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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 84

Anhelo por la casa de Dios

84 Al músico principal. Sobre Guitit[a]. Para los hijos de Coré. Salmo.

¡Cuán amables son tus moradas,
oh SEÑOR de los Ejércitos!
Mi alma anhela y aun desea
ardientemente los atrios del SEÑOR. Mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo.
Hasta el pajarito halla una casa
y la golondrina un nido para sí donde poner sus polluelos cerca de tus altares,
oh SEÑOR de los Ejércitos,
¡Rey mío y Dios mío!
¡Bienaventurados los que habitan
en tu casa!
Continuamente te alabarán. Selah[b]
¡Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas
y en cuyo corazón están tus caminos!
Cuando pasan por el valle de lágrimas lo convierten en manantial.
También la lluvia temprana lo cubre de bendición.
Irán de poder en poder
y verán a Dios en Sion.
Oh SEÑOR Dios de los Ejércitos, oye mi oración.
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah[c]
Mira, oh Dios, escudo nuestro; pon tu vista en el rostro de tu ungido.
10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios
que habitar en moradas de impiedad.
11 Porque sol y escudo es
el SEÑOR Dios;
gracia y gloria dará el SEÑOR. No privará del bien
a los que andan en integridad.
12 Oh SEÑOR de los Ejércitos, ¡bienaventurado el hombre que confía en ti!

2 Crónicas 29:1-11

Ezequías y el retorno al SEÑOR

29 Ezequías comenzó a reinar cuando tenía veinticinco años, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Abía hija de Zacarías.

Él hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, conforme a todas las cosas que había hecho su padre David. En el mes primero[a] del primer año de su reinado, abrió las puertas de la casa del SEÑOR y las reparó. Hizo venir a los sacerdotes y a los levitas, los reunió en la plaza oriental y les dijo:

—Óiganme, oh levitas: Purifíquense ahora, y purifiquen luego la casa del SEÑOR, Dios de sus padres, sacando del santuario la inmundicia. Porque nuestros padres han sido infieles y han hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR, nuestro Dios. Ellos lo han abandonado, han apartado sus rostros del tabernáculo del SEÑOR, y le han vuelto las espaldas. Incluso han cerrado las puertas del pórtico y han apagado las lámparas. No han quemado incienso ni han ofrecido holocaustos en el santuario al Dios de Israel. Por eso la ira del SEÑOR ha venido sobre Judá y Jerusalén, y los ha entregado a turbación, horror y escarnio, como lo ven con sus propios ojos. He aquí que por esto nuestros padres han caído a espada, y nuestros hijos, nuestras hijas y nuestras mujeres están cautivos. 10 Ahora pues, yo he decidido hacer un pacto con el SEÑOR Dios de Israel, para que aparte de nosotros el furor de su ira. 11 Ahora pues, hijos míos, no sean negligentes, porque el SEÑOR los ha escogido a fin de que estén delante de él y le sirvan, para que sean sus servidores y le quemen incienso.

2 Crónicas 29:16-19

16 Los sacerdotes entraron en la parte interior de la casa del SEÑOR para limpiarla. Sacaron al atrio de la casa del SEÑOR toda la inmundicia que hallaron en el templo del SEÑOR, y los levitas la tomaron para sacarla fuera, al arroyo de Quedrón. 17 Comenzaron a purificarlo el primero del mes primero[a]. El octavo día del mismo mes entraron en el pórtico del SEÑOR y purificaron la casa del SEÑOR en ocho días. Y acabaron el día dieciséis del mes primero[b].

18 Luego pasaron adentro, ante el rey Ezequías, y le dijeron:

—Ya hemos limpiado toda la casa del SEÑOR, el altar del holocausto y todos sus utensilios; igualmente, la mesa de la presentación y todos sus utensilios. 19 Asimismo, hemos preparado y consagrado todos los utensilios que en su infidelidad había puesto de lado el rey Acaz mientras reinaba. He aquí, ellos están delante del altar del SEÑOR.

Hebreos 9:23-28

23 Era, pues, necesario purificar las figuras de las cosas celestiales con estos ritos; pero las mismas cosas celestiales con sacrificios superiores a estos. 24 Porque Cristo no entró en un lugar santísimo hecho de manos, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora delante de Dios a nuestro favor. 25 Tampoco entró para ofrecerse muchas veces a sí mismo, como entra cada año el sumo sacerdote en el lugar santísimo con sangre ajena. 26 De otra manera, le habría sido necesario padecer muchas veces desde la fundación del mundo. Pero ahora, él se ha presentado una vez para siempre en la consumación de los siglos para quitar el pecado mediante el sacrificio de sí mismo. 27 Y de la manera que está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio, 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para quitar los pecados de muchos. La segunda vez, ya sin relación con el pecado, aparecerá para salvación a los que lo esperan.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano