Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Salmos 78:1-8

Fidelidad de Dios hacia su pueblo infiel

Masquil de Asaf.

78 Pueblo mío, escucha mis enseñanzas;
inclina tu oído a las palabras de mi boca.
Abriré mi boca y diré proverbios;
hablaré de los misterios de tiempos pasados,(A)
de cosas que ya hemos oído y que conocemos
porque nuestros padres nos las contaron.
No las mantendremos ocultas a nuestros hijos,
sino que diremos a las generaciones futuras
que el Señor es digno de alabanza
por su poder y por sus hechos portentosos.

El Señor estableció su ley para Jacob;
le entregó sus enseñanzas a Israel,
y ordenó a nuestros padres que nos las enseñaran,
para que las conociera la generación futura,
los hijos que nos habrían de nacer,
y ellos a su vez las contaran a sus hijos,
para que pusieran en Dios su confianza
y no se olvidaran de sus grandes hechos;
para que obedecieran sus mandamientos,
y no fueran como sus padres,
gente rebelde y desobediente,
gente que no entrega a Dios su corazón,
y cuyo espíritu no le es fiel.

Salmos 78:17-29

17 Pero ellos volvieron a pecar contra Dios;
en el desierto se rebelaron contra el Altísimo.
18 Decidieron poner a prueba a Dios
y pidieron comida a su antojo.
19 Hablaron en contra de Dios, y dijeron:
«¿Podrá Dios tendernos una mesa en el desierto?
20 Hemos visto que hirió la peña, y que brotaron aguas,
y que en torrentes inundaron la tierra,
¿pero podrá también darnos pan?
¿Podrá darle carne a su pueblo?»

21 Cuando el Señor oyó esto, se indignó,
y su furor se encendió contra Jacob, como un fuego;
su furor se encendió contra Israel,
22 porque no tuvieron fe en Dios,
ni confiaron en que él podía salvarlos.
23 Sin embargo, dio órdenes a las nubes,
y abrió las compuertas de los cielos,
24 y como lluvia dejó caer sobre ellos el maná;
¡les dio a comer el trigo de los cielos!(A)
25 ¡Los mortales comieron pan angelical!
¡Dios les envió comida hasta saciarlos!
26 Cambió la dirección del viento del este,
y con su poder hizo venir el viento del sur,
27 y cayó sobre ellos carne como lluvia;
¡llovieron tantas aves como arena hay en el mar!
28 Dios las dejó caer en el campamento,
y en los alrededores de sus tiendas,
29 y ellos comieron y quedaron saciados,
pues Dios satisfizo su apetito.

Deuteronomio 26:1-15

Primicias y diezmos

26 »Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te da en posesión, y la hayas tomado y habites en ella, tomarás una parte de todos los primeros frutos que obtengas de la tierra que el Señor tu Dios te da, la pondrás en una canasta, y te dirigirás al lugar que el Señor tu Dios escoja como residencia de su nombre.(A) Te presentarás ante el sacerdote que en esos días esté en funciones, y le dirás: “Hoy declaro, ante el Señor tu Dios, que he entrado en la tierra que el Señor juró dar a nuestros padres.” El sacerdote recibirá de tu mano la canasta y la colocará ante el altar del Señor tu Dios. Entonces tomarás la palabra, y delante del Señor tu Dios dirás:

“Un arameo errante fue mi padre. Con pocos hombres emigró a Egipto, y allí se quedó a vivir. Y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron, y nos impusieron una cruel esclavitud. Pero clamamos al Señor, el Dios de nuestros padres, y el Señor oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestros pesados trabajos y nuestra opresión. Entonces el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, y con señales y portentos que causaban terror, y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, ¡tierra que fluye leche y miel! 10 Por eso ahora vengo aquí, con los primeros frutos de la tierra que tú, Señor, me diste.”

»Todo eso lo pondrás delante del Señor tu Dios, y delante de él te postrarás. 11 Después de eso, tú y tu familia, y los levitas y extranjeros que convivan contigo, harán fiesta por todo el bien que el Señor tu Dios te haya dado.

12 »Cuando en el año tercero, que es el año del diezmo, hayas apartado la décima parte de tus frutos, la repartirás entre los levitas, extranjeros, huérfanos y viudas que haya en tus aldeas, para que coman hasta quedar satisfechos.(B) 13 Entonces dirás delante del Señor tu Dios: “Todo lo consagrado a ti lo he sacado de mi casa, y se lo he dado a los levitas y extranjeros, y a los huérfanos y a las viudas, conforme a todo lo que me has mandado. No he desobedecido tus mandamientos, ni los he olvidado. 14 No comí nada de ello mientras estuve de luto, ni lo consumí mientras estaba yo impuro. Tampoco ofrecí nada de ello a los muertos. Más bien, mi Señor y Dios, he obedecido tu voz y he cumplido con todo lo que me has mandado. 15 Dígnate asomarte desde el cielo, desde tu santa mansión, y bendice a Israel, que es tu pueblo, y bendice la tierra que nos has dado, tierra que fluye leche y miel, tal y como se lo juraste a nuestros padres.”

Hechos 2:37-47

37 Al oír esto, todos sintieron un profundo remordimiento en su corazón, y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: «Hermanos, ¿qué debemos hacer?» 38 Y Pedro les dijo: «Arrepiéntanse, y bautícense todos ustedes en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados les sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo. 39 Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos, para todos los que están lejos, y para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios llame.» 40 Y con muchas otras palabras les hablaba y los animaba. Les decía: «Pónganse a salvo de esta generación perversa.» 41 Fue así como los que recibieron su palabra fueron bautizados, y ese día se añadieron como tres mil personas, 42 las cuales se mantenían fieles a las enseñanzas de los apóstoles y en el mutuo compañerismo, en el partimiento del pan y en las oraciones.

La vida de los primeros cristianos

43 Al ver las muchas maravillas y señales que los apóstoles hacían, todos se llenaban de temor, 44 y todos los que habían creído se mantenían unidos y lo compartían todo;(A) 45 vendían sus propiedades y posesiones, y todo lo compartían entre todos, según las necesidades de cada uno.(B) 46 Todos los días se reunían en el templo, y partían el pan en las casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 mientras alababan a Dios y brindaban ayuda a todo el pueblo. Y cada día el Señor añadía a la iglesia a los que habían de ser salvos.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas