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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Salmos 138

Salmo de David.

138 Señor, quiero alabarte de todo corazón,
    y cantarte salmos delante de los dioses.
Quiero inclinarme hacia tu santo templo
    y alabar tu nombre por tu gran amor y fidelidad.
Porque has exaltado tu nombre y tu palabra
    por encima de todas las cosas.
Cuando te llamé, me respondiste;
    me infundiste ánimo y renovaste mis fuerzas.

Oh Señor, todos los reyes de la tierra
    te alabarán al escuchar tus palabras.
Celebrarán con cánticos tus caminos,
    porque tu gloria, Señor, es grande.

El Señor es excelso,
    pero tiene en cuenta a los humildes
    y mira[a] de lejos a los orgullosos.
Aunque pase yo por grandes angustias,
    tú me darás vida;
contra el furor de mis enemigos extenderás la mano:
    ¡tu mano derecha me pondrá a salvo!
El Señor cumplirá en mí su propósito.[b]
Tu gran amor, Señor, perdura para siempre;
    ¡no abandones la obra de tus manos!

Ezequiel 28:11-19

11 El Señor me habló diciendo: 12 «Hijo de hombre, entona una elegía al rey de Tiro y adviértele que así dice el Señor omnipotente:

»“Eras un modelo de perfección,
    lleno de sabiduría y de hermosura perfecta.
13 Estabas en Edén, en el jardín de Dios,
    adornado con toda clase de piedras preciosas:
rubí, crisólito, jade,
    topacio, cornalina, jaspe,
    zafiro, granate y esmeralda.
Tus joyas y encajes estaban cubiertos de oro,
    y especialmente preparados para ti
    desde el día en que fuiste creado.
14 Fuiste elegido querubín protector,
    porque yo así lo dispuse.[a]
Estabas en el santo monte de Dios,
    y caminabas sobre piedras de fuego.
15 Desde el día en que fuiste creado
    tu conducta fue irreprochable,
    hasta que la maldad halló cabida en ti.
16 Por la abundancia de tu comercio,
    te llenaste de violencia, y pecaste.
Por eso te expulsé del monte de Dios,
    como a un objeto profano.
A ti, querubín protector,
    te borré de entre las piedras de fuego.
17 A causa de tu hermosura
    te llenaste de orgullo.
A causa de tu esplendor,
    corrompiste tu sabiduría.
Por eso te arrojé por tierra,
    y delante de los reyes
    te expuse al ridículo.
18 Has profanado tus santuarios,
    por la gran cantidad de tus pecados,
    ¡por tu comercio corrupto!
Por eso hice salir de ti
    un fuego que te devorara.
A la vista de todos los que te admiran
    te eché por tierra y te reduje a cenizas.
19 Al verte, han quedado espantadas
    todas las naciones que te conocen.
Has llegado a un final terrible,
    y ya no volverás a existir”».

1 Corintios 6:1-11

Pleitos entre creyentes

Si alguno de vosotros tiene un pleito con otro, ¿cómo se atreve a presentar demanda ante los inconversos, en vez de acudir a los creyentes? ¿Acaso no sabéis que los creyentes juzgarán al mundo? Y, si vosotros habéis de juzgar al mundo, ¿cómo no vais a ser capaces de juzgar casos insignificantes? ¿No sabéis que aun a los ángeles los juzgaremos? ¡Cuánto más los asuntos de esta vida! Por tanto, si tenéis pleitos sobre tales asuntos, ¿cómo es que nombráis como jueces a los que no cuentan para nada ante la iglesia?[a] Digo esto para que os dé vergüenza. ¿Acaso no hay entre vosotros nadie lo bastante sabio como para juzgar un pleito entre creyentes? Al contrario, un hermano demanda a otro, ¡y esto ante los incrédulos!

En realidad, ya es una falta grave el solo hecho de que haya pleitos entre vosotros. ¿No sería mejor soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que os defrauden? Lejos de eso, sois vosotros los que defraudáis y cometéis injusticias, ¡y conste que se trata de vuestros hermanos!

¿No sabéis que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No os dejéis engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. 11 Y eso erais algunos de vosotros. Pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)

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