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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Números 26-28

Censo del pueblo en Moab

26 Después de la mortandad, sucedió que el Señor habló con Moisés y Eleazar, el hijo del sacerdote Aarón. Les dijo:

«Levanten un censo(A) de toda la congregación de todos los hijos de Israel, mayores de veinte años, que pueden salir a pelear por Israel, en el orden de las familias de sus antepasados.»

Moisés y el sacerdote Eleazar hablaron con los israelitas en los campos de Moab, es decir, junto al Jordán y frente a Jericó. Les dijeron:

«Cuenten al pueblo mayor de veinte años, tal y como el Señor se lo ordenó a Moisés y a los hijos de Israel que salieron de Egipto.»

De Rubén, primogénito de Israel, fueron contadas las siguientes familias:

De Enoc, la familia de los enoquitas.

De Falú, la familia de los faluitas.

De Jesrón, la familia de los jesronitas.

De Carmi, la familia de los carmitas.

Éstas son las familias de los rubenitas. De ellas fueron contados cuarenta y tres mil setecientos treinta hombres.

Los hijos de Falú: Eliab.

Los hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abirán. Estos Datán y Abirán fueron los dos del consejo de la congregación que, junto con el grupo de Coré, se rebelaron contra Moisés y Aarón, y contra el Señor, 10 cuando la tierra se abrió y se los tragó, a ellos y a Coré, y aquel grupo murió al consumir el fuego a doscientos cincuenta hombres, para que sirviera de escarmiento. 11 Pero los hijos de Coré no murieron.

12 Los hijos de Simeón, en el orden de sus familias:

De Nemuel, la familia de los nemuelitas.

De Jamín, la familia de los jaminitas.

De Jaquín, la familia de los jaquinitas.

13 De Zeraj, la familia de los zeraítas.

De Saúl, la familia de los saulitas.

14 Éstas son las familias de los simeonitas, con un total de veintidós mil doscientos hombres.

15 Los hijos de Gad por sus familias:

De Zefón, la familia de los zefonitas.

De Jaguí, la familia de los haguitas.

De Suni, la familia de los sunitas.

16 De Ozni, la familia de los oznitas.

De Eri, la familia de los eritas.

17 De Arod, la familia de los aroditas.

De Areli, la familia de los arelitas.

18 Éstas son las familias de Gad, con un total de cuarenta mil quinientos hombres.

19 Los hijos de Judá: Er y Onán.

Er y Onán murieron en la tierra de Canaán. 20 Los hijos de Judá, por sus familias, fueron:

De Sela, la familia de los selaítas.

De Fares, la familia de los faresitas.

De Zeraj, la familia de los zeraítas.

21 Los hijos de Fares fueron:

De Jesrón, la familia de los jesronitas.

De Jamul, la familia de los hamulitas.

22 Éstas son las familias de Judá, con un total de setenta y seis mil quinientos hombres.

23 Los hijos de Isacar, en el orden de sus familias:

De Tola, la familia de los tolaítas.

De Fuvá, la familia de los funitas.

24 De Jasub, la familia de los jasubitas.

De Simerón, la familia de los simronitas.

25 Éstas son las familias de Isacar, con un total de sesenta y cuatro mil trescientos hombres.

26 Los hijos de Zabulón, en el orden de sus familias:

De Sered, la familia de los sereditas.

De Elón, la familia de los elonitas.

De Yajelel, la familia de los jahleelitas.

27 Éstas son las familias de los zabulonitas, con un total de sesenta mil quinientos hombres.

28 Los hijos de José, en el orden de sus familias:

Manasés y Efraín.

29 Los hijos de Manasés:

De Maquir, la familia de los maquiritas. Y Maquir engendró a Galaad.

De Galaad, la familia de los galaaditas.

30 Éstos son los hijos de Galaad:

De Yézer, la familia de los jezeritas.

De Jélec, la familia de los helequitas.

31 De Asriel, la familia de los asrielitas.

De Siquén, la familia de los siquemitas.

32 De Semida, la familia de los semidaítas.

De Jéfer, la familia de los jeferitas.

33 Selofejad hijo de Jéfer no tuvo hijos, sino hijas. Los nombres de las hijas de Selofejad fueron Malá, Nogá, Joglá, Milca y Tirsa.

34 Éstas son las familias de Manasés, con un total de cincuenta y dos mil setecientos hombres.

35 Éstos son los hijos de Efraín, en el orden de sus familias:

De Sutelaj, la familia de los sutelaítas.

De Bequer, la familia de los bequeritas.

De Taján, la familia de los tahanitas.

36 Éstos son los hijos de Sutelaj:

De Erán, la familia de los eranitas.

37 Éstas son las familias de los hijos de Efraín, con un total de treinta y dos mil quinientos hombres. Éstos son los hijos de José por sus familias.

38 Los hijos de Benjamín, en el orden de sus familias:

De Bela, la familia de los belaítas.

De Asbel, la familia de los asbelitas.

De Ajirán, la familia de los ahiramitas.

39 De Sufán, la familia de los sufamitas.

De Jufán, la familia de los hufamitas.

40 Los hijos de Bela fueron Ard y Namán.

De Ard, la familia de los arditas.

De Namán, la familia de los naamitas.

41 Éstos son los hijos de Benjamín, en el orden de sus familias, con un total de cuarenta y cinco mil seiscientos hombres.

42 Éstos son los hijos de Dan, en el orden de sus familias:

De Suján, la familia de los sujanitas.

Éstas son las familias de Dan, en el orden de sus familias. 43 De las familias de los sujanitas fueron contados sesenta y cuatro mil cuatrocientos hombres.

44 Los hijos de Aser, en el orden de sus familias:

De Imna, la familia de los imnitas.

De Isúi, la familia de los isuitas.

De Beria, la familia de los beriaítas.

45 Los hijos de Beria:

De Jéber, la familia de los heberitas.

De Malquiel, la familia de los malquielitas.

46 La hija de Aser se llamaba Será.

47 Éstas son las familias de los hijos de Aser, con un total de cincuenta y tres mil cuatrocientos hombres.

48 Los hijos de Neftalí, en el orden de sus familias:

De Yajesel, la familia de los jahzeelitas.

De Guni, la familia de los gunitas.

49 De Yézer, la familia de los jezeritas.

De Silén, la familia de los silemitas.

50 Éstas son las familias de Neftalí, en el orden de sus familias, con un total de cuarenta y cinco mil cuatrocientos hombres.

51 El total de los hijos de Israel censados fue de seiscientos un mil setecientos treinta hombres.

La repartición de la tierra

52 El Señor habló con Moisés, y le dijo:

53 «La tierra se repartirá entre estos hombres, según los nombres censados. 54 A los que sean más, les darás una propiedad mayor; a los que sean menos, les darás una propiedad menor. Cada uno recibirá su propiedad según el número de hombres censados. 55 Pero la tierra se repartirá por sorteo, y la recibirán en propiedad según los nombres de las tribus de sus padres. 56 Según les toque en suerte, la tierra se repartirá entre los que sean más y los que sean menos.»(B)

Censo de la tribu de Leví

57 Los levitas censados según el orden de sus familias fueron éstos:

De Gersón, la familia de los gersonitas.

De Coat, la familia de los coatitas.

De Merari, la familia de los meraritas.

58 Éstas son las familias de los levitas:

la familia de los libnitas,

la familia de los hebronitas,

la familia de los malitas,

la familia de los musitas,

la familia de los coreítas.

Coat fue el padre de Amirán. 59 La mujer de Amirán se llamaba Jocabed, hija de Leví, y le nació a Leví en Egipto. Esta Jocabed fue la madre de Aarón, Moisés y María, y el padre de ellos fue Amirán. 60 Aarón fue el padre de Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.(C) 61 Nadab y Abiú murieron por haber ofrecido fuego extraño delante del Señor.(D)

62 Los levitas censados fueron veintitrés mil hombres, todos ellos mayores de un mes. No fueron contados entre los hijos de Israel porque no recibieron ninguna propiedad entre los hijos de Israel.

Caleb y Josué sobreviven

63 Éstos son los israelitas censados por Moisés y el sacerdote Eleazar en los campos de Moab, junto al Jordán y frente a Jericó. 64 Ninguno de ellos era de los que fueron contados por Moisés y el sacerdote Aarón en el desierto de Sinaí. 65 Y es que el Señor había dicho acerca de ellos: Morirán en el desierto.(E) Así que ninguno de ellos quedó con vida, excepto Caleb hijo de Yefune y Josué hijo de Nun.

Las hijas de Selofejad

27 Selofejad hijo de Jéfer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José, tenía cinco hijas llamadas Malá, Nogá, Joglá, Milca y Tirsa. Éstas fueron a la puerta del tabernáculo de reunión y se presentaron ante Moisés y el sacerdote Eleazar, y ante los príncipes y toda la congregación, para decirles:

«Nuestro padre murió en el desierto, pero no por haber estado en el grupo de Coré, entre los que se juntaron contra el Señor, sino que murió por su propio pecado y sin haber tenido hijos varones. ¿Acaso por no haber tenido hijos nuestro padre se quitará su nombre de entre su familia? ¡Danos una propiedad familiar entre sus hermanos!»

Moisés le presentó el caso al Señor, y el Señor le respondió:

«Las hijas de Selofejad tienen razón. Dales posesión de una propiedad familiar entre los hermanos de su padre. Traspasa a ellas(F) los derechos de propiedad de su padre. Además, diles a los hijos de Israel que, cuando alguno de ellos muera sin tener hijos, sus derechos de propiedad se traspasarán a su hija. Si tampoco tuvo hija, sus derechos de propiedad pasarán a sus hermanos. 10 Si tampoco tuvo hermanos, sus derechos de propiedad pasarán a los hermanos de su padre. 11 Y si su padre tampoco tuvo hermanos, sus derechos pasarán a su pariente tribal más cercano, y éste será el dueño. Esto será un estatuto legal para los hijos de Israel, tal y como yo, el Señor, te lo he ordenado.»

Josué, sucesor de Moisés

12 El Señor le dijo a Moisés:

«Sube a este monte Abarín. Desde allí verás la tierra que voy a darles a los hijos de Israel. 13 Después de que la hayas visto, también tú irás a reunirte con tu pueblo, como tu hermano Aarón, 14 porque allá en Meriba, en el desierto de Zin, cuando la congregación me hizo reclamos, ustedes se rebelaron contra mi mandato y delante de ellos(G) no me santificaron.»

Estas aguas de Meriba están en Cades, en el desierto de Zin.

15 Moisés le respondió al Señor:

16 «Señor y Dios del espíritu que habita en todo ser, pon a cargo de la congregación alguien 17 que salga al frente de ellos y que los haga volver. Que no sea tu congregación, Señor, como un rebaño de ovejas sin pastor.»

18 Y el Señor le dijo:

«Pues toma a Josué(H) hijo de Nun, que es un hombre con espíritu. Pon tu mano sobre él, 19 y llévalo ante el sacerdote Eleazar y ante toda la congregación, y en presencia de ellos entrégale el mando. 20 Pon sobre él tus propias atribuciones, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. 21 Él se presentará ante el sacerdote Eleazar para consultarme por medio del Urim.(I) Cuando Josué lo ordene, todos los hijos de Israel saldrán, y cuando él lo ordene, todos los hijos de Israel volverán.»

22 Moisés hizo lo que el Señor le ordenó, y tomó a Josué y lo llevó ante el sacerdote Eleazar y ante toda la congregación, 23 y poniendo sobre él las manos le entregó el mando,(J) tal y como el Señor lo había ordenado por medio de Moisés.

Las ofrendas diarias(K)

28 El Señor habló con Moisés, y le dijo:

«Dales esta orden a los hijos de Israel: Deben presentarme a tiempo mis ofrendas y mi pan con mis ofrendas encendidas en olor grato. Y diles también que la ofrenda encendida que deberán presentarme es la siguiente: Cada día, para el holocausto continuo, dos corderos de un año y sin defecto. Uno de los corderos lo ofrecerás por la mañana, y el otro lo ofrecerás al caer la tarde. También me ofrecerás dos litros de flor de harina, amasada con un litro de aceite de olivas machacadas. Se trata del holocausto continuo en olor grato, que fue ordenado en el monte Sinaí como ofrenda encendida al Señor. Con cada cordero derramarás en el santuario, ante el Señor, como libación, un litro de vino superior. Y el segundo cordero lo ofrecerás al caer la tarde, junto con su libación, tal y como lo hiciste con la ofrenda de la mañana. Se trata de una ofrenda encendida en olor grato al Señor.

Ofrendas mensuales y del día de reposo

»El día de reposo presentarás como ofrenda dos corderos de un año y sin defecto, y cuatro litros de flor de harina amasada con aceite, junto con su libación. 10 Se trata del holocausto para cada día de reposo, además del holocausto continuo y de su libación.(L)

11 »Al principio de cada mes ofrecerán al Señor, en holocausto, dos becerros de la vacada, un carnero, y siete corderos de un año, sin defecto. 12 Con cada becerro ofrecerán seis litros de flor de harina amasada con aceite; con cada carnero ofrecerán cuatro litros de flor de harina amasada con aceite, 13 y con cada cordero ofrecerán dos litros de flor de harina amasada con aceite, como holocausto de olor grato. Se trata de una ofrenda encendida en honor del Señor. 14 Con cada becerro derramarán como libación dos litros de vino; con cada carnero, un litro y medio; y con cada cordero, un litro. Éste será el holocausto de cada mes, todos los meses del año. 15 Además del holocausto continuo con su libación, se ofrecerá al Señor un macho cabrío, como expiación.

Ofrendas de las fiestas solemnes(M)

16 »La pascua del Señor(N) la celebrarán a los catorce días del mes primero, 17 y a los quince días de ese mismo mes celebrarán la fiesta solemne. Durante siete días se comerán panes sin levadura.(O) 18 El primer día será de convocación santa. No deberán realizar ningún trabajo. 19 Ofrecerán en holocausto al Señor, como ofrenda encendida, dos becerros de la vacada, un carnero y siete corderos de un año, todos ellos sin ningún defecto, 20 junto con su ofrenda de harina amasada con aceite: seis litros por cada becerro, cuatro litros por cada carnero, 21 y dos litros por cada uno de los siete corderos, 22 más un macho cabrío como expiación, para reconciliarse conmigo. 23 Ofrecerán esto, además del holocausto de la mañana, que es el holocausto continuo. 24 Cada día de los siete días ofrecerán vianda y ofrenda encendida en olor grato al Señor, además del holocausto continuo con su libación. 25 El séptimo día celebrarán una convocación santa, y nadie debe realizar ningún trabajo.

26 »Durante la fiesta de las semanas,(P) cuando ustedes presenten al Señor una ofrenda nueva en el día de las primicias, celebrarán una convocación santa. Nadie debe realizar ningún trabajo. 27 Ofrecerán en holocausto, en olor grato al Señor, dos becerros de la vacada, un carnero y siete corderos de un año, 28 junto con su ofrenda de flor de harina amasada con aceite, que es de seis litros por cada becerro, cuatro litros por cada carnero, 29 y dos litros por cada uno de los siete corderos, 30 más un macho cabrío para hacer expiación por ustedes. 31 No deberán tener ningún defecto, y los presentarán con sus ofrendas, además del holocausto continuo y sus libaciones.

Marcos 8

Alimentación de los cuatro mil(A)

Por esos días volvió a reunirse una gran multitud. Como no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Esta gente me parte el corazón. Hace ya tres días que están conmigo, y no tienen qué comer. Si los mando a sus casas en ayunas, podrían desmayarse en el camino, pues algunos de ellos han venido de muy lejos.» Sus discípulos le respondieron: «¿Y dónde vamos a conseguirles pan suficiente en un lugar tan apartado como éste?» Jesús les preguntó: «¿Cuántos panes tienen ustedes?» Y ellos respondieron: «Siete.» Entonces Jesús mandó a la multitud que se recostara en el suelo, luego tomó los siete panes, y después de dar gracias los partió y se los dio a sus discípulos, para que ellos los repartieran entre la multitud. Ellos así lo hicieron. Tenían también unos cuantos pescaditos, así que Jesús los bendijo y mandó también que los repartieran. Toda la gente comió hasta quedar satisfecha y, cuando recogieron lo que sobró, llenaron siete canastas. Los que comieron eran como cuatro mil. Luego Jesús los despidió 10 y enseguida entró en la barca con sus discípulos para irse a la región de Dalmanuta.

La demanda de una señal(B)

11 Los fariseos llegaron y comenzaron a discutir con él, y para ponerlo a prueba le pidieron que hiciera una señal del cielo.(C) 12 Lanzando un profundo suspiro, Jesús dijo: «¿Por qué pide esta gente una señal?(D) De cierto les digo que ninguna señal se le concederá.» 13 Los dejó entonces, y volvió a entrar en la barca para irse a la otra orilla.

La levadura de los fariseos(E)

14 Los discípulos se habían olvidado de llevar comida, así que en la barca sólo tenían un pan. 15 Jesús les mandó: «Abran los ojos y cuídense de la levadura de los fariseos,(F) y también de la levadura de Herodes.» 16 Ellos se decían entre sí: «Lo dice porque no trajimos pan.» 17 Pero Jesús se dio cuenta y les dijo: «¿Por qué discuten de que no tienen pan? ¿Todavía no entienden ni se dan cuenta? ¿Todavía tienen cerrada la mente? 18 ¿Tienen ojos, pero no ven? ¿Tienen oídos, pero no oyen?(G) ¿Acaso ya no se acuerdan? 19 Cuando repartí los cinco panes entre los cinco mil, ¿cuántas cestas llenas del pan que sobró recogieron?» Y ellos dijeron: «Doce.» 20 «Y cuando repartí los siete panes entre los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas del pan que sobró recogieron?» Ellos respondieron: «Siete.» 21 Entonces les dijo: «¿Y cómo es que todavía no entienden?»

Un ciego sanado en Betsaida

22 Cuando fueron a Betsaida, le llevaron un ciego y le rogaron que lo tocara. 23 Jesús tomó la mano del ciego y lo llevó fuera de la aldea. Allí escupió en los ojos del ciego, y luego le puso las manos encima y le preguntó: «¿Puedes ver algo?» 24 El ciego levantó los ojos y dijo: «Veo gente. Parecen árboles que caminan.» 25 Jesús le puso otra vez las manos sobre los ojos, y el ciego recobró la vista y pudo ver a todos de lejos y con claridad. 26 Jesús lo envió a su casa, y le dijo: «No vayas ahora a la aldea.»

La confesión de Pedro(H)

27 Jesús y sus discípulos fueron entonces a las aldeas de Cesarea de Filipo. En el camino, Jesús les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?» 28 Ellos respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros más, que alguno de los profetas.»(I) 29 Entonces él les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy?» Pedro le respondió: «Tú eres el Cristo.»(J) 30 Pero él les mandó que no dijeran nada a nadie acerca de él.

Jesús anuncia su muerte(K)

31 Jesús comenzó entonces a enseñarles que era necesario que el Hijo del Hombre sufriera mucho y fuera desechado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y que tenía que morir y resucitar después de tres días. 32 Esto se lo dijo con toda franqueza. Pero Pedro lo llevó aparte y comenzó a reconvenirlo. 33 Entonces Jesús se volvió a ver a los discípulos, y reprendió a Pedro. Le dijo: «¡Aléjate de mi vista, Satanás! ¡Tú no piensas en las cosas de Dios sino en cuestiones humanas!»

34 Luego llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.(L) 35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá, y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.(M) 36 Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? 37 ¿O qué puede dar uno a cambio de su alma?

38 »Si en esta generación adúltera y pecadora alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.»

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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