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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Salmos 119:89-176

Lámed

89 Para siempre, oh Jehová,
Permanece tu palabra en los cielos.
90 De generación en generación es tu fidelidad;
Como tú has fijado la tierra, y está firme.
91 Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,
Pues todas ellas son siervas tuyas.
92 Si tu ley no hubiese sido mi delicia,
Ya habría perecido en mi desdicha.
93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
Porque con ellos me das la vida.
94 Tuyo soy yo, sálvame,
Porque voy buscando tus mandamientos.
95 Los impíos me han aguardado para destruirme;
Mas yo consideraré tus testimonios.
96 De todo lo perfecto he visto un límite;
Pero ¡cuán inmenso es tu mandamiento!

Mem

97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley!
Todo el día es ella mi meditación.
98 Más sabio que mis enemigos me has hecho con tus mandamientos,
Porque siempre están conmigo.
99 He llegado a tener mayor discernimiento que todos mis maestros,
Porque tus testimonios son mi meditación.
100 Poseo más cordura que los viejos,
Porque he guardado tus mandamientos;
101 De todo mal camino retraigo mis pies,
Para guardar tu palabra.
102 No me aparto de tus juicios,
Porque tú me instruyes.
103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca.
104 Por tus mandamientos he adquirido inteligencia;
Por eso, odio todo camino de mentira.

Nun

105 Lámpara es para mis pies tu palabra,
Y luz para mi camino.
106 Juré y lo confirmo
Que guardaré tus justos juicios.
107 Afligido estoy en gran manera;
Hazme vivir, oh Jehová, con forme a tu palabra.
108 Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca,
Y me enseñes tus juicios.
109 Mi vida está de continuo en peligro,
Mas no me he olvidado de tu ley.
110 Me han tendido un lazo los impíos,
Pero yo no me desvié de tus mandamientos.
111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre,
Porque son el gozo de mi corazón.
112 Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos
De continuo, hasta el fin.

Sámec

113 Aborrezco a los hombres hipócritas;
Y amo tu ley.
114 Mi refugio y mi escudo eres tú;
En tu palabra espero.
115 Apartaos de mí, malvados,
Pues yo quiero guardar los mandamientos de mi Dios.
116 Sostenme conforme a tu palabra, y viviré;
Y no quede yo avergonzado de mi esperanza.
117 Apóyame, y seré salvo,
Y me deleitaré siempre en tus estatutos.
118 Deshaces a todos los que se desvían de tus estatutos,
Porque su astucia es falsedad.
119 Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra;
Por eso amo tus testimonios.
120 Mi carne se estremece por temor de ti,
Y de tus juicios tengo miedo.

Ayin

121 Juicio y justicia he practicado;
No me abandones a mis opresores.
122 Sal fiador de tu siervo para bien;
No permitas que los soberbios me opriman.
123 Mis ojos languidecen en pos de tu salvación,
Y de la palabra de tu justicia.
124 Haz con tu siervo según tu misericordia,
Y enséñame tus estatutos.
125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento
Para conocer tus testimonios.
126 Es hora de actuar, oh Jehová,
Porque han violado tu ley.
127 Por eso amo yo tus mandamientos
Más que el oro; más que el oro muy fino.
128 Por eso me dejo guiar por todos tus mandamientos sobre todas las cosas.
Y aborrezco todo camino de mentira.

Pe

129 Maravillosos son tus testimonios;
Por eso los guarda mi alma.
130 Al abrirse, iluminan tus palabras;
Hacen entender a los sencillos.
131 Mi boca abrí y aspiré con afán,
Porque anhelaba tus mandamientos.
132 Mírame, y ten misericordia de mí,
Como acostumbras con los que aman tu nombre.
133 Afianza mis pasos con tu palabra,
Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
134 Líbrame de la violencia de los hombres,
Y guardaré tus mandamientos.
135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo,
Y enséñame tus estatutos.
136 Ríos de agua descendieron de mis ojos,
Por los que no guardan tu ley.

Tsade

137 Justo eres tú, oh Jehová,
Y rectos tus juicios.
138 Tus testimonios, que has recomendado,
Son rectos y muy fieles.
139 Mi celo me ha consumido,
Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
140 Sumamente acrisolada es tu palabra,
Y la ama tu siervo.
141 Pequeño soy yo, y despreciable,
Mas no me olvido de tus mandamientos.
142 Tu justicia es justicia eterna,
Y tu ley es verdad.
143 Aflicción y angustia se han apoderado de mí,
Mas tus mandamientos son mis delicias.
144 Justicia eterna son tus testimonios;
Hazme entender y tendré vida.

Cof

145 Clamo con todo mi corazón; respóndeme, Jehová,
Y guardaré tus estatutos.
146 A ti clamo; sálvame,
Y guardaré tus testimonios.
147 Me anticipo a la aurora, y clamo;
Espero en tu palabra.
148 Se anticipan mis ojos a las vigilias de la noche,
Para meditar en tus mandatos.
149 Escucha mi voz conforme a tu misericordia;
Oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio.
150 Se acercan los malvados que me persiguen;
Están alejados de tu ley.
151 Cercano estás tú, oh Jehová,
Y todos tus mandamientos son verdad.
152 Hace ya mucho que comprendí
Que has establecido tus testimonios para siempre.

Resh

153 Mira mi aflicción, y líbrame,
Porque de tu ley no me he olvidado.
154 Defiende mi causa, y redímeme;
Vivifícame con tu palabra.
155 Lejos está de los impíos la salvación,
Porque no buscan tus estatutos.
156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová;
Vivifícame conforme a tus juicios.
157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos,
Mas de tus testimonios no me he apartado.
158 Veo a los prevaricadores, y me disgustan,
Porque no guardan tus palabras.
159 Mira, oh Jehová, cómo amo tus mandamientos;
Vivifícame conforme a tu misericordia.
160 El conjunto de tu palabra es verdad,
Y eterno es todo juicio de tu justicia.

Sin

161 Los magnates me han perseguido sin causa,
Pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.
162 Me regocijo en tu palabra
Como el que halla un gran botín.
163 La mentira aborrezco y abomino;
Amo tu ley.
164 Siete veces al día te alabo
Por tus justos juicios.
165 Mucha paz tienen los que aman tu ley,
Y no hay para ellos tropiezo.
166 Tu salvación espero, oh Jehová,
Y tus mandamientos pongo por obra.
167 Mi alma observa tus testimonios,
Y los amo sobremanera.
168 Guardo tus mandamientos y tus testimonios,
Porque todos mis caminos están delante de ti.

Tau

169 Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová;
Dame entendimiento conforme a tu palabra.
170 Llegue mi oración delante de ti;
Líbrame conforme a tu dicho.
171 Mis labios prorrumpen en alabanza
Porque me enseñas tus estatutos.
172 Canta mi lengua tus dichos,
Pues todos tus mandamientos son justicia.
173 Esté tu mano pronta para socorrerme,
Porque he escogido practicar tus mandamientos.
174 Anhelo tu salvación, oh Jehová,
Y tu ley es mi delicia.
175 Viva mi alma para alabarte,
Y tus juicios me ayuden.
176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo,
Porque no me he olvidado de tus mandamientos.

1 Corintios 8

Lo sacrificado a los ídolos

En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.

Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no ha aprendido nada como se debe conocer.

Pero si alguno ama a Dios, ha sido conocido por él.

Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.

Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores),

para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un solo Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo débil, se contamina.

Si bien la comida no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos.

Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles.

10 Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos?

11 Y por el conocimiento tuyo, se arruina el hermano débil por quien Cristo murió.

12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, pecáis contra Cristo.

13 Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.