Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Deuteronomio 19-21

Ciudades de refugio

(Nm 35:9-28)

19 El SEÑOR tu Dios destruirá a las naciones que están en la tierra que el SEÑOR te da. Expulsarás a sus habitantes y te establecerás en sus ciudades y en sus casas. Cuando hagas esto, debes separar tres ciudades de en medio de la tierra que el SEÑOR tu Dios te da como propiedad. Dividirás en tres partes la tierra que el SEÑOR te da como herencia y escoge una ciudad en medio de cada parte para que sirva de ciudad de refugio. Arreglarás el camino que conduce hacia ellas para que cualquiera que mate a alguien pueda ir a refugiarse a ellas.

Esta es la ley para la gente que mate a alguien y vaya allí para salvar la vida, o sea para el que mate a otro por accidente. No puede haber odiado antes a la víctima. Por ejemplo, si alguna persona va con alguien al bosque a cortar leña, y al levantar su hacha para cortar un árbol la cabeza del hacha se sale del mango, le pega a la otra persona y la mata, el que la mató puede huir a una de esas ciudades para salvar su vida. De otra manera, si la distancia a la ciudad es muy larga, el pariente del muerto[a] podría, estando muy enojado, perseguir al asesino, agarrarlo y matarlo, a pesar que no merecía la muerte porque no había odiado antes al difunto. Así que te ordeno que apartes tres ciudades.

El SEÑOR tu Dios les prometió a tus antepasados que aumentaría tu territorio. Él te dará toda la tierra que prometió darles a tus antepasados. Lo hará si cumples cuidadosamente todo lo que hoy te mandé, si amas siempre al SEÑOR tu Dios viviendo como él quiere. Entonces deberás añadir tres ciudades más a estas tres. 10 De esta forma ninguna persona inocente será asesinada en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da como herencia, y no serás culpable de causar la muerte de gente inocente.

11 Pero puede darse el caso de que alguien odie a otro, le prepare una emboscada, lo ataque y lo golpee de tal manera que lo mate, y luego vaya y se refugie en una de esas ciudades. 12 En ese caso, los ancianos líderes de su ciudad mandarán que lo arresten y lo entreguen al pariente del difunto para que lo mate. 13 No tendrás misericordia de él y así Israel se librará del derramamiento de sangre inocente para que te vaya bien.

14 No debes mover la piedra que marca el límite de la tierra de tu vecino, la que tus antepasados ubicaron en la propiedad. No harás esto en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da como propiedad.

Testigos

15 Un solo testigo no es suficiente para inculpar a alguien acusado de haber cometido algún crimen o pecado. El asunto debe ser juzgado con la palabra de dos o tres testigos.

16 Se puede dar el caso de que un testigo perverso se presente y dé falso testimonio en contra de alguien. 17 Los dos hombres que tienen la disputa se presentarán ante el SEÑOR, y ante los sacerdotes y jueces que estén de servicio en esos días. 18 Entonces los sacerdotes investigarán cuidadosamente si el testigo dio falso testimonio en contra de su hermano. 19 Si se comprueba el falso testimonio, entonces le harás al testigo que dio falso testimonio lo mismo que él planeaba hacerle a su hermano. Así quitarás el pecado de en medio de ti. 20 El resto de la gente se enterará de esto y tendrá temor. Ellos nunca más harán una maldad de esta clase.

21 No tendrás compasión de él: una vida se pagará con otra vida, un ojo con otro ojo, un diente con otro diente, una mano con otra mano y un pie con otro pie.

Leyes para la guerra

20 Cuando vayas a la guerra en contra de tus enemigos y veas caballos, carros de combate y un ejército más grande que el tuyo, no les temas, porque el SEÑOR tu Dios que te sacó de Egipto está contigo.

Antes de que entren en batalla, el sacerdote deberá adelantarse y hablará con el ejército. Él le dirá: «¡Escucha, Israel! Hoy ustedes irán a la batalla contra sus enemigos. No pierdan el valor, ni se asusten, ni entren en pánico ni se aterroricen por ellos, porque el SEÑOR su Dios va con ustedes para pelear por ustedes contra su enemigo y darles la victoria».

Luego los oficiales deberán preguntarle al ejército: «¿Hay alguien aquí que haya construido una casa nueva y no la haya dedicado? Que vuelva a su casa porque podría morir en batalla y otro dedicaría la casa. ¿Hay alguien aquí que haya plantado un viñedo pero aun no ha comenzado a disfrutar de él? Que vuelva a su casa porque podría morir en batalla y otro disfrutaría de sus frutos. ¿Hay alguien aquí que se haya comprometido con una mujer pero aun no se haya casado con ella? Que vuelva a su casa porque podría morir en batalla y otro se casaría con ella».

Luego los oficiales deberán decirle al ejército: «¿Hay alguien aquí que tenga miedo y haya perdido su valentía? Debe volver a su casa para que no haga que otros también pierdan su valentía». Cuando los oficiales hayan terminado de hablarle al ejército, deberán elegir comandantes para dirigir el ejército.[b]

10 Cuando te acerques a una ciudad para atacarla, hazle una propuesta de paz. 11 Si ellos aceptan tu oferta de paz y te abren sus puertas, entonces toda la gente que esté en ella sólo será obligada a hacer trabajos forzados y a servirte. 12 Si ellos no hacen la paz contigo y te hacen la guerra, entonces la sitiarás. 13 Cuando el SEÑOR tu Dios te permita tomar la ciudad, matarás a espada a todos los hombres adultos. 14 Podrás tomar para ti las mujeres, los niños, el ganado y todo lo que esté en la ciudad, todo el botín, y podrás apropiarte de eso que era de tus enemigos y que el SEÑOR tu Dios te da. 15 Así harás con todas las ciudades que estén lejos, que no sean ciudades de las naciones de aquí.

16 Sin embargo, no permitirás que nada que respire quede vivo en las ciudades que el SEÑOR tu Dios te da como propiedad. 17 Deberás destruir completamente a los hititas, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos, tal como el SEÑOR tu Dios te ordenó. 18 Destrúyelos para que no te enseñen a hacer los mismos actos horribles que hacían para sus dioses. Así evitarás ser culpable ante el SEÑOR tu Dios.

19 Si sitias una ciudad por muchos días y peleas contra ella para poder capturarla, no destruyas sus árboles cortándolos con un hacha. No los tales, porque puedes utilizar su fruto como alimento. Los árboles no son tus enemigos, así que no los ataques. 20 Sin embargo, podrás talar los árboles que no sean frutales para construir barricadas contra la ciudad hasta que esta caiga en tu poder.

Casos particulares de homicidio

21 En la tierra que el SEÑOR tu Dios te da para que poseas, se puede dar el caso de que alguien sea asesinado y no se sepa quién lo mató, sino que se encuentre el cuerpo tirado en el campo. En tal caso, los ancianos líderes y los jueces deben salir y medir la distancia que haya entre el lugar donde se encontró el cuerpo y las ciudades de alrededor. Entonces los ancianos líderes de la ciudad más cercana deben tomar una ternera que no haya sido usada para trabajar ni se le haya puesto yugo. Ellos llevarán la ternera a un valle con río, un valle que no haya sido arado ni plantado, y le romperán el cuello. Luego los sacerdotes, los descendientes de Leví, deberán acercarse, porque el SEÑOR tu Dios los ha elegido a ellos para que lo sirvan y pronuncien bendiciones en el nombre del SEÑOR, y todos los casos legales de disputa y agresiones serán juzgados conforme a la decisión que ellos tomen. Todos los ancianos líderes de esa ciudad cercana al cuerpo del muerto deben lavarse las manos sobre la ternera cuyo cuello fue roto en el valle. Los ancianos líderes deben decir: «Nosotros no matamos a esta persona y nosotros no vimos cómo sucedió. Purifica a nuestra gente de Israel, a quienes tú, SEÑOR, has salvado. No culpes a tu gente de Israel por el asesinato de una persona inocente». De esta manera ellos serán absueltos de la culpa del asesinato. Quitarás de en medio de ti la culpa del asesinato de una persona inocente porque harás lo que el SEÑOR dice que está bien.

Mujeres capturadas en guerra

10 Cuando vayas a la guerra en contra de tus enemigos, y el SEÑOR tu Dios los venza y tú los tomes prisioneros, si 11 ves entre ellos a alguna mujer hermosa que te atraiga, podrás casarte con ella. 12 La llevarás a tu casa y harás que se rape la cabeza, se corte las uñas y se 13 deshaga de su ropa de prisionera. Permanecerá en tu casa haciendo duelo por sus padres durante todo un mes. Después de esto podrás acercarte a ella y serás su esposo, y ella será tu esposa. 14 Pero si sucede que ya no te agrada, entonces debes divorciarte de ella y dejarla ir a donde ella quiera. No podrás venderla ni tratarla como esclava porque ya hiciste con ella lo que querías.

El hijo mayor

15 Puede darse el caso de que un hombre tenga dos esposas, pero sienta amor por una y no por otra. Si ambas le dan hijos, pero el hijo mayor se lo dio la mujer que él no ama, 16 el hombre no tiene derecho a tratar al hijo de la mujer que ama como si fuera el hijo mayor. Cuando reparta su propiedad entre sus hijos, el hijo de la mujer que él no ama, recibirá más. 17 Deberá reconocer como hijo mayor al hijo de la mujer que no ama y darle una doble porción de todo lo que tenga, porque él es el primer hijo, y a él le pertenece el derecho de hijo mayor.

Hijos rebeldes y desobedientes

18 Si alguien tiene un hijo terco y rebelde que no obedece a su papá ni a su mamá aun cuando lo castiguen, 19 entonces sus padres deben llevarlo a los ancianos líderes de su ciudad a la entrada del lugar. 20 Ellos les dirán a los ancianos líderes de su ciudad: «Este hijo nuestro es terco y rebelde y no nos obedece, es comilón y borrachín». 21 Entonces todos los hombres de su ciudad le tirarán piedras hasta que muera. De esta manera quitarás al perverso de en medio de ti. Todo el pueblo de Israel se enterará de esto y tendrá temor.

Otras leyes

22 Cuando alguien es culpable de un pecado que se castiga con pena de muerte y se cuelga su cuerpo de un árbol, 23 no dejarás su cuerpo colgado del árbol durante la noche, sino que lo enterrarás ese mismo día, porque cualquiera que es colgado de un árbol es maldito por Dios. No contaminarás la tierra que el SEÑOR tu Dios te da como herencia.

Marcos 13:21-37

21 »No crean si alguien les dice: “¡Miren, este es el Mesías!” o “¡Aquí está él!” 22 Porque vendrán falsos mesías y falsos profetas. Ellos van a hacer señales milagrosas y maravillas para tratar de engañar a los elegidos de Dios. 23 Así que tengan cuidado; les he contado todo antes de que ocurra.

La venida del Hijo del hombre

(Mt 24:29-35, 42-44; Lc 21:25-36)

24 »Pero después de esos días terribles:

“El sol se oscurecerá,
    la luna no iluminará más,
25 las estrellas caerán
    y los cuerpos celestes temblarán”.[a]

26 »Entonces verán al Hijo del hombre que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. 27 Enviará a sus ángeles y reunirá a sus elegidos de los cuatro puntos cardinales, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

28 »Aprendan la lección de la higuera: Tan pronto como sus ramas se vuelven tiernas y sus hojas se abren, ustedes saben que se acerca el verano. 29 Así también, cuando vean suceder esto,[b] sabrán que el tiempo está cerca, a la puerta. 30 Les digo la verdad: todo esto sucederá antes de que muera esta generación. 31 El cielo y la tierra no durarán para siempre, pero mis palabras sí.

32 »Nadie sabe cuándo será el día o la hora, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo. Sólo el Padre lo sabe. 33 Por eso les digo: ¡Tengan cuidado! ¡Manténganse alerta! Porque ustedes no saben cuándo va a llegar el momento.

34 »Será como un hombre que sale de viaje. Sale de su casa y deja encargados a sus siervos, cada uno con una tarea. Le ordena a su portero que se mantenga alerta. 35 Por lo tanto, ustedes manténganse alerta, porque no saben cuándo va a regresar el dueño de la casa. No saben si vendrá por la tarde, o a media noche, o en la madrugada cuando cante el gallo, o en la mañana. 36 Si llega de repente, no permitan que los encuentre durmiendo. 37 Lo que les digo a ustedes lo digo para todos: ¡Manténganse alerta!

Palabra de Dios para Todos (PDT)

© 2005, 2008, 2012, 2015 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012, 2015 Bible League International