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Old/New Testament

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Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
2 Reyes 15-16

Azarías, rey de Judá

15 Azarías hijo de Amasías comenzó a gobernar en Judá cuando Jeroboán II llevaba veintisiete años reinando en Israel. Cuando Azarías subió al trono de Judá tenía dieciséis años, y reinó en Jerusalén durante cincuenta y dos años. Su madre era Jecolías, de Jerusalén.

Azarías fue un buen rey, y agradó al Señor, tal como lo había hecho su padre Amasías. Pero a semejanza de sus antecesores, no destruyó los santuarios situados sobre las colinas, donde el pueblo hacía sacrificios y quemaba incienso.

El Señor lo atacó con lepra, la que le duró hasta el día de su muerte. Por esta razón vivió solo en una casa. Su hijo Jotán ejercía el gobierno.

El resto de la historia de Azarías está escrito en el libro de los reyes de Judá. Cuando Azarías murió, fue sepultado con sus antepasados en la Ciudad de David, en Jerusalén, y su hijo Jotán fue el nuevo rey.

Zacarías, rey de Israel

Zacarías hijo de Jeroboán comenzó a reinar en Israel cuando Azarías llevaba treinta y ocho años reinando en Judá. Zacarías reinó en Samaria seis meses, y fue un rey malo ante los ojos del Señor, a la manera de sus antecesores. A semejanza de Jeroboán hijo de Nabat, fomentó en Israel el pecado de la adoración a los ídolos.

10 Entonces Salún hijo de Jabés conspiró contra él y lo asesinó en Ibleam, y tomó la corona. 11 El resto de la historia de Zacarías está en el libro de los reyes de Israel. 12 De esta manera se cumplió la afirmación que el Señor había hecho a Jehú: «Tu hijo, tu nieto y tu bisnieto serán reyes de Israel».

Salún, rey de Israel

13 Salún hijo de Jabés comenzó a reinar en Israel en el año treinta y nueve del reinado de Uzías en Judá. Salún solo alcanzó a reinar durante un mes, 14 pues Menajem hijo de Gadí fue de Tirsá a Samaria y lo mató, y se apoderó del trono.

15 Los demás detalles del reinado de Salún y su conspiración están escritos en el libro de los reyes de Israel.

16 Menajem destruyó la ciudad de Tifsa y los lugares circundantes, comenzando por Tirsá, porque sus ciudadanos se negaron a aceptarlo como rey. Dio muerte a toda la población, y les abrió el vientre a las mujeres que estaban embarazadas.

Menajem, rey de Israel

17 Menajem hijo de Gadí subió al trono de Israel en el año treinta y nueve del reinado de Azarías, rey de Judá. Reinó diez años en Samaria. 18 También fue un rey muy malo. Adoró ídolos, siguiendo así el ejemplo de Jeroboán hijo de Nabat que condujo al pueblo de Israel al pecado.

19-20 Entonces el rey Pul, es decir, Tiglat Piléser, de Asiria, invadió la tierra, pero el rey Menajem lo compró con un regalo de treinta y tres mil kilos de plata, para que lo dejara seguir siendo rey de Israel. Para conseguir esa cantidad de plata, Menajem obligó a los ricos de Israel a entregar, como impuesto, medio kilo de plata. Entonces Tiglat Piléser se regresó a su tierra.

21 El resto de la historia del rey Menajem está escrito en el libro de los reyes de Israel. 22 Cuando murió le sucedió su hijo Pecajías.

Pecajías, rey de Israel

23 Pecajías hijo de Menajem comenzó a reinar en Israel cuando Azarías llevaba cincuenta años reinando en Judá. Pecajías reinó en Samaria dos años, 24 pero hizo lo que ofende al Señor, pues siguió el ejemplo de Jeroboán hijo de Nabat que hizo pecar a Israel, conduciéndolo a la idolatría.

25 Entonces Pecaj hijo de Remalías, que era uno de los oficiales del ejército, conspiró contra él con cincuenta hombres de Galaad, y lo asesinaron en el palacio de Samaria. (Argob y Arié también murieron en aquella ocasión). Después de matar al rey, Pecaj se apoderó del trono de Israel.

26 El resto de la historia del rey Pecajías está escrito en el libro de los reyes de Israel.

Pecaj, rey de Israel

27 Pecaj hijo de Remalías comenzó a reinar en Israel cuando Azarías llevaba cincuenta y dos años reinando en Judá. Pecaj reinó en Samaria veinte años, 28 pero hizo lo malo ante los ojos del Señor, pues siguió el ejemplo de Jeroboán hijo de Nabat que hizo pecar a Israel, conduciéndolo a la idolatría.

29 Fue durante su reinado que el rey Tiglat Piléser, de los asirios, dirigió un ataque contra Israel. Capturó las ciudades de Iyón, Abel Betmacá, Janoa, Cedes, Jazor, Galaad, Galilea, y toda la tierra de Neftalí, y llevó al pueblo cautivo a Asiria. 30 Entonces Oseas hijo de Elá conspiró contra Pecaj, y lo asesinó. Eso ocurrió en el año veinte del reinado de Jotán en Judá. De esa manera Oseas se apoderó del trono de Israel.

31 El resto de la historia del reinado de Pecaj está escrito en el libro de los reyes de Israel.

Jotán, rey de Judá

32-33 Jotán hijo de Uzías comenzó a reinar en Judá cuando Pecaj hijo de Remalías llevaba dos años reinando en Israel. Jotán tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante dieciséis años. Su madre fue Jerusa, hija de Sadoc. 34-35 En términos generales, Jotán fue un buen rey. Como su padre Uzías, siguió al Señor. Pero no destruyó los santuarios de las colinas, donde el pueblo hacía sacrificios y quemaba incienso. Fue durante su reinado que se construyó la puerta superior del templo del Señor.

36 El resto de la historia de Jotán se encuentra escrito en el libro de los reyes de Judá. 37 En aquellos días, el Señor hizo que Rezín, rey de Siria, y Pecaj hijo de Remalías, de Israel, atacaran a Judá. 38 Cuando Jotán murió, fue sepultado con los demás reyes de Judá en el cementerio real, en la Ciudad de David. Luego subió al trono su hijo Acaz.

Acaz, rey de Judá

16 Acaz hijo de Jotán comenzó a reinar en Judá cuando Pecaj hijo de Remalías llevaba diecisiete años reinando en Israel. Tenía veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén dieciséis años. No siguió el ejemplo de su antepasado David, pues hizo lo que no agrada al Señor. Por el contrario, fue tan malo como los reyes de Israel. Tanta fue su maldad, que hasta sacrificó en el fuego a su hijo, para ofrecérselo a un dios falso, que era una ceremonia repugnante que practicaba la gente que antes vivía en aquella tierra que el Señor le dio a su pueblo Israel. También sacrificó y quemó incienso en los santuarios de las colinas y en los numerosos altares que había bajo los árboles frondosos.

Un día, el rey Rezín, de Siria, y el rey Pecaj hijo de Remalías, de Israel, le declararon la guerra a Acaz, y sitiaron a Jerusalén; pero no la pudieron conquistar. Sin embargo, en aquel tiempo el rey Rezín, de Siria, recuperó la ciudad de Elat, expulsó a los judíos que vivían allí y puso habitantes sirios en ella. Luego llegaron los edomitas y se quedaron a vivir allí hasta hoy.

Entonces el rey Acaz envió un mensajero al rey Tiglat Piléser, de Asiria, con el siguiente mensaje: «Soy tu siervo y amigo. Por favor, te ruego que vengas y me libres de los reyes de Siria y de Israel, que han venido a atacarme». Junto con el mensaje, le envió como regalo la plata y el oro del templo del Señor y de los tesoros de la casa del rey. El rey de Asiria atendió su ruego, y fue y atacó la ciudad de Damasco, capital de Siria, y la conquistó. Mató al rey Rezín, y tomó como prisioneros a los habitantes de la ciudad y los llevó a vivir a Quir.

10 El rey Acaz fue entonces a Damasco a encontrarse con el rey Tiglat Piléser, y mientras estaba allí vio un altar pagano que le agradó. Hizo un dibujo de ese altar, con sus dimensiones y detalles, y se lo envió al sacerdote Urías con una descripción detallada. 11-12 Antes de que el rey regresara de Damasco, Urías terminó de construir el altar. Cuando Acaz regresó, vio el altar, se acercó a él y presentó una ofrenda. 13 Ofreció un holocausto y una ofrenda de grano, derramó vino en él, y lo roció con la sangre de los animales sacrificados como ofrenda de paz. 14 Luego quitó el altar de bronce que estaba frente al templo del Señor, y lo colocó al lado norte del nuevo altar.

15 Luego dio órdenes al sacerdote Urías de usar el nuevo altar para los holocaustos de la mañana, para la ofrenda de cereal de la tarde, así como para el holocausto y la ofrenda de grano del rey, y para las ofrendas del pueblo, incluyendo sus ofrendas de vino. La sangre del holocausto y de los sacrificios tenía que rociarla sobre el nuevo altar. El antiguo altar fue dejado solamente para uso del rey. 16 Entonces, el sacerdote Urías hizo todo lo que el rey Acaz le ordenó.

17 Luego, el rey hizo quitar los entrepaños de las bases, junto con sus lavamanos. También hizo bajar la fuente de bronce que estaba encima de los bueyes, y la puso sobre una base de piedra. 18 Y, atendiendo a una petición del rey de Asiria, quitó la tarima que se había construido dentro del templo del Señor para la celebración del sábado, así como el pasadizo que era de uso exclusivo del rey.

19 El resto de la historia del reinado de Acaz está escrito en el libro de los reyes de Judá. 20 Cuando Acaz murió, fue sepultado en el cementerio real, en Jerusalén, en la Ciudad de David. Su hijo Ezequías fue el nuevo rey.

Juan 3:1-18

Jesús enseña a Nicodemo

Había un fariseo llamado Nicodemo; era un jefe importante entre los judíos.

Este fue una noche a visitar a Jesús y le dijo:

―Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie puede hacer las señales milagrosas que tú haces si Dios no está con él.

Jesús le dijo:

―Te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios.

Nicodemo preguntó:

―¿Cómo puede uno nacer de nuevo cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar otra vez en el vientre de su madre y nacer de nuevo?

Jesús respondió:

―Te aseguro que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Los que nacen de padres humanos, son humanos; los que nacen del Espíritu, son espíritu. No te sorprendas de que te dije que tienes que nacer de nuevo. El viento sopla por donde quiere y oyes el ruido que produce, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Eso mismo pasa con todos los que nacen del Espíritu.

Nicodemo preguntó:

―¿Cómo es posible que esto suceda?

10 Jesús le respondió una vez más:

―Tú eres maestro de Israel, ¿y no sabes estas cosas? 11 Te aseguro que hablamos de las cosas que sabemos y de las que nosotros mismos hemos sido testigos, pero ustedes no creen lo que les decimos. 12 Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo van a creerme si les hablo de las cosas del cielo? 13 Nadie ha subido jamás al cielo excepto el que bajó del cielo, que es el Hijo del hombre.

Jesús y el amor del Padre

14 »Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también tienen que levantar al Hijo del hombre, 15 para que todo el que crea en él tenga vida eterna.

16 »Dios amó tanto al mundo, que dio a su único Hijo, para que todo el que cree en él no se pierda, sino tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que cree en el Hijo único de Dios no será condenado, pero quien no cree en él ya está condenado.

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