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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Habacuc 1-3

Habacuc se queja de injusticia

Oráculo que tuvo en visión el profeta Habacuc.

¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?

¿Por qué me haces ver iniquidad, y toleras la vista de la aflicción? Destrucción y violencia hay delante de mí, y se levantan pleitos y contiendas.

Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.

Los caldeos castigarán a Judá

Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os cuente, no la creeréis.

Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación feroz y fogosa, que camina por la anchura de la tierra para apoderarse de las moradas ajenas.

Formidable es y terrible; de ella misma procede su derecho y su exaltación.

Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se desplegarán rápidamente; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar.

Todos ellos vendrán para arrojarse a la presa; el terror va delante de ellos, y recogerán cautivos como arena.

10 Escarnecen a los reyes, y de los príncipes hacen burla; se ríen de toda fortaleza, pues levantan terraplenes y la toman.

11 Luego pasan barriéndolo todo como el huracán, y se cargan de culpa, haciendo de su fuerza su dios.

Protesta de Habacuc

12 ¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, mi Dios, mi Santo? No moriremos. Oh Jehová, lo pusiste para ejecutar tus juicios; y tú, oh Roca, lo estableciste para castigar.

13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, y no puedes contemplar inactivo el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él,

14 y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne?

15 Sacará a todos con anzuelo, los recogerá con su red, y los juntará en sus mallas; por lo cual se alegrará y se regocijará.

16 Por esto hará sacrificios a su red, y ofrecerá sahumerios a sus mallas; porque con ellas acrecienta su porción, y hace suculenta su comida.

17 ¿Continuará, por tanto, vaciando su red, y no tendrá piedad de aniquilar naciones continuamente?

Jehová responde a Habacuc

Estaré en mi puesto de guardia, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que me dirá, y qué responderá tocante a mi queja.

Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y grábala bien clara en tablas, para que el que pase corriendo, pueda leerla.

Aunque la visión está aún por cumplirse a su tiempo, se apresura hacia el fin y no defraudará; aunque tarde, espéralo, porque, sin duda, vendrá y no se retrasará.

He ahí al orgulloso: su alma no es recta en él, mas el justo por su fe vivirá.

Y también el vino es traicionero, el hombre soberbio no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se sacia; antes reunió para sí todas las gentes, y juntó para sí todos los pueblos.

Ayes contra los injustos

¿No han de levantar todos éstos refrán sobre él, y sarcasmos contra él? Dirán: ¡Ay del que acaparó lo que no era suyo! ¿Hasta cuándo había de acumular sobre sí prenda tras prenda?

¿No se levantarán de repente tus deudores, y se despertarán los que te harán temblar, y serás despojo para ellos?

Por cuanto tú has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán, a causa de la sangre de los hombres, y de la violencia hecha a la tierra, a las ciudades y a todos los que habitan en ellas.

¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder de la adversidad!

10 Has decretado la vergüenza para tu casa, pues asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu propia alma.

11 Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.

12 ¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad!

13 ¿No es esto de Jehová de los ejércitos: Que los pueblos trabajen para el fuego, y las naciones se fatiguen para la vanidad?

14 Pero la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.

15 ¡Ay del que hace beber a su prójimo, y le añade del cáliz de tu furor hasta embriagar para mirar su desnudez!

16 Te has llenado de deshonra más que de honra; bebe tú también, y muestra tu prepucio; el cáliz de la mano derecha de Jehová vendrá hasta ti, y vómito de afrenta caerá sobre tu gloria.

17 Porque la violencia hecha en el Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las bestias te quebrantará, a causa de la sangre de los hombres, y de la violencia hecha a la tierra, a las ciudades y a todos los que en ellas habitaban.

18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo?; ¿la estatua de fundición que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?

19 ¡Ay del que dice al leño: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí que está cubierto de oro y plata, pero no hay aliento vital dentro de él.

20 Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra.

Oración de Habacuc

Oración del profeta Habacuc, en tonos diversos.

Oh Jehová, he oído lo que se dice de ti, y temí.
Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos,
En medio de los tiempos hazla conocer;
En la ira acuérdate de la compasión.
Dios viene de Temán,
Y el Santo desde el monte de Parán.
Selah
Su gloria cubre los cielos.
Y la tierra está llena de su alabanza.
Y el resplandor es como la luz del sol;
Rayos brillantes salen de su mano.
Y allí está escondido su poder.
Delante de su rostro va la pestilencia,
Y adondequiera que va, salen carbones encendidos.
Se levantó, y sacudió la tierra;
Miró, e hizo temblar las gentes;
Los montes antiguos fueron desmenuzados,
Los collados antiguos se humillaron.
Son sus caminos de siempre.
He visto las tiendas de Cusán en aflicción;
Las tiendas de la tierra de Madián temblaron.
¿Te airaste, oh Jehová, contra los ríos?
¿Contra los ríos se encendió tu furia?
¿Fue tu ira contra el mar
Cuando montaste en tus caballos,
Y en tus carros de victoria?
Se descubrió enteramente tu arco;
Los juramentos a las tribus fueron palabra segura.
Selah
Hendiste la tierra con ríos.
10 Te vieron y tuvieron temor los montes;
Se desbordó la inundación de las aguas;
El abismo dio su voz,
A lo alto alzó sus manos.
11 El sol y la luna se pararon en su lugar,
A la luz de tus saetas que volaban,
Y al resplandor de tu fulgente lanza.
12 Con ira hollaste la tierra,
Con furor trillaste las naciones.
13 Saliste para socorrer a tu pueblo,
Para socorrer a tu ungido.
Heriste la cabeza de la casa del impío,
Descubriendo los fundamentos hasta el cuello.
Selah
14 Traspasaste con sus propios dardos las cabezas de sus guerreros,
Que como tempestad acometieron para dispersarme,
Cuyo regocijo era como para devorar al pobre encubiertamente.
15 Caminaste en el mar con tus caballos,
Sobre la mole de las grandes aguas.
16 Cuando lo oí se conmovieron mis entrañas;
A la voz, temblaron mis labios;
La caries penetra en mis huesos, y me estremecí sobre mis pies;
Si bien espero tranquilo el día de la angustia,
Cuando suba él contra el pueblo al que invade.
17 Pues aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas falten en el aprisco,
Y no haya vacas en los establos;
18 Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me regocijaré en el Dios de mi salvación.
19 Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como los de las ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.

Apocalipsis 15

Los siete ángeles con las siete últimas plagas

15 Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían siete plagas, las últimas; porque en ellas se consumaba el furor de Dios.

Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con arpas de Dios.

Y cantaban el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.

¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre?, pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.

Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el santuario del tabernáculo del testimonio;

y del santuario salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con ceñidores de oro.

Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas del furor de Dios, que vive por los siglos de los siglos.

Y el santuario se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el santuario hasta que se consumaran las siete plagas de los siete ángeles.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.