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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Salmos 70

(A)Al director musical. Petición de David.

70 Apresúrate, oh Dios, a rescatarme;
    ¡apresúrate, Señor, a socorrerme!
Que sean avergonzados y confundidos
    los que procuran matarme.
Que retrocedan humillados
    todos los que desean mi ruina.
Que vuelvan sobre sus pasos, avergonzados,
    todos los que se burlan de mí.
Pero que todos los que te buscan
    se alegren en ti y se regocijen;
que los que aman tu salvación digan siempre:
    «¡Sea Dios exaltado!»

Yo soy pobre y estoy necesitado;
    ¡ven pronto a mí, oh Dios!
Tú eres mi socorro y mi libertador;
    ¡no te demores, Señor!

Amós 1:1-2:5

Estas son las palabras de Amós, pastor de Tecoa. Es la visión que recibió acerca de Israel dos años antes del terremoto, cuando Uzías era rey de Judá, y Jeroboán hijo de Joás era rey de Israel.

Amós dijo:

«Ruge el Señor desde Sión;
    truena su voz desde Jerusalén.
Los pastizales de los pastores quedan asolados,
    y se seca la cumbre del Carmelo».

Juicio contra las naciones vecinas

Así dice el Señor:

«Porque los delitos de Damasco han llegado a su colmo,[a]
    no revocaré su castigo.
Porque trillaron a Galaad
    con trillos de hierro,
yo enviaré fuego contra el palacio de Jazael,
    que consumirá las fortalezas de Ben Adad.
Romperé el cerrojo de la puerta de Damasco,
    destruiré al que reina en el valle de Avén[b]
    y al que empuña el cetro en Bet Edén.
Y el pueblo de Siria
    será desterrado a Quir»,
            dice el Señor.

Así dice el Señor:

«Los delitos de Gaza han llegado a su colmo;
    por tanto, no revocaré su castigo:
Porque desterraron a poblaciones enteras
    para venderlas a Edom,
yo enviaré fuego contra los muros de Gaza,
    que consumirá sus fortalezas.
Destruiré al que reina en Asdod
    y al que empuña el cetro en Ascalón.
Volveré mi mano contra Ecrón,
    y perecerá hasta el último de los filisteos»,
            dice el Señor omnipotente.

Así dice el Señor:

«Los delitos de Tiro han llegado a su colmo;
    por tanto, no revocaré su castigo:
Porque le vendieron a Edom poblaciones enteras de cautivos,
    olvidando así una alianza entre hermanos,
10 yo enviaré fuego contra los muros de Tiro,
    que consumirá sus fortalezas».

11 Así dice el Señor:

«Los delitos de Edom han llegado a su colmo;
    por tanto, no revocaré su castigo:
Porque sin mostrar ninguna compasión
    persiguieron con espada a su hermano;
porque dieron rienda suelta a su ira
    y no dejaron de alimentar su enojo,
12 yo enviaré fuego contra Temán,
    que consumirá las fortalezas de Bosra».

13 Así dice el Señor:

«Los delitos de Amón han llegado a su colmo;
    por tanto, no revocaré su castigo:
Porque, a fin de extender sus fronteras,
    a las mujeres encintas de la región de Galaad
    les abrieron el vientre,
14 yo prenderé fuego a los muros de Rabá,
    que consumirá sus fortalezas
entre gritos de guerra en el día de la batalla,
    y en el rugir de la tormenta en un día de tempestad.
15 Su rey[c] marchará al destierro,
    junto con sus oficiales»,
            dice el Señor.

Así dice el Señor:

«Los delitos de Moab han llegado a su colmo;
    por tanto, no revocaré su castigo:
Porque quemaron los huesos del rey de Edom
    hasta reducirlos a ceniza,
yo enviaré fuego sobre Moab,
    que consumirá las fortalezas de Queriot,
y morirá Moab en medio del estrépito
    de gritos de guerra y toques de trompeta.
Destruiré al gobernante en medio de su pueblo,
    y junto con él mataré a todos sus oficiales»,
            dice el Señor.

Así dice el Señor:

«Los delitos de Judá han llegado a su colmo;
    por tanto, no revocaré su castigo:
Porque, dejándose descarriar por sus mentiras,
    tras las cuales anduvieron sus antepasados,
rechazaron la ley del Señor
    y no obedecieron sus preceptos.
Por eso yo enviaré fuego contra Judá,
    que consumirá las fortalezas de Jerusalén».

Apocalipsis 8:6-9:12

Las trompetas

Los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.

Tocó el primero su trompeta, y fueron arrojados sobre la tierra granizo y fuego mezclados con sangre. Y se quemó la tercera parte de la tierra, la tercera parte de los árboles y toda la hierba verde.

Tocó el segundo ángel su trompeta, y fue arrojado al mar algo que parecía una enorme montaña envuelta en llamas. La tercera parte del mar se convirtió en sangre, y murió la tercera parte de las criaturas que viven en el mar; también fue destruida la tercera parte de los barcos.

10 Tocó el tercer ángel su trompeta, y una enorme estrella, que ardía como una antorcha, cayó desde el cielo sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales. 11 La estrella se llama Amargura.[a] Y la tercera parte de las aguas se volvió amarga, y por causa de esas aguas murió mucha gente.

12 Tocó el cuarto ángel su trompeta, y fue asolada la tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas, de modo que se oscureció la tercera parte de ellos. Así quedó sin luz la tercera parte del día y la tercera parte de la noche.

13 Seguí observando, y oí un águila que volaba en medio del cielo y gritaba fuertemente: «¡Ay! ¡Ay! ¡Ay de los habitantes de la tierra cuando suenen las tres trompetas que los últimos tres ángeles están a punto de tocar!»

Tocó el quinto ángel su trompeta, y vi que había caído del cielo a la tierra una estrella, a la cual se le entregó la llave del pozo del abismo. Lo abrió, y del pozo subió una humareda, como la de un horno gigantesco; y la humareda oscureció el sol y el aire. De la humareda descendieron langostas sobre la tierra, y se les dio poder como el que tienen los escorpiones de la tierra. Se les ordenó que no dañaran la hierba de la tierra, ni ninguna planta ni ningún árbol, sino solo a las personas que no llevaran en la frente el sello de Dios. No se les dio permiso para matarlas, sino solo para torturarlas durante cinco meses. Su tormento es como el producido por la picadura de un escorpión. En aquellos días la gente buscará la muerte, pero no la encontrará; desearán morir, pero la muerte huirá de ellos.

El aspecto de las langostas era como de caballos equipados para la guerra. Llevaban en la cabeza algo que parecía una corona de oro, y su cara se asemejaba a un rostro humano. Su crin parecía cabello de mujer, y sus dientes eran como de león. Llevaban coraza como de hierro, y el ruido de sus alas se escuchaba como el estruendo de carros de muchos caballos que se lanzan a la batalla. 10 Tenían cola y aguijón como de escorpión; y en la cola tenían poder para torturar a la gente durante cinco meses. 11 El rey que los dirigía era el ángel del abismo, que en hebreo se llama Abadón y en griego Apolión.[b]

12 El primer ¡ay! ya pasó, pero vienen todavía otros dos.

Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)

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