Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 110

Dios da poder al rey

SALMO 110 (109)

Himno de David.

110 Mi Dios le dijo a mi señor el rey:

«Siéntate a la derecha de mi trono
hasta que yo derrote a tus enemigos».

¡Que Dios te permita
derrotar a tus enemigos,
y extienda desde Jerusalén
el poder de tu reinado!
¡Que tus soldados te juren lealtad
sobre los cerros de Dios
en el día de la batalla!
Cuando salga el sol,
se renovarán tus fuerzas.

Dios ha hecho un juramento,
y lo cumplirá:

«Tú eres sacerdote para siempre,
como lo fue Melquisedec».

5-6 Mi Dios está a tu derecha,
y siempre te ayudará.

Cuando manifieste su enojo,
aplastará reyes y gobernantes,
juzgará naciones,
y por toda la tierra
amontonará cadáveres.
Junto al camino,
el rey apagará su sed
con el agua de un arroyo,
y así recobrará las fuerzas.

Éxodo 1:22-2:10

22 el rey de Egipto le ordenó a todo su pueblo: «¡Echen al río a todos los niños israelitas que nazcan, para que se ahoguen, pero dejen con vida a las niñas!»

El nacimiento de Moisés

Un hombre y una mujer se casaron. Los dos eran de la tribu de Leví. Tiempo después ella quedó embarazada y tuvo un hijo. Al ver la madre que el niño era tan hermoso, lo escondió durante tres meses. Como no pudo seguir escondiéndolo, tomó una canasta de juncos, le tapó las rendijas con asfalto y pasta de resina, y puso al niño adentro; después fue y dejó la canasta entre los juncos que crecían a la orilla del río Nilo. Sin embargo, la hermana del niño se quedó a cierta distancia, para ver qué pasaba con él.

Más tarde, la hija del rey de Egipto bajó a bañarse al río. Mientras caminaba por la orilla con sus sirvientas, vio la canasta en medio de los juncos y mandó a una de sus sirvientas que fuera a traerla. Cuando abrió la canasta, y vio al niño llorando, le dio lástima. Sorprendida gritó: «¡Es un niño israelita!»

En ese momento la hermana del niño salió y le dijo a la princesa:

—¿Quiere Su Majestad que llame a una mujer israelita para que alimente y cuide al niño?

Y ella contestó:

—Anda, ve a llamarla.

La hermana fue y llamó a su mamá. Cuando la madre llegó, la princesa le dijo:

—Llévate a este niño a tu casa. Aliméntalo y cuídalo por mí, y yo te lo pagaré.

La madre se llevó al niño y lo cuidó. 10 Cuando el niño creció, se lo llevó a la princesa. Entonces ella lo adoptó como su propio hijo y le puso por nombre «Moisés», que quiere decir «Yo lo saqué del agua».

Hebreos 11:23-26

23 Los padres de Moisés confiaron en Dios y, por eso, cuando Moisés nació, lo escondieron durante tres meses. El rey de Egipto había ordenado que se matara a todos los niños israelitas, pero ellos vieron que Moisés era un niño hermoso y no tuvieron miedo, porque confiaban en Dios.

24 Moisés confió en Dios y, por eso, cuando ya fue hombre, no quiso seguir siendo hijo adoptivo de la hija del rey. 25 No quiso disfrutar de lo que podía hacer y tener como egipcio, pues era pecado. Prefirió que los egipcios lo maltrataran, como lo hacían con el pueblo de Dios. 26 En vez de disfrutar de las riquezas de Egipto, Moisés decidió que era mejor sufrir, como también iba a sufrir el Mesías, pues sabía que Dios le daría su premio.