Old/New Testament
El ungido del Señor
Salmo de David.
110 Palabra del Señor a mi señor:
«Siéntate a mi derecha,
hasta que yo ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies.»(A)
2 Desde Sión el Señor extenderá tu cetro real,
para que domines a todos tus enemigos.
3 En el día de tu victoria
tu ejército se te entregará por completo,
sobre los montes santos.
Al despertar la aurora,
tu juventud se fortalecerá con el rocío.
4 El Señor lo ha prometido,
y no va a cambiar de parecer:
«Tú eres sacerdote para siempre,
según el orden de Melquisedec.»(B)
5 El Señor está a tu derecha.
En el día de su ira, derrotará reyes,
6 dictará sentencia entre las naciones,
y causará una gran mortandad
al doblegar a los poderosos de otras naciones.
7 En el camino, beberás agua de un arroyo,
y con eso recobrarás las fuerzas.
Dios cuida de su pueblo
Aleluya.
111 Alabaré al Señor de todo corazón,
en compañía de la comunidad de los fieles.
2 Las obras del Señor son grandes;
todos los que las desean, las buscan.
3 La creación del Señor es hermosa,
y su justicia permanece para siempre.
4 El Señor es bondadoso y compasivo,
y todo lo que hace merece recordarse.
5 El Señor alimenta a quienes lo honran,
y nunca se olvida de su pacto.
6 Reveló a su pueblo su gran poder,
y le dio en propiedad las tierras de otras naciones.
7 Todo lo que él hace es justo y verdadero;
sus mandamientos son dignos de confianza.
8 Se mantendrán firmes para siempre,
porque los hizo con verdad y rectitud.
9 El Señor rescató a su pueblo,
y estableció su pacto para siempre.
El nombre del Señor es santo y temible.
10 El principio de la sabiduría es el temor al Señor.(C)
Quienes practican esto adquieren entendimiento
y alaban al Señor toda su vida.
Prosperidad del que teme al Señor
Aleluya.
112 Dichoso el hombre que honra al Señor
y se deleita obedeciendo sus mandatos.
2 Sus hijos tendrán poder en la tierra,
y serán bendecidos por su rectitud.
3 Su casa rebosará de bienestar y de riquezas,
y su justicia permanecerá para siempre.
4 Para los justos, la luz brilla en las tinieblas.
Dios es bueno, justo y compasivo.
5 El hombre bueno es compasivo y generoso;
todos sus negocios los maneja con justicia,
6 y por eso nunca tendrá tropiezos.
El hombre justo siempre será recordado;
7 vivirá sin temor a las malas noticias,
y su corazón estará firme y confiando en el Señor.
8 Su corazón estará tranquilo, sin ningún temor,
y llegará a ver la caída de sus enemigos.
9 El justo comparte con los pobres lo que tiene;
su justicia permanece para siempre,(D)
y con mucha honra puede ostentar su poder.
10 El malvado lo ve y se enoja;
rechinando los dientes, se irá consumiendo;
pero sus malos deseos no prosperarán.
Un caso de inmoralidad sexual
5 Se ha sabido de un caso de inmoralidad sexual entre ustedes, que ni siquiera los paganos tolerarían, y es que uno de ustedes tiene como mujer a la esposa de su padre.(A) 2 Ustedes están engreídos. ¿No deberían, más bien, lamentar lo sucedido y expulsar de entre ustedes al que cometió tal acción?
3 Yo, por mi parte, aunque físicamente no estoy entre ustedes, sí lo estoy en espíritu y, como si hubiera estado presente, he juzgado al que hizo tal cosa. 4 Cuando ustedes se reúnan, y en espíritu yo esté con ustedes, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, y con su poder, 5 entreguen a ese hombre a Satanás para que lo destruya, a fin de que su espíritu sea salvado en el día del Señor Jesús.
6 No está bien que ustedes se jacten. ¿No saben que un poco de levadura hace fermentar toda la masa?(B) 7 Límpiense de la vieja levadura, para que sean una nueva masa, sin levadura, como en realidad lo son. Nuestra pascua,(C) que es Cristo, ya ha sido sacrificada por nosotros. 8 Así que celebremos la fiesta, pero no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura,(D) de sinceridad y de verdad.
9 Por carta ya les he dicho que no se junten con esos libertinos. 10 Y no me refiero a que se aparten del todo de los libertinos mundanos, o de los avaros, o de los ladrones, o de los idólatras, pues en ese caso tendrían que salirse de este mundo. 11 Más bien les escribí que no se junten con los que se dicen hermanos pero son libertinos, avaros, idólatras, insolentes, borrachos y ladrones. Con esa gente, ni siquiera coman juntos. 12 ¿Con qué derecho podría yo juzgar a los de afuera, si ustedes no juzgan a los de adentro? 13 A los de afuera, ya Dios los juzgará. Así que, ¡saquen de entre ustedes a ese perverso!
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