Revised Common Lectionary (Complementary)
(A)Al director musical. Petición de David.
70 ¡Ven, oh Dios, a librarme!
¡Ven pronto, Señor, en mi auxilio!
2 Que sean avergonzados y confundidos
los que tratan de matarme.
Que retrocedan humillados
todos los que desean mi ruina.
3 Que vuelvan atrás por su vergüenza
los que se burlan de mí.
4 Pero que todos los que te buscan
se alegren en ti y se regocijen;
que los que aman tu salvación digan siempre:
«¡Sea Dios exaltado!».
5 Yo soy pobre y necesitado;
¡ven pronto a mí, oh Dios!
Tú eres mi socorro y mi libertador;
¡no te demores, Señor!
Dureza de Israel
6 «Yo les hice pasar hambre en todas sus ciudades
y los privé de pan en todos sus poblados.
Con todo, ustedes no se volvieron a mí»,
afirma el Señor.
7 «Yo les retuve la lluvia
cuando aún faltaban tres meses para la cosecha.
En una ciudad hacía llover,
pero en otra no;
una parcela recibía lluvia,
mientras que otra no y se secó.
8 Vagando de ciudad en ciudad,
iba la gente en busca de agua,
pero no calmaba su sed.
Con todo, ustedes no se volvieron a mí»,
afirma el Señor.
9 «Castigué sus campos con plagas y pestes;
la langosta devoró sus huertos y viñedos,
sus higueras y olivares.
Con todo, ustedes no se volvieron a mí»,
afirma el Señor.
10 «Les mandé plagas
como lo hice en Egipto.
Maté a sus mejores jóvenes por la espada,
junto con los caballos capturados.
Hice que llegara hasta sus propias narices
el hedor de los campamentos.
Con todo, ustedes no se volvieron a mí»,
afirma el Señor.
11 «Envié una destrucción
como la de Sodoma y Gomorra;
eran como brazas,
tizones rescatados del fuego.
Con todo, ustedes no se volvieron a mí»,
afirma el Señor.
12 «Por eso, Israel, voy a actuar contra ti;
y como voy a hacerlo,
¡prepárate, Israel, para encontrarte con tu Dios!».
13 He aquí el que forma las montañas,
el que crea el viento,
el que revela al ser humano sus pensamientos,
el que convierte la aurora en tinieblas,
el que marcha sobre las alturas de la tierra:
su nombre es el Señor Dios de los Ejércitos.
Señales del fin del mundo(A)
24 Jesús salió del Templo y mientras caminaba se acercaron sus discípulos y le mostraron los edificios del Templo.
2 Pero él dijo:
—¿Ven todo esto? Les aseguro que no quedará piedra sobre piedra, pues todo será derribado.
3 Más tarde, estaba Jesús sentado en el monte de los Olivos cuando llegaron los discípulos y le preguntaron en privado:
—¿Cuándo sucederá eso y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo?[a]
4 —Tengan cuidado de que nadie los engañe —les advirtió Jesús—. 5 Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos. 6 Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. 7 Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá hambre y terremotos en diferentes lugares. 8 Todo esto será apenas el comienzo de los dolores.
9 »Entonces los entregarán para que los persigan y los maten, y los odiarán todas las naciones por causa de mi nombre. 10 En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; 11 y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. 12 Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, 13 pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. 14 Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones; entonces vendrá el fin.
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015, 2022 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo. Used by permission. All rights reserved worldwide.