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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Jeremías 20:7-13

Salmo de Jeremías

Tú me has persuadido, oh SEÑOR, y yo fui persuadido. Fuiste más fuerte que yo, y has prevalecido. Todo el día he sido objeto de risa; cada cual se burla de mí.

Porque cada vez que hablo, grito;

proclamo: “¡Violencia y destrucción!”. Pues la palabra del SEÑOR me ha sido afrenta y escarnio todo el día.

Digo: “No me acordaré más de él,

ni hablaré más en su nombre”. Pero hay en mi corazón como un fuego ardiente, apresado en mis huesos. Me canso de contenerlo y no puedo.

10 He oído la calumnia de muchos:

“¡El terror está por todas partes[a]! ¡Denúncienlo, y denunciémoslo!”. Todos mis hombres de confianza aguardan mi tropiezo.

Dicen: “Quizás sea persuadido,

y prevalezcamos contra él

y tomemos de él venganza”.

11 Pero el SEÑOR está conmigo como poderoso adalid.

Por eso los que me persiguen tropezarán y no prevalecerán. Serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán.

Tendrán perpetua afrenta,

que jamás será olvidada.

12 Oh SEÑOR de los Ejércitos, que escudriñas a los justos

y ves la conciencia y el corazón, deja que yo vea tu venganza contra ellos; porque ante ti he expuesto mi causa.

13 Canten al SEÑOR, alaben al SEÑOR, porque ha librado el alma del necesitado de la mano de los malhechores.

Salmos 69:7-10

Por tu causa he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi cara.
He venido a ser extraño a mis hermanos y extranjero para los hijos de mi madre.
Pues el celo por tu casa me ha consumido,
y las afrentas de los que te afrentan han caído sobre mí.
10 Me afligí a mí mismo[a] con ayuno; también esto me ha servido
de afrenta.

Salmos 69:11-15

11 Además, me puse cilicio como vestido
y llegué a servirles de refrán.
12 Hablaban contra mí los que
se sentaban en el tribunal,
y los borrachos cantaban canciones contra mí[a].
13 Sin embargo, oh SEÑOR, yo dirigía a ti mi oración
en el tiempo de tu buena voluntad. Oh Dios, respóndeme por tu gran bondad,
por la verdad de tu salvación.
14 Sácame del lodo; no sea yo
sumergido.
Sea yo librado de los que
me aborrecen
y de las profundidades de las aguas.
15 No me arrastre la corriente de
las aguas;
no me trague el abismo,
ni la fosa cierre su boca sobre mí.

Salmos 69:16-18

16 Escúchame, oh SEÑOR,
porque buena es tu misericordia. Mírame conforme a tu inmensa compasión.
17 No escondas tu rostro de tu siervo porque estoy angustiado;
apresúrate a escucharme.
18 Acércate a mi alma y redímela;
líbrame a causa de mis enemigos.

Romanos 6:1-11

Libres del pecado

¿Qué, pues, diremos? ¿Permaneceremos en el pecado para que abunde la gracia? ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos todavía en él?

¿Ignoran que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte? Pues, por el bautismo fuimos sepultados juntamente con él en la muerte para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. Porque así como hemos sido identificados con él en la semejanza de su muerte, también lo seremos en la semejanza de su resurrección. Y sabemos que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto ha sido justificado del pecado.

Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él. Sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10 Porque en cuanto murió, para el pecado murió una vez por todas; pero en cuanto vive, vive para Dios. 11 Así también ustedes, consideren que están muertos para el pecado pero que están vivos para Dios en Cristo Jesús.

Mateo 10:24-39

24 “El discípulo no es más que su maestro ni el siervo más que su señor. 25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia lo llamaron Beelzebul, ¡cuánto más lo harán a los de su casa!

Jesús infunde valor a los suyos

26 “Así que, no les teman. Porque no hay nada encubierto que no será revelado ni oculto que no será conocido. 27 Lo que les digo en privado, díganlo en público; y lo que oyen al oído, proclámenlo desde las azoteas. 28 No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar al alma. Más bien, teman a aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno. 29 ¿Acaso no se venden dos pajaritos por una moneda? Con todo ni uno de ellos cae a tierra sin el consentimiento de su Padre. 30 Pues aun los cabellos de ustedes están todos contados. 31 Así que, no teman; más valen ustedes que muchos pajaritos.

32 “Por tanto, a todo el que me confiese delante de los hombres, yo también lo confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

Recompensas del discipulado

34 “No piensen que he venido para traer paz a la tierra. No he venido para traer paz, sino espada. 35 Porque yo he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra. 36 Y los enemigos de un hombre serán los de su propia casa[a].

37 “ El que ama a padre o a madre más que a mí no es digno de mí, y el que ama a hijo o a hija más que a mí no es digno de mí. 38 El que no toma su cruz y sigue en pos de mí no es digno de mí. 39 El que halla su vida la perderá, y el que pierde su vida por mi causa la hallará.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano