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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 54

Salmo 54 (53)

Es Dios quien me ayuda

54 Al maestro del coro. Con instrumentos de cuerda. Poema para David. Cuando vinieron los de Zif y dijeron a Saúl: “¿No está escondido David entre nosotros?”.

¡Oh Dios, por el honor de tu nombre sálvame,
con tu poder defiende mi causa!
¡Escucha, oh Dios, mi oración,
estate atento a mis palabras!
Se alzan contra mí extranjeros,
gente cruel desea mi muerte
sin tener presente a Dios. [ Pausa]
Pero es Dios quien me ayuda,
mi Señor está con los que me protegen.
Que el mal se vuelva contra mis rivales
y tú, por tu fidelidad, hazlos perecer.
Te ofreceré sacrificios voluntarios,
alabaré tu nombre, Señor, porque es bueno.
Él me ha librado de todas mis angustias
y he visto a mis enemigos derrotados.

2 Reyes 17:5-18

Luego el rey de Asiria invadió el país, atacó a Samaría y la asedió durante tres años. Finalmente, el año noveno de Oseas, tomó Samaría y deportó a los israelitas a Asiria, estableciéndolos en Jalaj, en las riberas del Jabor, río de Gozán, y en las ciudades de Media.

Reflexiones sobre el fin de Israel

Esto sucedió porque los israelitas habían pecado contra el Señor su Dios, que los sacó del país de Egipto y del poder de su rey, el faraón. Habían adorado a otros dioses, imitando las costumbres de las naciones que el Señor había expulsado ante los israelitas y las costumbres que los reyes de Israel habían introducido. Los israelitas hicieron cosas inadmisibles ante el Señor, su Dios: se hicieron santuarios en los montes de todas sus ciudades, desde las torres de vigía hasta las plazas fuertes 10 y erigieron columnas y postes sagrados en cualquier colina alta y bajo cualquier árbol frondoso, 11 quemando en ellos incienso como las naciones que el Señor había deportado ante ellos y cometiendo maldades que provocaron la indignación del Señor. 12 Sirvieron a los ídolos, aunque el Señor les había prohibido hacer tal cosa.

13 El Señor había advertido a Israel y a Judá, por medio de todos sus profetas y videntes: “Apártense de su mal camino y guarden mis mandatos y preceptos, de acuerdo con la ley que di a sus antepasados y que les transmití por medio de mis siervos, los profetas”. 14 Pero ellos no hicieron caso, se obstinaron tanto como sus antepasados que no habían confiado en el Señor su Dios, 15 y despreciaron sus decretos, la alianza que había hecho con sus antepasados y las advertencias que les había hecho. Siguieron al vacío y se quedaron vacíos; siguieron a las naciones de su alrededor, aunque el Señor les había prohibido imitarlas. 16 Abandonaron los mandamientos del Señor, su Dios: se fabricaron dos becerros de metal fundido y una representación de Astarté y adoraron a todas las fuerzas astrales y a Baal. 17 Incluso llegaron a quemar a sus hijos e hijas en sacrificio, practicaron la adivinación y la brujería y se dedicaron a ofender al Señor y a provocar su indignación. 18 Por todo ello el Señor se enfureció contra Israel, los expulsó de su presencia, y sólo quedó la tribu de Judá.

Mateo 23:29-39

29 ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos funerarios de los justos 30 diciendo: “Si nosotros hubiéramos vivido en los tiempos de nuestros antepasados, no nos habríamos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas”! 31 Pero con ello están demostrando, contra ustedes mismos, que son descendientes de los que asesinaron a los profetas. 32 ¡Completen, pues, ustedes la obra que comenzaron sus antepasados!

33 ¡Serpientes! ¡Hijos de víbora! ¿Cómo podrán escapar al castigo de la gehena? 34 Porque miren: yo voy a enviarles mensajeros, sabios y maestros de la ley; a unos ustedes los matarán y crucificarán, a otros los azotarán en sus sinagogas y perseguirán de ciudad en ciudad. 35 De ese modo se harán culpables de toda la sangre inocente derramada en este mundo, desde la sangre del justo Abel hasta la de Zacarías, el hijo de Baraquías, a quien ustedes asesinaron entre el santuario y el altar. 36 ¡Les aseguro que todo esto le ocurrirá a la presente generación!

Lamento de Jesús por Jerusalén (Lc 13,34-35)

37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los mensajeros que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, y ustedes se negaron! 38 Pues miren: la ciudad va a quedar desierta. 39 Porque les digo que no volverán a verme hasta el momento en que digan: “ Bendito el que viene en nombre del Señor”.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España