Extendió sus ramas hasta el mar,
y hasta el Río sus renuevos.
12 ¿Por qué has roto sus cercas
de modo que la vendimien todos los que pasan por el camino?
13 El jabalí salvaje la devasta;
las criaturas del campo se alimentan de ella.
14 Oh Dios de los Ejércitos, vuelve, por favor;
mira desde el cielo, considera
y visita esta viña,
15 la cepa que plantó tu diestra;
el hijo que fortaleciste para ti.

Jeremías 2:23-37

23 ¿Cómo puedes decir: ‘No estoy contaminada; nunca anduve tras los Baales’? Mira tu proceder en el valle; reconoce lo que has hecho, oh camellita liviana que entrecruza sus caminos. 24 Eres un asna montés, acostumbrada al desierto, que en el ardor de su deseo olfatea el viento. Estando en su celo, ¿quién la detendrá? Todos los que la busquen no tendrán que fatigarse, pues la hallarán en su ardor. 25 ¡Evita que tus pies anden descalzos y que tu garganta tenga sed! Pero dijiste: ‘¡No, es inútil! Porque amo a los extraños, y tras ellos he de ir’.

26 “Como el ladrón se avergüenza cuando es sorprendido, así se avergonzarán los de la casa de Israel —ellos, sus reyes, sus magistrados, sus sacerdotes y sus profetas—, 27 los que dicen a un árbol: ‘Tú eres mi padre’, y a una piedra: ‘Tú me has dado a luz’.

“Ciertamente me han dado las espaldas y no la cara, pero en el tiempo de su angustia dicen: ‘¡Levántate y líbranos!’. 28 Pero, ¿dónde están tus dioses que te hiciste? ¡Que se levanten, si te han de librar en el tiempo de tu desgracia! Porque según el número de tus ciudades, oh Judá, han sido tus dioses. 29 ¿Por qué contienden conmigo? Todos ustedes se han rebelado contra mí, dice el SEÑOR. 30 En vano he azotado a sus hijos; ellos no han recibido corrección. Su espada ha devorado a sus profetas como un león destructor. 31 ¡Oh generación, consideren la palabra del SEÑOR! ¿Acaso he sido para Israel como un desierto o como una tierra de tinieblas? ¿Por qué ha dicho mi pueblo: ‘Somos libres; nunca más volveremos a ti’? 32 ¿Se olvida acaso la virgen de sus joyas, o la novia de su atavío? Sin embargo, mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días.

33 “¡Qué bien dispones tus caminos para buscar amor! Ciertamente aun a las malas mujeres enseñaste tus caminos. 34 Hasta en tus faldas se ha encontrado la sangre de las personas pobres e inocentes. No los hallaste forzando la entrada. Sin embargo, en todo esto 35 tú dices: ‘Soy inocente; ciertamente él ha apartado su ira de mí’. Porque dijiste: ‘No he pecado’, he aquí que yo entraré en juicio contra ti. 36 ¡Cuán frívola eres para cambiar tus caminos! También serás avergonzada por Egipto, como fuiste avergonzada por Asiria. 37 También de allí saldrás con las manos sobre tu cabeza. Porque el SEÑOR ha desechado los objetos de tu confianza, y no prosperarás con ellos”.

Filipenses 2:14-18

14 Hagan todo sin murmuraciones y contiendas, 15 para que sean irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y perversa, en la cual ustedes resplandecen como luminares en el mundo, 16 reteniendo la palabra de vida. Así yo podré gloriarme en el día de Cristo de que no he corrido ni he trabajado en vano. 17 Al contrario, aunque haya de ser derramado como una ofrenda líquida sobre el sacrificio y servicio de su fe, me gozo y me regocijo con todos ustedes. 18 De igual modo, gócense también ustedes y regocíjense conmigo.

Filipenses 3:1-4

La meta del llamamiento de Dios

Por lo demás, hermanos míos, regocíjense en el Señor. El escribirles las mismas cosas a mí no me es molesto, y para ustedes es más seguro.

¡Guárdense de los perros! ¡Guárdense de los malos obreros! ¡Guárdense de los que mutilan[a] el cuerpo! Porque nosotros somos la circuncisión: los que servimos a Dios en espíritu, los que nos gloriamos en Cristo Jesús y los que no confiamos en la carne. Aunque yo tengo de qué confiar también en la carne. Si alguno cree tener de qué confiar en la carne, yo más:

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano