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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 5

Oración para comenzar el día

Al músico principal. Para Nejilot[a]. Salmo de David.

Escucha, oh SEÑOR, mis palabras; considera mi suspiro.
Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.
Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré ante ti
y esperaré.
Porque tú no eres un Dios que se complace en la perversidad;
la maldad no habitará junto a ti.
Los arrogantes no se presentarán ante tus ojos;
aborreces a los que obran iniquidad.
Destruirás a los que hablan mentira;
al hombre sanguinario y engañador abomina el SEÑOR.
Pero yo, por la abundancia de tu gracia, entraré en tu casa
y en tu temor me postraré hacia
tu santo templo.
Guíame, oh SEÑOR, en tu justicia
a causa de mis enemigos.
Endereza tu camino delante de mí.
Porque no hay sinceridad en su boca; sus entrañas están llenas de destrucción. Su garganta es un sepulcro abierto,
y con su lengua hablan lisonjas.
10 Decláralos culpables, oh Dios; caigan por sus propios consejos. Échalos por la multitud
de sus rebeliones,
porque se rebelaron contra ti.
11 Se alegrarán todos los que confían en ti;
para siempre gritarán de júbilo, pues tú los proteges.
Los que aman tu nombre se
regocijarán en ti,
12 porque tú, oh SEÑOR, bendecirás
al justo;
como un escudo lo rodearás con
tu favor.

Jonás 4

Jonás se enoja por el resultado

Pero esto desagradó grandemente a Jonás y lo enojó. Y oró al SEÑOR diciendo:

—Oh SEÑOR, ¿no es esto lo que decía yo estando aún en mi tierra? ¡Por eso me adelanté a huir a Tarsis! Porque sabía que tú eres un Dios clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia y que desistes de hacer el mal. Ahora, oh SEÑOR, por favor, quítame la vida porque mejor me es la muerte que la vida.

El SEÑOR le respondió:

—¿Haces bien en enojarte tanto?

El SEÑOR enseña compasión a Jonás

Entonces Jonás salió de la ciudad y se sentó al oriente de ella. Allí se hizo una enramada y se sentó a su sombra hasta ver qué sucedería a la ciudad.

Entonces el SEÑOR dispuso que creciera una planta de ricino, para que hiciera sombra sobre la cabeza de Jonás para protegerlo de la insolación. Y Jonás se alegró muchísimo por el ricino. Pero Dios dispuso también, al amanecer del día siguiente, un gusano que atacó la planta de ricino y esta se secó. Y aconteció que al salir el sol Dios dispuso un sofocante viento oriental y el sol hirió la cabeza de Jonás, de modo que se desmayaba y anhelaba morirse. Y dijo:

—¡Mejor me es la muerte que la vida!

Entonces Dios dijo a Jonás:

—¿Te parece bien enojarte por lo de la planta de ricino?

Él respondió:

—¡Me parece bien enojarme hasta la muerte!

10 Y el SEÑOR le dijo:

—Tú te preocupas por la planta de ricino por la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que en una noche llegó a existir y en una noche pereció. 11 ¿Y no he de preocuparme yo por Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su mano derecha de su mano izquierda, y muchos animales?

Hechos 8:26-40

Felipe evangeliza al etíope

26 Un ángel del Señor habló a Felipe diciendo: “Levántate y ve hacia el sur por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto”. 27 Él se levantó y fue. Y he aquí un eunuco etíope, un alto funcionario de Candace, la reina de Etiopía, quien estaba a cargo de todos sus tesoros y que había venido a Jerusalén para adorar, 28 regresaba sentado en su carro leyendo el profeta Isaías. 29 El Espíritu dijo a Felipe: “Acércate y júntate a ese carro”. 30 Y Felipe corriendo le alcanzó y le oyó que leía el profeta Isaías. Entonces le dijo:

—¿Acaso entiendes lo que lees?

31 Y él le dijo:

—¿Pues cómo podré yo, a menos que alguien me guíe?

Y rogó a Felipe que subiera y se sentara junto a él. 32 La porción de las Escrituras que leía era esta:

Como oveja, al matadero fue llevado,

y como cordero mudo delante del que lo trasquila, así no abrió su boca.

33 En su humillación, se le negó justicia; pero su generación, ¿quién la contará? Porque su vida es quitada de la tierra[a].

34 Respondió el eunuco a Felipe y dijo:

—Te ruego, ¿de quién dice esto el profeta? ¿Lo dice de sí mismo o de algún otro?

35 Entonces Felipe abrió su boca, y comenzando desde esta Escritura, le anunció el evangelio de Jesús. 36 Mientras iban por el camino, llegaron a donde había agua, y el eunuco dijo:

—He aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?

37 [b], 38 Y mandó parar el carro. Felipe y el eunuco descendieron ambos al agua, y él le bautizó. 39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. Y el eunuco no le vio más, pues seguía su camino gozoso.

40 Pero Felipe se encontró en Azoto, y pasando por allí, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano