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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Salmos 75

Exaltación del justo y humillación del malvado

Al músico principal. Sobre «No destruyas». Salmo de Asaf. Cántico.

75 Gracias te damos, Dios mío, gracias te damos,
porque tu nombre está cerca de nosotros.
¡Todos hablan de tus hechos portentosos!

«En el momento en que yo decida,
habré de juzgar con rectitud.
Aunque la tierra y sus habitantes se estremezcan,
Yo sostengo sus columnas.
A los insensatos les digo: “No sean arrogantes”,
y a los impíos: “No sean orgullosos;
no hagan alarde de su poder;
no levanten tanto la nariz.”
El juicio no viene del este ni del oeste,
ni del desierto ni de las montañas:
El juicio proviene de mí, que soy Dios.
A unos humillo, y a otros enaltezco.
Ya el cáliz del juicio está en mi mano;
ya el vino mezclado se ha fermentado,
y yo, el Señor, estoy por derramarlo;
¡todos los impíos de la tierra lo beberán hasta el fondo!»

Yo siempre hablaré de ti,
te cantaré salmos, Dios de Jacob.
10 Tú deshaces todo el poder de los pecadores,
pero exaltas la fuerza de los hombres justos.

Sofonías 3:1-13

Pecado y redención de Jerusalén

¡Ay de la ciudad rebelde, contaminada y opresora! No quiso escuchar la voz de su Dios, ni recibir su corrección. No confió en el Señor ni se acercó a él En sus calles, sus magnates parecen leones rugientes; sus jueces son lobos nocturnos que no dejan un solo hueso para el día siguiente. Sus profetas son irresponsables y traicioneros; sus sacerdotes contaminan el santuario y falsean la ley. En sus calles, el Señor es justo y no hace iniquidad; por la mañana saca a luz su juicio, y nunca faltará. Pero el perverso no conoce la vergüenza.

«Yo permití que las naciones fueran destruidas, y que sus habitaciones quedaran asoladas; yo dejé sus calles desiertas, hasta que no quedó quien pasara por ellas; sus ciudades quedaron asoladas, hasta que no quedó nadie, ni un solo habitante.

»Yo me dije: “Seguramente esta ciudad me temerá; aceptará ser corregida, y no será destruida su habitación por todo aquello por lo que la castigué.” Pero ellos se apresuraron a corromper todos sus hechos.

»Por lo tanto, espérenme hasta el día en que me levante para juzgarlos; porque he decidido reunir a las naciones y juntar los reinos para derramar sobre ellos todo mi enojo y el ardor de mi ira. ¡El fuego de mi celo consumirá toda la tierra!»

—Palabra del Señor.

«Cuando llegue el momento, devolveré a los pueblos la pureza de labios, para que todos invoquen mi nombre y me sirvan con espíritu unánime. 10 De allende los ríos de Etiopía mi pueblo esparcido vendrá a adorarme y me traerá ofrendas.

11 »Cuando llegue ese día, no tendrás que avergonzarte por ninguna de tus rebeliones contra mí, porque yo quitaré de en medio de ti a los que se alegran por tu soberbia, y nunca más volverás a envanecerte en mi santo monte. 12 En medio de ti dejaré a un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en mi nombre. 13 El remanente de Israel no cometerá injusticias ni dirá mentiras, ni habrá entre ellos gente mentirosa,(A) porque yo los cuidaré como un pastor, y ellos dormirán sin que nadie los atemorice.»

Gálatas 4:21-5:1

Alegoría de Sara y Agar

21 Díganme, ustedes que quieren estar sujetos a la ley: ¿no han oído lo que dice la ley? 22 Porque está escrito que Abrahán tuvo dos hijos; uno de la esclava,(A) y el otro de la libre.(B) 23 El hijo de la esclava nació conforme a una decisión humana; pero el hijo de la libre nació conforme a la promesa. 24 Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar. 25 Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, y ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. 26 Pero la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre. 27 Porque está escrito:

«Regocíjate, oh estéril,
tú que no das a luz;
prorrumpe en júbilo y clama,
tú que no tienes dolores de parto;
porque más son los hijos de la desolada
que los de la que tiene marido.»(C)

28 Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. 29 Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu,(D) así también sucede ahora. 30 Pero ¿qué dice la Escritura? «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no heredará con el hijo de la libre.»(E) 31 De modo, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.

Firmes en la libertad

Manténganse, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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