Old/New Testament
El valle de los huesos secos
37 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó Jehová en espíritu y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.
2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿pueden revivir estos huesos? Y respondí: Señor Jehová, tú lo sabes.
4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.
5 Así dice el Señor Jehová a estos huesos: He aquí que yo haré entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
6 Y pondré tendones sobre vosotros, haré crecer sobre vosotros la carne, os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, e inmediatamente una conmoción; y los huesos se juntaron, cada hueso en su sitio.
8 Y miré, y he aquí que había tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.
9 Entonces me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así dice el Señor Jehová: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
10 Así que profeticé como me había mandado, y entró el espíritu en ellos, y vivieron, y se pusieron en pie; un ejército grande en extremo.
11 Me dijo luego: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. He aquí que ellos dicen: Nuestros huesos están secos, y se ha perdido nuestra esperanza; y estamos cortados del todo.
12 Por tanto, profetiza, y diles: Así dice el Señor Jehová: He aquí que yo voy a abrir vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.
13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando haya abierto vuestros sepulcros, y os haga salir de vuestras sepulturas, pueblo mío.
14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os instalaré en vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.
Judá e Israel en un solo reino
15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
16 Hijo de hombre, toma ahora un palo, y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y de toda la casa de Israel sus compañeros.
17 Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y se hagan uno solo en tu mano.
18 Y cuando te pregunten los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos explicarás lo que significa eso?,
19 diles: Así dice el Señor Jehová: He aquí que yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré juntamente con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y se harán uno en mi mano.
20 Y los palos sobre los que escribas estarán en tu mano delante de sus ojos,
21 y les dirás: Así dice el Señor Jehová: He aquí, yo voy a tomar a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra;
22 y los haré una sola nación en la tierra, en los montes de Israel, y un solo rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más estarán divididos en dos reinos.
23 Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, ni con sus abominaciones, ni con ninguna de sus transgresiones; y los sacaré de todas las habitaciones en las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios.
24 Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis ordenanzas, y guardarán mis estatutos, y los pondrán por obra.
25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre.
26 Y haré con ellos pacto de paz, será un pacto perpetuo con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre.
27 Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
28 Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre.
Profecía contra Gog, rey de Magog
38 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Gog en tierra de Magog, príncipe soberano de Mésec y Tubal, y profetiza contra él,
3 y di: Así dice el Señor Jehová: He aquí que yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mésec y Tubal.
4 Y te haré dar media vuelta, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, todos perfectamente equipados, gran multitud con paveses y escudos, blandiendo todos ellos espada;
5 Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo;
6 Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarmá, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo.
7 Prepárate y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su comandante en jefe.
8 De aquí a muchos días recibirás la orden; al cabo de muchos años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, contra los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos moran confiadamente.
9 Subirás tú, y vendrás como una tempestad; como un nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.
10 Así dice el Señor Jehová: En aquel día subirán pensamientos a tu corazón y concebirás malvados designios,
11 y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas;
12 para arrebatar despojos y para tomar botín, para extender tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que ha repuesto su ganado y su hacienda, y que habita en el centro de la tierra.
13 Sebá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis con todos sus magnates, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para llevarte la plata y el oro, para tomar ganados y posesiones, para hacer un gran botín?
14 Por tanto, profetiza hijo de hombre, y di a Gog: Así dice el Señor Jehová: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habite con seguridad, ¿no lo sabrás tú?
15 Vendrás de tu lugar, de las más remotas regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, una gran multitud y un poderoso ejército,
16 y subirás contra mi pueblo Israel como un nublado para cubrir la tierra; esto será al final de los días; y te traeré contra mi tierra, para que las naciones me conozcan, cuando sea santificado a costa tuya, oh Gog, delante de sus ojos.
17 Así dice el Señor Jehová: ¿Eres tú aquel de quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos, durante muchos años, que yo te había de traer contra ellos?
18 Ocurrirá en aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel, dice Jehová el Señor, que subirá mi ira en mi enojo.
19 Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: De cierto en aquel tiempo habrá un gran terremoto en la tierra de Israel;
20 tanto, que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y las rocas caerán, y todo muro caerá por tierra.
21 Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice el Señor Jehová; la espada de cada cual se volverá contra su hermano.
22 Y yo litigaré contra él con peste y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.
23 Así manifestaré mi grandeza y mi santidad, y me daré a conocer ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová.
39 Tú, pues, hijo de hombre, profetiza contra Gog, y di: Así dice el Señor Jehová: He aquí que yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mésec y Tubal.
2 Y te haré dar media vuelta, y te conduciré y te haré subir de las más remotas partes del norte, y te traeré sobre los montes de Israel;
3 y romperé tu arco en tu mano izquierda, y haré caer tus saetas de tu mano derecha.
4 Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que estén contigo; a las aves de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te daré por comida.
5 Sobre la faz del campo caerás; porque yo he hablado, dice el Señor Jehová.
6 Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en las islas; y sabrán que yo soy Jehová.
7 Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más consentiré que sea profanado mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, el Santo en Israel.
8 He aquí que esto llega y se va a cumplir, dice el Señor Jehová; éste es el día del cual he hablado.
9 Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán a prender fuego y a entregar a las llamas las armas; escudos y paveses, arcos y saetas, mazas y lanzas; y los quemarán en el fuego por siete años.
10 No traerán leña del campo, ni cortarán de los bosques, sino que quemarán las armas en el fuego; y despojarán a sus despojadores, y robarán a los que les robaron, dice el Señor Jehová.
11 En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle de Hamón-gog.
12 Y la casa de Israel los estará enterrando por siete meses, para limpiar la tierra.
13 Los enterrará todo el pueblo de la tierra, y será para ellos un motivo de renombre; el día en que yo seré glorificado, dice el Señor Jehová.
14 Y tomarán hombres a jornal que vayan continuamente por el país para enterrar, con ayuda de los que viajen, a los que queden sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete meses harán el reconocimiento.
15 Y cuando pasen los que viajen por el país, y alguien vea los huesos de algún hombre, pondrá junto a ellos una señal, hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog.
16 Y también el nombre de la ciudad será Hamoná; así limpiarán la tierra.
17 Y tú, hijo de hombre, así dice el Señor Jehová: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes al banquete que preparo para vosotros, un gran banquete sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre.
18 Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; carneros, corderos, machos cabríos, bueyes y toros engordados de Basán son todos ellos.
19 Comeréis la gordura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de las víctimas que para vosotros he preparado.
20 Y os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes, de hombres fuertes y de todos los hombres de guerra, dice el Señor Jehová.
21 Y pondré en alto mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi mano con que los habré herido.
22 Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios.
23 Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado, por cuanto me fueron infieles, y yo escondí de ellos mi rostro, y los entregué en manos de sus enemigos, y cayeron todos a espada.
24 Conforme a su inmundicia y conforme a sus transgresiones hice con ellos, y escondí de ellos mi rostro.
25 Por tanto, así dice el Señor Jehová: Ahora voy a hacer volver a los cautivos de Jacob, y tendré compasión de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre.
26 Y ellos llevarán sobre sí su vergüenza, y toda su infidelidad con que prevaricaron contra mí, cuando habiten en su tierra con seguridad y no haya quien los espante;
27 cuando yo los haya traído de entre los pueblos, y los haya recogido de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones.
28 Y sabrán que yo soy Jehová su Dios, cuando, después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos.
29 Y no esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice el Señor Jehová.
Falsos profetas y falsos maestros
2 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Dueño que los compró, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.
2 Y muchos seguirán la lascivia de ellos, por causa de los cuales el camino de la verdad era blasfemado,
3 y en su avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. El juicio pronunciado sobre ellos hace tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme.
4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados hasta el juicio;
5 y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre un mundo de impíos;
6 y si condenó a la destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas como ejemplo a los que habían de vivir impíamente,
7 y libró al justo Lot, abrumado por la conducta licenciosa de aquellos libertinos
8 (porque este justo, que residía entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos),
9 sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio;
10 y especialmente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el Señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores,
11 mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en poder, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor.
12 Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición,
13 recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar del placer efímero. Éstos son inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores.
14 Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.
15 Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el pago de la iniquidad,
16 y fue reprendido por su transgresión; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.
17 Éstos son fuentes sin agua, y brumas empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre.
18 Pues pronunciando palabras arrogantes y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y sensualidad a los que acaban de escapar de los que viven en error.
19 Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno, queda hecho esclavo del que lo venció.
20 Porque si, después de haber escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero.
21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.
22 Les ha acontecido lo de aquel proverbio tan verdadero: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.