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Old/New Testament

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Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Josué 16-18

Territorio de Efraín y de Manasés

16 A los hijos de José les tocó en suerte recibir desde el Jordán de Jericó hasta los manantiales al oriente de Jericó, en dirección al desierto que va de Jericó a las montañas de Betel. De Betel, que es Luz, sigue a lo largo del territorio de los arquitas, hasta Atarot; baja luego hacia el occidente al territorio de los jafletitas, en los límites de Bet Jorón la de abajo, hasta Guézer, y sale al mar.

Manasés y Efraín, los hijos de José, también recibieron su parte. Por el oriente, el territorio que recibieron los hijos de Efraín, conforme al número de sus familias, partía de Atarot Adar hasta Bet Jorón la de arriba. La frontera sigue hasta el mar, y llega a Micmetat, al norte; da vuelta hacia el oriente hasta Tanat Siló, y pasa a Yanoja. De Yanoja desciende a Atarot y Narat, toca Jericó y sale al Jordán. De Tapuaj se vuelve hacia el mar, al arroyo de Caná, y sale al mar. Éste es el territorio que le tocó a la tribu de los hijos de Efraín, conforme al número de sus familias. Entre la heredad de los hijos de Manasés también se apartaron ciudades con sus aldeas para los hijos de Efraín. 10 Sin embargo, no pudieron arrojaron a los cananeos que habitaban en Guézer,(A) así que se quedaron a vivir entre la tribu de Efraín, y hasta el día de hoy son sus tributarios.

17 Se echaron a la suerte las tierras para la tribu de Manasés, el primer hijo de José. Maquir, que era un hombre de guerra y el primer hijo de Manasés y padre de Galaad, recibió Galaad y Basán. También se sortearon las tierras para los otros hijos de Manasés, conforme al número de sus familias. Los hijos de Abiezer, Jélec, Asriel, Siquén, Jéfer y Semida fueron los otros hijos varones de Manasés hijo de José.

Selofejad hijo de Jéfer, que era nieto de Galaad, bisnieto de Maquir y tataranieto de Manasés, sólo tuvo hijas. Se llamaban Malá, Nogá, Joglá, Milca y Tirsa. Ellas fueron a ver al sacerdote Eleazar, a Josué hijo de Nun y a los jefes del pueblo, y les dijeron:

«El Señor le ordenó a Moisés que nos diera tierras entre nuestros hermanos.»(B)

Y Josué les dio tierras entre los hermanos de su padre, conforme a la promesa del Señor. A Manasés le tocaron diez partes, además de la tierra de Galaad y de Basán, al otro lado del Jordán, porque a las hijas de Manasés les tocaron tierras como si se tratara de hijos, y la tierra de Galaad quedó en posesión de los otros hijos de Manasés.

El territorio de Manasés se extendía desde Aser hasta Micmetat, que está frente a Siquén, y de allí seguía al sur, hasta donde viven los de Tapuaj. La tierra de Tapuaj pertenecía a la tribu de Manasés, pero Tapuaj misma, que está en los límites de Manasés, es de los hijos de Efraín. Su frontera pasa al sur del arroyo de Caná. Las ciudades de Efraín están entre las ciudades de Manasés, y la frontera de Manasés parte del norte del mismo arroyo que tiene salidas al mar. 10 Efraín está al sur, Manasés al norte, y el mar es su frontera; Aser está al norte, e Isacar al oriente. 11 Manasés también tuvo, en Isacar y en Aser, a Bet Seán y sus aldeas, a Ibleam y sus aldeas, a los habitantes de Dor y sus aldeas, a los habitantes de Endor y sus aldeas, a los habitantes de Tanac y sus aldeas, y a los habitantes de Meguido y sus aldeas. Eran tres provincias. 12 Sin embargo, los hijos de Manasés no pudieron arrojar de aquellas ciudades a los cananeos, de modo que éstos siguieron habitando esas tierras. 13 Cuando los hijos de Israel se hicieron fuertes, obligaron a los cananeos a pagarles tributo, pero no los expulsaron de allí.(C)

14 Los descendientes de José fueron a hablar con Josué, y le preguntaron:

«¿Por qué nos has dado tan pocas tierras, siendo que nosotros somos un pueblo muy grande y también tenemos la bendición del Señor?»

15 Josué les respondió:

«Si en verdad son un pueblo tan grande como dicen, y ya que el monte de Efraín donde ustedes viven les queda chico, vayan al bosque y desmonten la tierra donde viven los ferezeos y los refaítas.»

16 Los hijos de José respondieron:

«Es un hecho que ese monte no nos basta. Pero los cananeos de la llanura tienen carros de hierro, lo mismo que los que están en Bet Seán y en sus aldeas, ¡y no se diga de los que están en el valle de Jezrel!»

17 Entonces Josué les respondió a Efraín y Manasés, de la casa de José:

«Ustedes son un gran pueblo y tienen mucho poder. Por eso se les van a dar más tierras. 18 Aquel monte será de ustedes, pero deben desmontarlo para que lo puedan habitar y poseerlo hasta sus límites más lejanos. Y aunque los cananeos tengan carros de hierro y sean muy fuertes, ustedes los vencerán.»

Territorios de las otras tribus

18 Después de someter a la tierra, toda la comunidad de los hijos de Israel se reunió en Silo, y allí levantaron el tabernáculo de reunión. Pero siete tribus de los hijos de Israel se habían quedado sin recibir tierras, así que Josué dijo:

«¿Hasta cuándo van a continuar con su negligencia? ¿Cuánto más se van a tardar para tomar posesión de la tierra que el Señor, el Dios de nuestros padres, les ha entregado? Escojan a tres hombres de cada tribu, para que vayan y recorran la tierra, y que vuelvan luego para que me informen cómo se puede dividir en partes. Que dividan las tierras en siete. Judá tendrá su territorio al sur, y los de la casa de José lo tendrán al norte. Deben distribuir la tierra en siete partes, y traerme entonces su descripción, para que yo haga el sorteo ante el Señor nuestro Dios. Los levitas no tomarán parte en el sorteo porque a ellos les ha tocado el sacerdocio del Señor Éste les pertenece sólo a ellos. En cuanto a Gad y Rubén, y la media tribu de Manasés, ellos ya han recibido su parte en la ribera oriental del Jordán. Moisés mismo, el siervo del Señor, se la dio.»

Cuando los que fueron escogidos para delinear la tierra estuvieron listos, Josué les dijo:

«Vayan, recorran la tierra y tomen nota de lo que vean. Cuando regresen y me traigan los detalles, yo la sortearé aquí en Silo, ante el Señor nuestro Dios.»

Aquellos hombres se fueron y recorrieron la tierra, tomando nota de las ciudades y repartiéndolas en siete partes. Esto lo anotaron en un libro, y cuando volvieron fueron a ver a Josué, que estaba en el campamento de Silo. 10 Josué tomó el libro y allí, en Silo, ante el Señor, sorteó las tierras anotadas y las repartió por partes a los hijos de Israel. 11 Cuando terminó el sorteo, a la tribu de los hijos de Benjamín se le adjudicó un territorio conforme al número de sus familias, el cual quedó entre los hijos de Judá y los hijos de José. 12 Su frontera empezaba en el lado norte del Jordán, y subía hacia el lado norte de Jericó; seguía al monte hacia el occidente, y salía al desierto de Bet Avén. 13 De allí pasaba en dirección a Luz (que es Betel) por el lado sur, y de Atarot Adar descendía al monte que está al sur de Bet Jorón la de abajo. 14 Luego torcía hacia el oeste por el lado sur del monte que está delante de Bet Jorón, y por el lado occidental venía a salir a Quiriat Baal (que es Quiriat Yearín), la ciudad de los hijos de Judá. 15 Por el sur partía del extremo de Quiriat Yearín, salía al oeste de los manantiales de Neftoa, 16 y descendía a la parte final del monte que está frente al valle de Ben Jinón, al norte del valle de Refayin; descendía luego al valle de Jinón, al lado sur de los jebuseos, y de allí bajaba a la fuente de Roguel. 17 Luego se inclinaba hacia el norte y salía a Ensemes, y de allí a Gelilot, que estaba frente a la subida de Adumín, y descendía a la piedra de Boán Ben Rubén; 18 pasaba por la cuesta que está frente al Arabá, y descendía al Arabá. 19 La frontera pasaba al norte de Bet Joglá, y terminaba en la bahía norte del Mar Salado, en el extremo sur del Jordán. Ésta era la frontera sur. 20 Por el costado oriental, el río Jordán era el límite. Éste fue el territorio dado a los hijos de Benjamín, con las fronteras circundantes, conforme al número de sus familias.

21 Las ciudades de la tribu de los hijos de Benjamín, conforme al número de sus familias, fueron:

Jericó, Bet Joglá, el valle de Casis, 22 Bet Arabá, Semarayin, Betel, 23 Avín, Pará, Ofrá, 24 Quefar Hamoní, Hofní y Geba.

Doce ciudades con sus aldeas, 25 además de Gabaón, Ramá, Berot, 26 Mispá, Cafira, Mosá, 27 Requén, Irpel, Tarala, 28 Selá, Elef, Jebús (que es Jerusalén),

Gabaa y Quiriat.

Catorce ciudades con sus aldeas.

Ésta fue la parte que les tocó a los hijos de Benjamín, conforme al número de sus familias.

Lucas 2:1-24

Nacimiento de Jesús(A)

Por esos días, Augusto César promulgó un edicto en el que ordenaba levantar un censo de todo el mundo. Este primer censo se llevó a cabo cuando Quirino era gobernador de Siria, por lo que todos debían ir a su propio pueblo para inscribirse. Como José era descendiente de David y vivía en Nazaret, que era una ciudad de Galilea, tuvo que ir a Belén, la ciudad de David, que estaba en Judea, para inscribirse junto con María, que estaba desposada con él y se hallaba encinta. Y mientras ellos se encontraban allí, se cumplió el tiempo de que ella diera a luz, y allí tuvo a su hijo primogénito; y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en ese albergue.

Los ángeles y los pastores

En esa misma región había pastores que pasaban la noche en el campo cuidando a sus rebaños. Allí un ángel del Señor se les apareció, y el resplandor de la gloria del Señor los envolvió. Ellos se llenaron de temor, 10 pero el ángel les dijo: «No teman, que les traigo una buena noticia, que será para todo el pueblo motivo de mucha alegría. 11 Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. 12 Esto les servirá de señal: Hallarán al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»

13 En ese momento apareció, junto con el ángel, una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían:

14 «¡Gloria a Dios en las alturas!
¡Paz en la tierra a todos los que gozan de su favor!»

15 Cuando los ángeles volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha dado a conocer.» 16 Así que fueron de prisa, y hallaron a María y a José, y el niño estaba acostado en el pesebre. 17 Al ver al niño, contaron lo que se les había dicho acerca de él. 18 Todos los que estaban escuchando quedaron asombrados de lo que decían los pastores, 19 pero María guardaba todo esto en su corazón, y meditaba acerca de ello. 20 Al volver los pastores, iban alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo había sucedido tal y como se les había dicho.

Presentación de Jesús en el templo

21 Cuando se cumplieron los ocho días para que el niño fuera circuncidado,(B) le pusieron por nombre JESÚS, que era el nombre que el ángel(C) le había puesto antes de que fuera concebido. 22 Y cuando se cumplieron los días para que, según la ley de Moisés, ellos fueran purificados, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo ante el Señor 23 y cumplir con lo que está escrito en la ley del Señor: «Todo primer hijo varón será consagrado al Señor»,(D) 24 y para ofrecer un sacrificio en cumplimiento de la ley del Señor, que pide «un par de tórtolas, o dos palominos».(E)

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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