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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 103:1-7

Alabanza de un alma agradecida

103 De David.

Bendice, oh alma mía, al SEÑOR. Bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, oh alma mía, al SEÑOR
y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él es quien perdona todas
tus iniquidades,
el que sana todas tus dolencias,
el que rescata del hoyo tu vida,
el que te corona de favores
y de misericordia,
el que sacia con bien tus anhelos[a]
de modo que te rejuvenezcas
como el águila.
El SEÑOR es quien hace justicia
y derecho
a todos los que padecen violencia.
Sus caminos dio a conocer a Moisés;
y a los hijos de Israel, sus obras.

Salmos 103:8-13

Compasivo y clemente es el SEÑOR, lento para la ira y grande
en misericordia.
No contenderá para siempre
ni para siempre guardará el enojo.
10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades
ni nos ha pagado conforme
a nuestros pecados.
11 Pues como la altura de los cielos sobre la tierra,
así ha engrandecido su misericordia sobre los que le temen.
12 Tan lejos como está el oriente del occidente
así hizo alejar de nosotros nuestras
rebeliones.
13 Como el padre se compadece de los hijos,
así se compadece el SEÑOR de los que le temen.

Génesis 45:1-20

José se da a conocer a sus hermanos

45 José ya no podía contenerse más delante de todos los que estaban en su presencia, y gritó:

—¡Que salgan todos de mi presencia!

Nadie quedó con él cuando se dio a conocer a sus hermanos. Entonces se puso a llorar a gritos, y lo oyeron los egipcios. Y fue oído también en la casa del faraón. José dijo a sus hermanos:

—Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?

Sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban aterrados delante de él. Entonces José dijo a sus hermanos:

—Acérquense a mí, por favor.

Ellos se acercaron, y él les dijo:

—Yo soy José su hermano, el que vendieron para Egipto. Ahora pues, no se entristezcan ni les pese el haberme vendido acá, porque para preservación de vida me ha enviado Dios delante de ustedes. Ya han transcurrido dos años de hambre en medio de la tierra, y todavía quedan cinco años en que no habrá ni siembra ni siega. Pero Dios me ha enviado delante de ustedes para preservarles posteridad en la tierra, y para darles vida mediante una gran liberación. Así que no me enviaron ustedes acá, sino Dios, que me ha puesto como protector del faraón, como señor de toda su casa y como gobernador de toda la tierra de Egipto.

»Apresúrense, vayan a mi padre y díganle: “Así dice tu hijo José: ‘Dios me ha puesto como señor de todo Egipto. Ven a mí; no te detengas. 10 Habitarás en la zona de Gosén, y estarás cerca de mí, tú, tus hijos, los hijos de tus hijos, tus rebaños, tus vacas y todo lo que tienes. 11 Allí proveeré para ti, pues todavía faltan cinco años de hambre; para que no perezcan de necesidad tú, tu casa y todo lo que tienes’ ”.

12 »He aquí que sus ojos y los ojos de mi hermano Benjamín ven que es mi boca la que les habla. 13 Informen a mi padre acerca de toda mi gloria en Egipto y de todo lo que han visto. Apresúrense y traigan a mi padre acá.

14 Entonces se echó sobre el cuello de Benjamín su hermano y lloró. También Benjamín lloró sobre su cuello. 15 Besó a todos sus hermanos y lloró sobre ellos. Después de esto, sus hermanos hablaron con él.

El faraón llama a Jacob a Egipto

16 Se oyó la noticia en el palacio del faraón: “Los hermanos de José han venido”. Esto agradó al faraón y a sus servidores, 17 y el faraón dijo a José:

—Di a tus hermanos: “Hagan lo siguiente: Carguen sus animales y vuelvan a la tierra de Canaán. 18 Tomen a su padre y a sus familias y vengan a mí. Yo les daré lo mejor de la tierra de Egipto, y comerán sus productos más preciados”. 19 Y tú dales la orden siguiente: “Hagan esto: Tomen de la tierra de Egipto carretas para sus niños y para sus mujeres. Y tomen a su padre y vengan. 20 No echen de menos sus pertenencias, porque lo mejor de toda la tierra de Egipto será de ustedes”.

Mateo 6:7-15

Y al orar, no usen vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que serán oídos por su palabrería. Por tanto, no se hagan semejantes a ellos, porque el Padre de ustedes sabe de qué cosas tienen necesidad antes que ustedes le pidan. Ustedes, pues, oren así:

Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre,

10 venga tu reino,

sea hecha tu voluntad,

como en el cielo

así también en la tierra.

11 El pan nuestro de cada día,

dánoslo hoy.

12 Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos

a nuestros deudores.

13 Y no nos metas en tentación,

mas líbranos del mal.

[Porque tuyo es el reino,

el poder y la gloria

por todos los siglos. Amén][a].

14 Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también les perdonará a ustedes. 15 Pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre les perdonará sus ofensas.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano