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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Amós 5:6-7

Buscad al Señor y viviréis,
    no sea que él caiga como fuego
    sobre los descendientes de José,
fuego que devore a Betel
    sin que haya quien lo apague.
Vosotros convertís el derecho en amargura
    y echáis por tierra la justicia.

Amós 5:10-15

10 Vosotros odiáis al que defiende la justicia en el tribunal
    y detestáis al que dice la verdad.
11 Por eso, como pisoteáis al desvalido
    y le imponéis tributo de grano,
no viviréis en las casas de piedra labrada que habéis construido,
    ni beberéis del vino de los selectos viñedos que habéis plantado.
12 ¡Yo sé cuán numerosos son vuestros delitos,
    cuán grandes vuestros pecados!

Vosotros oprimís al justo, exigís soborno
    y en los tribunales atropelláis al necesitado.
13 Por eso en circunstancias como estas guarda silencio el prudente,
    porque estos tiempos son malos.

14 Buscad el bien y no el mal, y viviréis;
    y así estará con vosotros el Señor Dios Todopoderoso,
    tal como vosotros lo afirmáis.

15 ¡Odiad el mal y amad el bien!
    Haced que impere la justicia en los tribunales;
tal vez así el Señor, el Dios Todopoderoso,
    tenga compasión del remanente de José.

Salmos 90:12-17

12 Enséñanos a contar bien nuestros días,
    para que nuestro corazón adquiera sabiduría.

13 ¿Cuándo, Señor, te volverás hacia nosotros?
    ¡Compadécete ya de tus siervos!
14 Sácianos de tu amor por la mañana,
    y toda nuestra vida cantaremos de alegría.
15 Días y años nos has afligido, nos has hecho sufrir;
    ¡devuélvenos ahora ese tiempo en alegría!
16 ¡Sean manifiestas tus obras a tus siervos,
    y tu esplendor a sus descendientes!

17 Que el favor[a] del Señor nuestro Dios
    esté sobre nosotros.
Confirma en nosotros la obra de nuestras manos;
    sí, confirma la obra de nuestras manos.

Hebreos 4:12-16

12 Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos,[a] y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. 13 Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

Jesús, el gran sumo sacerdote

14 Por lo tanto, ya que en Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos, aferrémonos a la fe que profesamos. 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. 16 Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.

Marcos 10:17-31

El joven rico(A)

17 Cuando Jesús estaba ya para irse, un hombre llegó corriendo y se postró delante de él.

―Maestro bueno —le preguntó—, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?

18 ―¿Por qué me llamas bueno? —respondió Jesús—. Nadie es bueno sino solo Dios. 19 Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre”.[a]

20 ―Maestro —dijo el hombre—, todo eso lo he cumplido desde que era joven.

21 Jesús lo miró con amor y añadió:

―Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

22 Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste, porque tenía muchas riquezas.

23 Jesús miró alrededor y comentó a sus discípulos:

―¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!

24 Los discípulos se asombraron de sus palabras.

―Hijos, ¡qué difícil es entrar[b] en el reino de Dios! —repitió Jesús—. 25 Le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.

26 Los discípulos se asombraron aún más, y decían entre sí: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?»

27 ―Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible.

28 ―¿Qué de nosotros, que lo hemos dejado todo y te hemos seguido? —comenzó a reclamarle Pedro.

29 ―Os aseguro —respondió Jesús— que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos 30 recibirá cien veces más ahora en este tiempo (casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones); y en la edad venidera, la vida eterna. 31 Pero muchos de los primeros serán últimos, y de los últimos, primeros.

Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)

Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® (Castellano) © 1999, 2005, 2017 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.