Revised Common Lectionary (Complementary)
El sacerdocio del Mesías
110 Salmo de David.
El SEÑOR dijo a mi señor:
“Siéntate a mi diestra
hasta que ponga a tus enemigos como estrado de tus pies”.
2 El SEÑOR enviará desde Sion el cetro de tu poder;
domina en medio de tus enemigos.
3 En el día de tu poder
tu pueblo se te ofrecerá
voluntariamente
en la hermosura de la santidad. Desde el nacimiento de la aurora
tú tienes el rocío de la juventud.
4 El SEÑOR juró y no se retractará: “Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec”.
5 El Señor está a tu mano derecha; aplastará a los reyes en el día
de su ira.
6 Juzgará entre las naciones;
las llenará de cadáveres.
Aplastará a los jefes sobre
la extensa tierra.
7 Beberá del arroyo en el camino, por lo cual levantará su[a] cabeza.
Moisés huye del faraón
11 Aconteció cierto día, cuando Moisés había crecido, que fue a visitar a sus hermanos y los vio en sus duras tareas. Entonces vio a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. 12 Él miró a uno y otro lado, y viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. 13 Al día siguiente salió otra vez, y he aquí que dos hebreos se estaban peleando. Entonces dijo al culpable:
—¿Por qué golpeas a tu prójimo?
14 Y él le respondió:
—¿Quién te ha puesto a ti por jefe y juez sobre nosotros? ¿Acaso piensas matarme como mataste al egipcio?
Entonces Moisés tuvo miedo y pensó: “Ciertamente el asunto ya es conocido”.
15 Cuando el faraón se enteró de este hecho, procuró matar a Moisés. Pero Moisés huyó de la presencia del faraón y se fue a la tierra de Madián, y se sentó junto a un pozo.
Moisés en la tierra de Madián
16 El sacerdote de Madián tenía siete hijas, quienes fueron a sacar agua para llenar los abrevaderos y dar de beber a las ovejas de su padre. 17 Pero vinieron unos pastores y las echaron. Entonces Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas.
18 Cuando ellas volvieron a Reuel su padre, él les preguntó:
—¿Por qué han vuelto tan pronto hoy?
19 Ellas le respondieron:
—Un hombre egipcio nos libró de mano de los pastores, y también nos sacó agua y dio de beber a las ovejas.
20 Él preguntó a sus hijas:
—¿Y dónde está? ¿Por qué han abandonado a este hombre? Llámenlo para que coma algo.
21 Moisés aceptó vivir con aquel hombre, y él dio su hija Séfora a Moisés. 22 Ella dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Gersón[a], porque dijo: “Fui forastero en tierra extranjera”.
Moisés es enviado para librar a Israel
23 Aconteció después de muchos años que el rey de Egipto murió. Los hijos de Israel gemían a causa de la esclavitud y clamaron a Dios, y el clamor de ellos a causa de su esclavitud subió a Dios. 24 Dios oyó el gemido de ellos y se acordó de su pacto con Abraham, con Isaac y con Jacob. 25 Dios miró a los hijos de Israel y reconoció su condición.
27 Por la fe abandonó Egipto sin temer la ira del rey porque se mantuvo como quien ve al Invisible. 28 Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.
Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano