Revised Common Lectionary (Complementary)
10 Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve,
y no vuelven allá sino que riegan[a] la tierra(A),
haciéndola producir y germinar,
dando semilla al sembrador y pan al que come(B),
11 así será mi palabra que sale de mi boca(C),
no volverá a mí vacía(D)
sin haber realizado lo que deseo(E),
y logrado el propósito para el cual la envié.
12 Porque con alegría saldréis(F),
y con paz seréis conducidos(G);
los montes y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo(H) delante de vosotros,
y todos los árboles del campo batirán palmas(I).
13 En lugar del espino crecerá el ciprés(J),
y en lugar de la ortiga crecerá el mirto(K);
y esto[b] será para gloria[c](L) del Señor,
para señal eterna(M) que nunca será borrada(N).
La abundante generosidad de Dios
Para el director del coro. Salmo de David. Cántico.
65 Silencio habrá delante de[a] ti, y alabanza en Sión, oh Dios;
y a ti se cumplirá el voto[b](A).
2 ¡Oh tú, que escuchas la oración!
Hasta ti viene todo hombre[c](B).
3 Las[d] iniquidades(C) prevalecen contra mí;
mas nuestras transgresiones tú las perdonas(D).
4 Cuán bienaventurado(E) es el que tú escoges, y acercas a ti(F),
para que more en tus atrios.
Seremos saciados(G) con el bien de tu casa,
tu santo templo.
5 Con grandes prodigios(H) nos respondes en justicia,
oh Dios de nuestra salvación(I),
confianza de todos los términos de la tierra(J), y del más lejano mar[e](K);
6 tú, el que afirma los montes(L) con su poder,
ceñido de potencia(M);
7 el que calma el rugido de los mares,
el estruendo de las olas(N),
y el tumulto de los pueblos(O).
8 Por eso los que moran en los confines de la tierra(P) temen tus obras[f],
tú haces cantar de júbilo a la aurora y al ocaso[g].
9 Tú visitas la tierra y la riegas en abundancia(A),
en gran manera la enriqueces(B);
el río de Dios(C) rebosa de agua;
tú les preparas su grano(D), porque así preparas la tierra[a].
10 Riegas sus surcos abundantemente,
allanas sus camellones[b],
la ablandas con lluvias(E),
bendices sus renuevos.
11 Tú has coronado el año con tus bienes[c](F),
y tus huellas destilan grosura(G).
12 Destilan los pastos del desierto(H),
y los collados se ciñen de alegría(I).
13 Las praderas se visten de rebaños(J),
y los valles se cubren de grano(K);
dan voces de júbilo, sí, cantan(L).
No hay condenación para los que creen
8 Por consiguiente, no hay ahora condenación(A) para los que están en Cristo Jesús[a](B), los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús(C) te[b] ha libertado[c] de la ley del pecado y de la muerte(D). 3 Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne(E), Dios lo hizo(F): enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne(G), 4 para que el requisito de la ley(H) se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu(I). 5 Porque los que viven[d] conforme a la carne(J), ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu(K). 6 Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz(L); 7 ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios(M), porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, 8 y los que están en la carne(N) no pueden agradar a Dios.
Viviendo según el Espíritu
9 Sin embargo, vosotros no estáis en la carne(O) sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros(P). Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él(Q). 10 Y si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo[e] a causa de la justicia(R). 11 Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros(S), el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de[f] su Espíritu que habita en vosotros(T).
Parábolas sobre el reino
13 Ese mismo día salió Jesús de la casa(A) y se sentó (B)a la orilla del mar. 2 Y se congregaron junto a Él grandes multitudes, por lo que subió a una barca(C) y se sentó; y toda la multitud estaba de pie en la playa.
Parábola del sembrador
3 Y les habló muchas cosas en parábolas(D), diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar; 4 y al sembrar, parte de la semilla cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron. 5 Otra parte[a] cayó en pedregales donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó porque no tenía profundidad de tierra; 6 pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7 Otra parte[b] cayó entre[c] espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron. 8 Y otra parte[d] cayó en tierra buena y dio* fruto, algunas semillas a ciento por uno, otras a sesenta y otras a treinta(E). 9 El que tiene oídos[e], que oiga(F).
Explicación de la parábola del sembrador
18 (A)Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador. 19 A todo el que oye la palabra del reino(B) y no la entiende, el maligno viene(C) y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es aquel en quien se sembró la semilla junto al camino. 20 Y aquel en quien se sembró la semilla en pedregales, este es el que oye la palabra y enseguida la recibe con gozo; 21 pero no tiene raíz profunda en sí mismo, sino que solo es temporal, y cuando por causa de la palabra viene la aflicción o la persecución, enseguida tropieza y cae(D). 22 Y aquel en quien se sembró la semilla entre espinos, este es el que oye la palabra, mas las preocupaciones del mundo[a](E) y el engaño de las riquezas(F) ahogan la palabra, y se queda sin fruto. 23 Pero aquel en quien se sembró la semilla en tierra buena, este es el que oye la palabra y la entiende, este sí da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta(G).
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