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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 126-128

De la tristeza a la alegría

SALMO 126 (125)

Cántico para las peregrinaciones.

126 Cuando Dios nos hizo volver
de Babilonia a Jerusalén,
creíamos estar soñando.
De los labios nos brotaban
risas y cánticos alegres.
Hasta decían las demás naciones:
«Realmente es maravilloso
lo que Dios ha hecho por ellos».

¡Lo que Dios hizo por nosotros
fue realmente maravilloso,
y nos llenó de alegría!

Dios,
devuélvenos el bienestar,
como le devuelves al desierto
sus arroyos.
5-6 Las lágrimas que derramamos
cuando sembramos la semilla
se volverán cantos de alegría
cuando cosechemos el trigo.

Los hijos son un regalo de Dios

SALMO 127 (126)

Himno de Salomón para las peregrinaciones.

127 Si Dios no construye la casa,
de nada sirve que se esfuercen
los constructores.
Si Dios no vigila la ciudad,
de nada sirve que se desvelen
los vigilantes.
De nada sirve que ustedes
se levanten muy temprano,
ni que se acuesten muy tarde,
ni que trabajen muy duro
para ganarse el pan;
cuando Dios quiere a alguien,
le da un sueño tranquilo.

Los hijos que tenemos
son un regalo de Dios.
Los hijos que nos nacen
son nuestra recompensa.
Los hijos que nos nacen
cuando aún somos jóvenes,
hacen que nos sintamos seguros,
como guerreros bien armados.
Quien tiene muchos hijos,
bien puede decir
que Dios lo ha bendecido.
No tendrá de qué avergonzarse
cuando se defienda en público
delante de sus enemigos.

Dios bendice a la familia

SALMO 128 (127)

Cántico para las peregrinaciones.

128 ¡Dios bendice
a todos los que lo obedecen
y siguen sus enseñanzas!

2-3 Si tú eres uno de ellos,
Dios te bendecirá mucho.
En el seno de tu hogar
comerás y disfrutarás
de lo que ganes con tu trabajo.
Tu esposa tendrá muchos hijos.
¡Parecerá un racimo de uvas!
Nunca en tu mesa faltará comida,
y tus hijos crecerán
fuertes como los olivos.

¡Así es como Dios bendice
a todos los que lo obedecen!

¡Que Dios te bendiga
desde su templo en el monte Sión!

¡Que veas prosperar a Jerusalén
todos los días de tu vida!

¡Que Dios te deje ver crecer
a tus hijos y a tus nietos!

¡Que haya paz en Israel!

1 Corintios 10:19-33

19 Eso no quiere decir que yo reconozca algún valor en los ídolos que otros pueblos adoran, o en los alimentos que se les ofrecen. 20 Cuando los que no creen en Cristo ofrecen algo, se lo dan a los demonios y no a Dios. ¡Y yo no quiero que ustedes tengan nada que ver con los demonios! 21 Ustedes no pueden beber de la copa en la Cena del Señor y, al mismo tiempo, beber de la copa que se usa en las ceremonias donde se honra a los demonios. Tampoco pueden participar en la Cena del Señor y, al mismo tiempo, participar en las fiestas para los demonios. 22 ¿O es que quieren que Dios se enoje? ¡Nosotros no somos más fuertes que Dios!

Busquemos el bien de los demás

23 Algunos de ustedes dicen: «Yo soy libre de hacer lo que quiera.» ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene; ni todo fortalece la vida cristiana. 24 Por eso, tenemos que pensar en el bien de los demás, y no sólo en nosotros mismos.

25-26 Dios es dueño de toda la tierra y de todo lo que hay en ella. Por lo tanto, ustedes pueden comer de todo lo que se vende en la carnicería, sin tener que pensar de dónde viene esa carne.

27 Si alguien que no cree en Cristo los invita a comer, y ustedes quieren ir, vayan. Coman de todo lo que les sirvan, y no se pongan a pensar si está bien comer o no. 28-29 Pero si alguien les dice: «Esta carne fue ofrecida a los ídolos», entonces no la coman, para evitar problemas. Tal vez tú no tengas problemas en comerla, pero otras personas sí.

A mí realmente no me gusta la idea de no poder hacer algo, sólo porque otra persona piensa que está mal, 30 pues si yo le doy gracias a Dios por la comida, ¿por qué me van a criticar por comerla?

31 Siempre que ustedes coman o beban, o hagan cualquier otra cosa, háganlo para honrar a Dios. 32 No les causen problemas a los judíos, ni a los que no son judíos, ni a los que son de la iglesia de Dios. 33 En todo lo que hago, yo trato de agradar a todas las personas. No busco ventajas para mí mismo, sino que busco el bien de los demás, para que se salven.