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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Salmos 40-42

Dios sustenta a su siervo

Para el director del coro. Salmo de David.

40 Al Señor esperé pacientemente(A),
y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor(B).
Me sacó del hoyo de la destrucción(C), del lodo cenagoso;
asentó mis pies sobre una roca[a](D) y afirmó mis pasos(E).
Puso en mi boca un cántico nuevo(F), un canto de alabanza a nuestro Dios;
muchos verán esto, y temerán(G),
y confiarán en el Señor.

Cuán bienaventurado es el hombre que ha puesto en el Señor su confianza[b](H),
y no se ha vuelto a los soberbios(I) ni a los que caen en falsedad(J).
Muchas son, Señor, Dios mío, las maravillas que tú has hecho(K),
y muchos tus designios[c] para con nosotros(L);
nadie hay que se compare contigo;
si los anunciara, y hablara de ellos,
no podrían ser enumerados[d](M).

Sacrificio[e] y ofrenda de cereal no has deseado;
has abierto[f] mis oídos;
holocausto y ofrenda por el pecado[g] no has requerido(N).
Entonces dije: He aquí, vengo;
en el rollo del libro está escrito de[h] mí;
me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío(O);
tu ley está dentro de mi corazón[i](P).

He proclamado buenas nuevas de justicia en la gran congregación(Q);
he aquí, no refrenaré mis labios(R),
oh Señor, tú lo sabes(S).
10 No he escondido tu justicia dentro de mi corazón(T);
he proclamado tu fidelidad y tu salvación(U);
no he ocultado a la gran congregación tu misericordia y tu fidelidad[j].

11 Tú, oh Señor, no retengas tu compasión[k] de mí;
tu misericordia y tu fidelidad me guarden continuamente(V),
12 porque me rodean males sin número(W);
mis iniquidades me han alcanzado(X), y no puedo ver;
son más numerosas que los cabellos de mi cabeza(Y),
y el corazón me falla[l](Z).

13 (AA)Ten a bien, oh Señor, libertarme;
apresúrate, Señor, a socorrerme(AB).
14 Sean avergonzados y humillados a una(AC)
los que buscan mi vida[m] para destruirla(AD);
sean vueltos atrás y cubiertos de ignominia
los que se complacen en mi mal[n].
15 Queden atónitos a causa de su vergüenza(AE)
los que me dicen: ¡Ajá, ajá(AF)!
16 Regocíjense y alégrense en ti todos los que te buscan;
que digan continuamente: ¡Engrandecido sea el Señor(AG)!
los que aman tu salvación.
17 Por cuanto yo estoy afligido y necesitado(AH),
el Señor me tiene en cuenta(AI).
Tú eres mi socorro y mi libertador;
Dios mío, no te tardes.

Oración en la enfermedad y en la tristeza

Para el director del coro. Salmo de David.

41 Bienaventurado el que piensa en el pobre[o](AJ);
en el día del mal[p] el Señor lo librará(AK).
El Señor lo protegerá y lo mantendrá con vida(AL),
y será bienaventurado[q] sobre la tierra(AM);
y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos(AN).
El Señor lo sostendrá en su lecho de enfermo;
en su enfermedad, restaurarás su salud[r].

Yo dije: Oh Señor, ten piedad de mí;
sana mi alma(AO), porque contra ti he pecado(AP).
Mis enemigos hablan mal contra mí(AQ), diciendo:
¿Cuándo morirá y perecerá su nombre?
Y si alguno viene a verme, habla falsedades[s](AR);
su corazón recoge iniquidad para sí;
cuando sale fuera, lo publica.
Todos los que me odian murmuran a una contra mí;
traman hacerme daño(AS), diciendo:
Una cosa del demonio[t] ha sido derramada sobre[u] él,
así que cuando se acueste, no volverá a levantarse(AT).
Aun mi íntimo amigo en quien yo confiaba,
el que de mi pan comía,
contra mí ha levantado su calcañar(AU).

10 Pero tú, oh Señor, ten piedad de mí y levántame(AV),
para que yo les pague como se merecen.
11 Por esto sé que conmigo te complaces(AW),
porque mi enemigo no canta victoria[v] sobre mí(AX).
12 En cuanto a mí, me mantienes en mi integridad(AY),
y me afirmas en tu presencia para siempre(AZ).

13 Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
desde la eternidad hasta la eternidad.
Amén y amén(BA).

LIBRO SEGUNDO

Sed de Dios en la angustia y en el destierro

Para el director del coro. Masquil[w] de los hijos de Coré.

42 Como el ciervo[x] anhela[y] las corrientes de agua,
así suspira[z] por ti, oh Dios, el alma mía(BB).
Mi alma tiene sed de Dios(BC), del Dios viviente(BD);
¿cuándo vendré y me presentaré delante[aa] de Dios(BE)?
Mis lágrimas han sido mi alimento de día y de noche(BF),
mientras me dicen todo el día: ¿Dónde está tu Dios(BG)?
Me acuerdo de estas cosas y derramo mi alma dentro de mí(BH);
de cómo iba yo con la multitud y la guiaba hasta la casa de Dios(BI),
con voz de alegría y de acción de gracias(BJ), con la muchedumbre en fiesta.

¿Por qué te abates[ab], alma mía(BK),
y por qué te turbas dentro de mí(BL)?
Espera en[ac] Dios(BM), pues he de alabarle otra vez[ad]
por la salvación[ae] de su presencia[af](BN).
Dios mío, mi alma está en mí deprimida[ag];
por eso me acuerdo de ti(BO) desde la tierra del Jordán(BP),
y desde las cumbres del Hermón[ah](BQ), desde el monte Mizar.
Un abismo llama a otro abismo a la voz de tus cascadas;
todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí(BR).
De día mandará el Señor su misericordia(BS),
y de noche su cántico estará conmigo(BT);
elevaré una oración al Dios de mi vida(BU).

A Dios, mi roca[ai](BV), diré: ¿Por qué me has olvidado?
¿Por qué ando sombrío(BW) por la opresión del enemigo[aj](BX)?
10 Como quien quebranta mis huesos, mis adversarios me afrentan,
mientras me dicen todo el día: ¿Dónde está tu Dios(BY)?
11 ¿Por qué te abates[ak], alma mía,
y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en[al] Dios, pues he de alabarle otra vez[am].
¡Él es la salvación[an] de mi ser[ao], y mi Dios(BZ)!

Hechos 27:1-26

Pablo sale para Roma

27 Cuando se decidió que deberíamos(A) embarcarnos para Italia(B), fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía[a](C) Augusta, llamado Julio. Y embarcándonos en una nave adramitena que estaba para zarpar hacia las regiones de la costa de Asia[b](D), nos hicimos a la mar acompañados por Aristarco, un macedonio(E) de Tesalónica(F). Al día siguiente llegamos a Sidón(G). Julio trató a Pablo con benevolencia(H), permitiéndole ir a sus amigos y ser atendido por ellos(I). De allí partimos y navegamos al abrigo de la isla de Chipre(J), porque los vientos eran contrarios(K). Y después de navegar atravesando el mar frente a[c] las costas de Cilicia(L) y de Panfilia(M), llegamos a Mira de Licia. Allí el centurión halló una nave alejandrina(N) que iba[d] para Italia(O), y nos embarcó en ella. Y después de navegar lentamente por muchos días, y de llegar con dificultad frente a Gnido, pues el viento no nos permitió(P) avanzar más[e], navegamos al abrigo de Creta(Q), frente a Salmón; y costeándola(R) con dificultad, llegamos a un lugar llamado Buenos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea.

La tempestad en el mar

Cuando ya había pasado mucho tiempo y la navegación se había vuelto peligrosa, pues hasta el Ayuno[f](S) había pasado ya, Pablo los amonestaba, 10 diciéndoles: Amigos[g], veo que de seguro este viaje va a ser con perjuicio y graves pérdidas(T), no solo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras vidas. 11 Pero el centurión se persuadió más por lo dicho por el piloto(U) y el capitán[h] del barco, que por lo que Pablo decía. 12 Y como el puerto no era adecuado para invernar, la mayoría tomó la decisión de hacerse a la mar desde allí, por si les era posible arribar a Fenice, un puerto de Creta(V) que mira hacia el nordeste y el sudeste[i], y pasar el invierno allí. 13 Cuando comenzó a soplar un moderado[j] viento del sur, creyendo que habían logrado su propósito, levaron anclas y navegaban(W) costeando a Creta(X). 14 Pero no mucho después, desde tierra[k] comenzó a soplar[l] un viento huracanado(Y) que se llama Euroclidón[m], 15 y siendo azotada[n] la nave, y no pudiendo hacer frente al viento nos abandonamos a él y nos dejamos llevar a la deriva. 16 Navegando[o] al abrigo de una pequeña isla llamada Clauda[p], con mucha dificultad pudimos sujetar el esquife. 17 Después que lo alzaron, usaron amarras[q] para ceñir la nave; y temiendo encallar(Z) en los bancos de Sirte, echaron el ancla flotante[r] y[s] se abandonaron a la deriva. 18 Al día siguiente, mientras éramos sacudidos furiosamente por la tormenta, comenzaron a arrojar la carga[t](AA); 19 y al tercer día, con sus propias manos arrojaron al mar los aparejos de la nave. 20 Como ni el sol ni las estrellas aparecieron por muchos días, y una tempestad no pequeña se abatía sobre nosotros, desde entonces fuimos abandonando toda esperanza de salvarnos. 21 Cuando habían pasado muchos días sin comer[u], Pablo se puso en pie en medio de ellos y dijo: Amigos[v], debierais haberme hecho caso[w] y no haber zarpado de Creta(AB), evitando[x] así este perjuicio y pérdida(AC). 22 Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo(AD), porque no habrá pérdida de vida entre vosotros, sino solo del barco. 23 Porque esta noche estuvo en mi presencia(AE) un ángel del Dios(AF) de quien soy y a quien sirvo(AG), 24 diciendo: «No temas, Pablo; has de comparecer ante el César(AH); y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo(AI)». 25 Por tanto, tened buen ánimo(AJ) amigos[y], porque yo confío en Dios, que acontecerá[z] exactamente como se me dijo. 26 Pero tenemos que encallar(AK) en cierta isla(AL).

La Biblia de las Américas (LBLA)

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