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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 113

Salmo 113 (112)

Alaben el nombre del Señor

113 ¡Aleluya!
¡Alaben, servidores del Señor,
alaben el nombre del Señor!
Que el nombre del Señor sea bendecido
desde ahora y para siempre;
desde que sale el sol hasta su ocaso,
sea alabado el nombre del Señor.
El Señor se alza sobre todas las naciones,
sobre los cielos está su gloria.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que en las alturas tiene su trono,
que se inclina para contemplar
los cielos y la tierra?
Él levanta del polvo al pobre,
saca al desvalido del estiércol,
para sentarlo con los príncipes,
con los príncipes de su pueblo;
él da un hogar a la estéril,
feliz al ser madre de hijos.
¡Aleluya!

Isaías 42:14-21

La restauración está a punto

14 Por mucho tiempo he callado,
me contenía en silencio;
pero, igual que parturienta,
grito, resuello y jadeo.
15 Secaré montes y cerros,
agostaré su verdor;
de sus ríos haré un yermo,
secaré sus humedales.
16 Guiaré a los ciegos por rutas que ignoran,
los encaminaré por sendas desconocidas;
convertiré a su paso la tiniebla en luz,
transformaré lo escabroso en llanuras.
Todo esto haré, sin dejar nada.
17 Retrocederán llenos de vergüenza
todos los que confían en los ídolos,
los que dicen a simples estatuas:
“Ustedes son nuestros dioses”.

Un pueblo de sordos y ciegos

18 Ustedes, sordos, escuchen;
ciegos, miren con atención.
19 ¿Quién es ciego, sino mi siervo?,
¿quién sordo, sino mi enviado?
¿Quién es ciego, sino mi elegido?,
¿quién sordo, sino el siervo del Señor?
20 Mucho has visto, pero no has hecho caso;
oías muy bien, pero no escuchabas.
21 El Señor, por su justicia, se propuso
engrandecer y exaltar su propósito;

Lucas 1:5-25

I.— RELATOS DE LA INFANCIA (1,5—2,52)

Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista

Durante el reinado de Herodes en Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, que pertenecía al grupo sacerdotal de Abías. La esposa de Zacarías, llamada Elisabet, pertenecía también a la descendencia de Aarón. Ambos esposos eran rectos delante de Dios, intachables en el cumplimiento de todos los mandatos y disposiciones del Señor. Eran los dos de edad muy avanzada y no tenían hijos, porque Elisabet era estéril.

Estando un día Zacarías ejerciendo el servicio sagrado conforme al orden establecido, le tocó en suerte, según costumbre sacerdotal, entrar en el Templo a ofrecer el incienso. 10 Mientras ofrecía el incienso, una gran multitud de fieles permanecía fuera en oración. 11 En esto, un ángel del Señor se le apareció a la derecha del altar del incienso. 12 Zacarías, al verlo, se echó a temblar, lleno de miedo. 13 Pero el ángel le dijo:

— No tengas miedo, Zacarías. Dios ha escuchado tu oración, y tu mujer Elisabet te dará un hijo, al que llamarás Juan. 14 Tendrás una gran alegría y serán muchos los que también se alegrarán de su nacimiento, 15 porque será grande delante del Señor. No beberá vino ni otra bebida alcohólica cualquiera; estará lleno del Espíritu Santo aun antes de nacer 16 y hará que muchos israelitas vuelvan de nuevo al Señor su Dios. 17 Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, hará que los padres se reconcilien con los hijos y que los rebeldes recuperen la sensatez de los rectos, preparando así al Señor un pueblo bien dispuesto.

18 Zacarías dijo al ángel:

— Pero ¿cómo podré estar seguro de eso? Yo ya soy viejo y mi mujer tiene también muchos años.

19 El ángel le contestó:

— Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios. Él me envió a hablar contigo y comunicarte esta buena noticia. 20 Cuanto te he dicho se cumplirá en su momento oportuno; pero como no has dado crédito a mis palabras, vas a quedarte mudo y no volverás a hablar hasta el día en que tenga lugar todo esto.

21 Mientras tanto, la gente que esperaba a Zacarías estaba extrañada de que permaneciera tanto tiempo en el Templo. 22 Cuando por fin salió, al ver que no podía hablar, comprendieron que había tenido una visión en el Templo. Había quedado mudo y sólo podía expresarse por señas. 23 Una vez cumplido el tiempo de su servicio sacerdotal, Zacarías volvió a su casa. 24 Pasados unos días, Elisabet, su esposa, quedó embarazada y permaneció cinco meses sin salir de casa, pues decía: 25 “Al hacer esto conmigo, el Señor ha querido librarme de la vergüenza ante los demás”.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España