Revised Common Lectionary (Complementary)
Invertir en vida futura
55 Ustedes, sedientos, vengan por agua,
vengan también los que no tienen dinero.
Compren grano y coman de balde,
leche y vino que no cuestan nada.
2 ¿Por qué gastan en lo que no es comida?
¿Por qué se fatigan en lo que no sacia?
Escúchenme atentos y comerán bien,
Saborearán manjares deliciosos;
3 presten atención y vengan tras de mí,
escuchen y su vida progresará.
Pactaré con ustedes alianza eterna,
la promesa firme que hice a David.
4 Lo nombré testigo para los pueblos,
soberano y preceptor de naciones.
5 Llamarás a un pueblo que no conoces,
correrá a ti un pueblo que no te conoce,
porque yo soy el Señor, tu Dios,
el Santo de Israel, que te honra.
8 El Señor es clemente y compasivo,
paciente y grande en amor.
9 El Señor es bueno con todos,
su amor llega a todas sus obras.
14 El Señor sostiene a cuantos flaquean,
levanta a los abatidos.
15 Todos te miran con esperanza
y tú les das la comida a su tiempo.
16 Abres generosamente tu mano
y sacias a todo ser viviente.
17 El Señor es justo en todos sus actos,
actúa con amor en todas sus obras.
18 El Señor está cerca de cuantos lo invocan,
de cuantos lo invocan sinceramente.
19 Él cumple el deseo de su fieles,
escucha su grito y los salva.
20 El Señor protege a cuantos lo aman,
pero a todos los malvados aniquila.
21 ¡Que mi boca alabe al Señor!
¡Que todos bendigan su santo nombre,
por siempre jamás!
III.— ISRAEL EN EL PLAN SALVADOR DE DIOS (9—11)
Israel, el elegido de Dios
9 ¡Cristo es testigo de que digo la verdad! Mi conciencia, bajo la guía del Espíritu Santo, me asegura que no miento. 2 Me agobia la tristeza, y un profundo dolor me tortura sin cesar el corazón. 3 Con gusto aceptaría convertirme en objeto de maldición, separado incluso de Cristo, si eso contribuye al bien de mis hermanos de raza. 4 Son descendientes de Israel; Dios los ha adoptado como hijos y se ha hecho gloriosamente presente en medio de ellos. Les pertenecen la alianza, la ley, el culto y las promesas; 5 son suyos los patriarcas y de ellos, en cuanto hombre, procede Cristo, que es Dios sobre todas las cosas, bendito por siempre. Amén.
Jesús da de comer a más de cinco mil personas (Mc 6,30-44; Lc 9,10-17; Jn 6,1-14)
13 Cuando Jesús se enteró de lo sucedido, subió a una barca y se retiró de allí él solo a un lugar solitario. Pero la gente, al saberlo, salió de los pueblos y lo siguió a pie por la orilla. 14 Al desembarcar Jesús y ver toda aquella multitud, se compadeció de ellos y curó a los enfermos.
15 La tarde comenzaba a caer y los discípulos se acercaron a él para decirle:
— La hora ya es avanzada y este es un lugar despoblado. Despide a la gente para que vaya a las aldeas a comprarse comida.
16 Jesús les contestó:
— No tienen por qué irse. Denles de comer ustedes mismos.
17 Ellos replicaron:
— Aquí sólo tenemos cinco panes y dos peces.
18 Dijo Jesús:
— Tráiganmelos.
19 Mandó Jesús que la gente se recostara sobre la hierba; luego tomó los cinco panes y los dos peces y, mirando al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a sus discípulos para que ellos los distribuyeran entre la gente. 20 Comieron todos hasta quedar satisfechos, y todavía se recogieron doce cestos llenos de trozos sobrantes de pan. 21 Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres ni los niños.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España