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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 37:1-17

Dos conductas y dos destinos

37 Salmo de David.

[a] No te impacientes a causa de los malhechores
ni tengas envidia de los que hacen
iniquidad.
Porque, como la hierba, pronto
se secan,
y se marchitan como el pasto verde.
Confía en el SEÑOR y haz el bien. Habita en la tierra
y apaciéntate de la fidelidad.
Deléitate en el SEÑOR
y él te concederá los anhelos
de tu corazón.
Encomienda al SEÑOR tu camino; confía en él, y él hará.
Él exhibirá tu justicia como la luz,
y tu derecho como el mediodía.
Calla delante del SEÑOR
y espera en él.

No te alteres con motivo de los que prosperan en su camino,
por el hombre que hace maldades.
Deja la ira y abandona el enojo;
de ninguna manera te apasiones por hacer lo malo.
Porque los malhechores
serán destruidos,
pero los que esperan en el SEÑOR heredarán la tierra.
10 Dentro de poco no quedará el impío. Contemplarás su lugar, y no aparecerá.
11 Pero los mansos heredarán la tierra
y se deleitarán por
la abundancia de paz.
12 El impío maquina contra el justo
y cruje sus dientes contra él.
13 El Señor se reirá de él
porque ve que viene su día.
14 Los impíos desenvainan la espada
y tensan el arco
para derribar al pobre y al necesitado, para matar a los de recto proceder.
15 Pero la espada de ellos entrará en
su propio corazón,
y su arco será roto.
16 Mejor es lo poco del justo
que las riquezas de muchos impíos.
17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
pero es el SEÑOR quien sostiene
al justo.

Rut 1:1-18

Amarga historia de Noemí

Aconteció en los días en que gobernaban los jueces que hubo hambre en el país. Entonces un hombre de Belén de Judá fue a vivir en los campos de Moab, con su mujer y sus dos hijos. El nombre de aquel hombre era Elimelec; el nombre de su mujer era Noemí, y los nombres de sus dos hijos eran Majlón y Quelión. Ellos eran efrateos de Belén de Judá.

Llegaron a los campos de Moab y se quedaron allí. Pero Elimelec, marido de Noemí, murió; y ella quedó con sus dos hijos, los cuales tomaron para sí mujeres moabitas. El nombre de la una era Orfa; y el de la otra, Rut. Habitaron allí unos diez años. Y murieron también los dos, Majlón y Quelión, quedando la mujer sin sus dos hijos y sin su marido.

Rut opta por el pueblo de Dios

Entonces Noemí se levantó con sus nueras para regresar de los campos de Moab, porque oyó allí que el SEÑOR había visitado a su pueblo para darles pan. Salió con sus dos nueras del lugar donde estaba, y emprendieron el camino para regresar a la tierra de Judá. Entonces Noemí dijo a sus dos nueras:

—Vayan y regresen cada una a la casa de su madre. Que el SEÑOR haga misericordia con ustedes, como la han hecho ustedes con los difuntos y conmigo. El SEÑOR les conceda hallar descanso cada una en la casa de su marido.

Luego las besó, y ellas alzaron su voz y lloraron. 10 Y le dijeron:

—Ciertamente nosotras volveremos contigo a tu pueblo.

11 Y Noemí respondió:

—Vuélvanse, hijas mías. ¿Para qué han de venir conmigo? ¿Acaso tengo más hijos en el vientre que puedan ser sus maridos? 12 Vuélvanse, hijas mías, vayan; porque yo ya soy demasiado vieja para tener marido. Aunque dijera que tengo esperanza, y si esta noche yo tuviera marido y aun diera a luz hijos, 13 ¿esperarían ustedes hasta que crecieran? ¿Han de quedarse sin casar por causa de ellos? No, hijas mías, mi amargura es mayor que la de ustedes, porque la mano del SEÑOR se ha levantado contra mí.

14 Entonces ellas, alzando su voz, lloraron otra vez. Luego Orfa besó[a] a su suegra, pero Rut se quedó con ella. 15 Noemí le dijo:

—He aquí, tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses. Vuélvete tú tras ella.

16 Pero Rut respondió:

—No me ruegues que te deje y que me aparte de ti; porque a dondequiera que tú vayas, yo iré; y dondequiera que tú vivas, yo viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. 17 Donde tú mueras, yo moriré; y allí seré sepultada. Así me haga el SEÑOR y aun me añada, que solo la muerte hará separación entre tú y yo.

18 Viendo Noemí que Rut estaba tan resuelta a ir con ella, no le dijo nada más.

Filemón

Pablo, prisionero de Cristo Jesús, y el hermano Timoteo; a Filemón el amado y colaborador nuestro, a la hermana[a] Apia, a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa: Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Acción de gracias

Doy gracias siempre a mi Dios haciendo mención de ti en mis oraciones; porque oigo del amor y de la fe que tienes para con el Señor Jesús y hacia todos los santos, de manera que la comunión de tu fe ha venido a ser eficaz en el pleno conocimiento de todo lo bueno que hay en nosotros[b] para la gloria de Cristo. Porque tuve[c] gran gozo y aliento por tu amor, pues los corazones de los santos, oh hermano, han sido confortados por medio tuyo.

Intercesión por Onésimo

Por lo tanto, aunque tengo mucha confianza en Cristo para ordenarte lo que conviene, más bien intercedo en amor —siendo como soy, Pablo, anciano y ahora también prisionero de Cristo Jesús—; 10 intercedo ante ti en cuanto a mi hijo Onésimo a quien he engendrado en mis prisiones. 11 En otro tiempo él te fue inútil, pero ahora es útil[d] tanto para ti como para mí. 12 Te lo vuelvo a enviar[e], a él que es mi propio corazón. 13 Yo deseaba retenerlo conmigo para que en tu lugar me sirviera en mis prisiones por el evangelio. 14 Pero sin tu consentimiento no quise hacer nada, para que tu bondad no fuera como por obligación sino de buena voluntad. 15 Pues quizás por esta razón se apartó por un tiempo, para que lo recuperes ahora para siempre; 16 ya no como a un esclavo sino más que esclavo, como a un hermano amado, especialmente para mí pero con mayor razón para ti, tanto en la carne como en el Señor.

17 Así que, si me tienes por compañero, recíbelo como a mí mismo. 18 Si en algo te hizo daño o te debe, ponlo a mi cuenta. 19 Yo, Pablo, lo escribo con mi propia mano: Yo lo pagaré; por no decirte que también tú mismo te me debes a mí. 20 Sí, hermano, yo quisiera tener este beneficio de ti en el Señor: ¡Conforta mi corazón en el Señor!

21 Habiendo confiado en tu obediencia, te escribo sabiendo que harás aún más de lo que digo. 22 A la vez, prepárame también alojamiento pues espero que mediante las oraciones de ustedes yo les sea concedido.

Salutaciones y bendición final

23 Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús, 24 y mis colaboradores Marcos, Aristarco, Demas y Lucas.

25 La gracia del Señor Jesucristo sea con el espíritu de ustedes[f].

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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