Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Dios Habla Hoy (DHH)
Version
Salmos 49-50

El dinero no lo es todo

(1) Del maestro de coro. Salmo de los hijos de Coré.

49 (2) Oigan bien esto,
pueblos y habitantes de todo el mundo,
(3) lo mismo los ricos que los pobres,
lo mismo los poderosos que los humildes.
(4) Voy a hablar con sabiduría
y expresaré pensamientos profundos;
(5) pondré atención a los refranes,
y diré mi secreto al son del arpa.

(6) ¿Por qué voy a tener miedo
cuando vengan los días malos,
cuando me encuentre rodeado
de la maldad de mis enemigos?
(7) Ellos confían en sus riquezas
y se jactan de sus muchos bienes,
(8) pero nadie puede salvarse a sí mismo
ni pagarle a Dios porque le salve la vida.
(9) ¡No hay dinero que pueda comprar la vida de un hombre,
(10) para que viva siempre y se libre de la muerte!
10 (11) Pues se ve que todos mueren por igual,
lo mismo los sabios que los tontos,
y se quedan para otros sus riquezas.
11 (12) Aunque dieron su nombre a sus tierras,
el sepulcro será su hogar eterno;
¡allí se quedarán para siempre!

12     (13) El hombre no es eterno, por muy rico que sea;
    muere lo mismo que los animales.

13 (14) Así acaban los que en sí mismos confían;
así terminan los que a sí mismos se alaban.
14 (15) Para esa gente, la muerte es el pastor
que los conduce al sepulcro
como si fueran ovejas.
Cuando llegue la mañana,
los buenos triunfarán sobre ellos;
su fuerza irá decayendo
y el sepulcro será su hogar.
15 (16) Pero Dios me salvará del poder de la muerte,
pues me llevará con él.

16 (17) No te inquietes si alguien se hace rico
y aumenta el lujo de su casa,
17 (18) pues cuando muera no podrá llevarse nada,
ni su lujo le seguirá al sepulcro.
18 (19) Aunque se sienta feliz mientras vive,
y la gente lo alabe por ser rico,
19 (20) llegará el día en que se muera,
y no volverá a ver la luz.

20     (21) El hombre no es eterno, por muy rico que sea;
    muere lo mismo que los animales.

Dios es un juez justo

(1a) Salmo de Asaf.

50 (1b) El Señor, el Dios de los dioses, ha hablado;
ha llamado a los que habitan la tierra
del oriente al occidente.
Dios resplandece desde Sión,
la ciudad de belleza perfecta.
Nuestro Dios viene, pero no en silencio:
delante de él, un fuego destructor;
a su alrededor, una fuerte tormenta.
Desde lo alto, Dios llama al cielo y a la tierra
a presenciar el juicio de su pueblo:

«Reúnan a los que me son fieles,
a los que han hecho una alianza conmigo
ofreciéndome un sacrificio.»
Y el cielo declara que Dios es juez justo.

«Escucha, Israel, pueblo mío;
voy a poner las cosas en claro contigo.
¡Yo soy Dios! ¡Yo soy tu Dios!
No te censuro por los sacrificios
y holocaustos que siempre me ofreces.
No te pido becerros de tu ganado
ni machos cabríos de tus corrales,
10 pues míos son todos los animales salvajes,
lo mismo que los ganados de las serranías;
11 mías son las aves de las montañas
y todo lo que bulle en el campo.
12 Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti,
pues el mundo es mío, con todo lo que hay en él.
13 ¿Acaso me alimento de carne de toros,
o bebo sangre de machos cabríos?
14 ¡Sea la gratitud tu ofrenda a Dios;
cumple al Altísimo tus promesas!
15 Llámame cuando estés angustiado;
yo te libraré, y tú me honrarás.»

16 Pero al malvado Dios le dice:
«¿Qué derecho tienes de citar mis leyes
o de mencionar mi alianza,
17 si no te agrada que yo te corrija
ni das importancia a mis palabras?
18 Al ladrón lo recibes con los brazos abiertos;
¡te juntas con gente adúltera!
19 Para el mal y para inventar mentiras
se te sueltan la lengua y los labios.
20 Calumnias a tu hermano;
¡contra tu propio hermano lanzas ofensas!
21 Todo esto has hecho, y me he callado;
pensaste que yo era igual que tú.
Pero voy a acusarte cara a cara,
¡voy a ajustarte las cuentas!

22 »Entiendan bien esto, ustedes que olvidan a Dios,
no sea que empiece yo a despedazarlos
y no haya quien los libre:
23 el que me ofrece su gratitud, me honra.
¡Yo salvo al que permanece en mi camino!»

Romanos 1

Saludo

Los saluda Pablo, siervo de Cristo Jesús llamado por él para ser apóstol y apartado para anunciar el evangelio de Dios.

Por medio de sus profetas, Dios ya lo había prometido en las santas Escrituras. 3-4 Es el mensaje que trata de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, quien nació, como hombre, de la descendencia de David, pero a partir de su resurrección fue constituido Hijo de Dios con plenos poderes, como espíritu santificador.

Por medio de Jesucristo recibí el privilegio de ser apóstol, puesto a su servicio, para que en todas las naciones haya quienes crean en él y le obedezcan. 6-7 Entre ellos están también ustedes, que viven en Roma. Dios los ama, y los ha llamado a ser de Jesucristo y a formar parte del pueblo santo. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes.

Acción de gracias

En primer lugar, por medio de Jesucristo doy gracias a mi Dios por cada uno de ustedes, porque en todas partes se habla de su fe. Dios, a quien yo sirvo con todo mi corazón anunciando el evangelio de su Hijo, es testigo de que continuamente los recuerdo, 10 y en mis oraciones pido siempre a Dios que, si es su voluntad, me conceda que vaya por fin a visitarlos. 11 Porque deseo verlos y prestarles alguna ayuda espiritual, para que estén más firmes; 12 es decir, para que nos animemos unos a otros con esta fe que ustedes y yo tenemos.

13 Quiero que sepan, hermanos, que muchas veces me he propuesto ir a verlos, pero hasta ahora siempre se me han presentado obstáculos. Mi deseo es recoger alguna cosecha espiritual entre ustedes, como la he recogido entre las otras naciones. 14 Me siento en deuda con todos, sean cultos o incultos, sabios o ignorantes; 15 por eso estoy tan ansioso de anunciarles el evangelio también a ustedes que viven en Roma.

El evangelio, poder de Dios

16 No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para que todos los que creen alcancen la salvación, los judíos en primer lugar, pero también los que no lo son. 17 Pues el evangelio nos muestra de qué manera Dios nos hace justos: es por fe, de principio a fin. Así lo dicen las Escrituras: «El justo por la fe vivirá.»

18 Pues Dios muestra su ira castigando desde el cielo a toda la gente mala e injusta, que con su injusticia mantiene prisionera la verdad. 19 Lo que de Dios se puede conocer, ellos lo conocen muy bien, porque él mismo se lo ha mostrado; 20 pues lo invisible de Dios se puede llegar a conocer, si se reflexiona en lo que él ha hecho. En efecto, desde que el mundo fue creado, claramente se ha podido ver que él es Dios y que su poder nunca tendrá fin. Por eso los malvados no tienen disculpa. 21 Pues aunque han conocido a Dios, no lo han honrado como a Dios ni le han dado gracias. Al contrario, han terminado pensando puras tonterías, y su necia mente se ha quedado a oscuras. 22 Decían que eran sabios, pero se hicieron tontos; 23 porque han cambiado la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, y hasta por imágenes de aves, cuadrúpedos y reptiles.

24 Por eso, Dios los ha abandonado a los impuros deseos que hay en ellos, y han cometido unos con otros acciones vergonzosas. 25 En lugar de la verdad de Dios, han buscado la mentira, y han honrado y adorado las cosas creadas por Dios y no a Dios mismo, que las creó y que merece alabanza por siempre. Amén.

26 Por eso, Dios los ha abandonado a pasiones vergonzosas. Hasta sus mujeres han cambiado las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza; 27 de la misma manera, los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos por los otros. Hombres con hombres cometen acciones vergonzosas, y sufren en su propio cuerpo el castigo merecido por su perversión.

28 Como no quisieron reconocer a Dios, él los ha abandonado a sus perversos pensamientos, para que hagan lo que no deben. 29 Están llenos de toda clase de injusticia, perversidad, avaricia y maldad. Son envidiosos, asesinos, pendencieros, engañadores, perversos y chismosos. 30 Hablan mal de los demás, son enemigos de Dios, insolentes, vanidosos y orgullosos; inventan maldades, desobedecen a sus padres, 31 no quieren entender, no cumplen su palabra, no sienten cariño por nadie, no sienten compasión. 32 Saben muy bien que Dios ha decretado que quienes hacen estas cosas merecen la muerte; y, sin embargo, las siguen haciendo, y hasta ven con gusto que otros las hagan.

Dios Habla Hoy (DHH)

Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.