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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Ezequiel 16-17

Alegoría de la esposa infiel

16 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: “Oh hijo de hombre, haz conocer sus abominaciones a Jerusalén. Dile que así ha dicho el SEÑOR Dios[a] a Jerusalén: ‘En cuanto a tu origen y a tu nacimiento, eres de la tierra de los cananeos; tu padre fue un amorreo y tu madre una hetea. Y en cuanto a tu nacimiento, el día en que naciste no fue cortado tu cordón umbilical ni fuiste lavada con agua por higiene. No fuiste frotada con sal ni envuelta en pañales. No hubo ojo que te tuviera lástima, para hacer por ti alguna de estas cosas, teniendo compasión de ti. Al contrario, el día en que naciste fuiste echada sobre la superficie del campo con repulsión por tu vida.

“‘Pero pasé junto a ti y te vi revolcándote en tu sangre. Y estando tú en tu sangre, te dije: ¡Vive! Te dije: ¡Sí, vive en tu sangre!

“‘Te hice crecer como la hierba del campo. Creciste, te desarrollaste y llegaste a la flor de la juventud. Tus pechos se afirmaron, y tu cabello creció; pero estabas desnuda y descubierta.

“‘Pasé junto a ti y te miré, y he aquí que estabas en tu tiempo de amar. Entonces extendí sobre ti mis alas[b] y cubrí tu desnudez. Te hice juramento y entré en pacto contigo; y fuiste mía, dice el SEÑOR Dios[c]. Te lavé con agua, limpié la sangre que tenías sobre ti y te ungí con aceite. 10 Te vestí con un vestido de colores variados, y te calcé con sandalias de cuero fino. Te ceñí de lino y te cubrí de seda. 11 Te adorné con joyas; puse brazaletes en tus manos y un collar en tu cuello. 12 Puse un zarcillo en tu nariz, aretes en tus orejas y una corona de hermosura sobre tu cabeza. 13 Fuiste adornada con oro y plata; tu vestido era de lino, de seda y de tela bordada. Comiste harina fina, miel y aceite. Llegaste a ser sumamente bella y alcanzaste la realeza. 14 Y tu fama se difundió entre las naciones, a causa de tu belleza, que era perfecta por el esplendor que puse en ti, dice el SEÑOR Dios[d].

15 “‘Pero confiaste en tu belleza y te prostituiste a causa de tu fama; vertiste tu lujuria sobre todo el que pasaba, fuera quien fuera. 16 Tomaste algunos de tus vestidos y te hiciste lugares altos de vivos colores, y sobre ellos te prostituiste. ¡Cosa semejante no ha sucedido ni volverá a suceder! 17 Asimismo, tomaste las bellas joyas de mi oro y de mi plata que yo te había dado, y te hiciste símbolos de varón, y con ellos te prostituías. 18 Tomaste tus vestidos bordados para cubrirlos, y pusiste ante ellos mi aceite y mi incienso. 19 También tomaste mi pan que yo te había dado —la harina fina, el aceite y la miel con que yo te alimentaba— y lo pusiste delante de ellos como grato olor, dice el SEÑOR Dios[e].

20 “‘Además de esto, tomaste a tus hijos y a tus hijas que me habías dado a luz, y los sacrificaste ante ellos para que fueran consumidos. ¿Eran poca cosa tus prostituciones?

21 Pues degollaste a mis hijos y los diste para hacerlos pasar por fuego ante ellos[f]. 22 En medio de tus abominaciones y de tus prostituciones no te acordaste de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta, revolcándote en tu sangre. 23 Y sucedió que después de toda tu maldad (¡Ay, ay de ti! dice el SEÑOR Dios[g]), 24 construiste plataformas e hiciste lugares altos en todas las plazas. 25 En cada comienzo de camino construiste lugares altos y convertiste tu hermosura en abominación, ofreciéndote a cuantos pasaban y multiplicando tus prostituciones.

26 “‘Te prostituiste con los hijos de Egipto, tus vecinos de grandes carnes; multiplicaste tus prostituciones, provocándome a ira. 27 Por tanto, he aquí que extendí mi mano contra ti y disminuí tu ración. Te entregué a la voluntad de quienes te aborrecen, las hijas de los filisteos, las cuales se avergüenzan de tu conducta infame. 28 Y como no te quedaste satisfecha, te prostituiste también con los hijos de Asiria. Te prostituiste con ellos, pero tampoco te quedaste satisfecha. 29 Igualmente, multiplicaste tus prostituciones con una tierra de mercaderes, con Caldea. Pero tampoco con esto te quedaste satisfecha.

30 “‘¡Cuán débil es tu corazón!, dice el SEÑOR Dios[h]. Porque has hecho todas estas cosas, obras de una prostituta atrevida, 31 al edificar tus plataformas en el comienzo de cada camino, y tus altares que hiciste en todas las plazas. No has sido como una prostituta, porque tú despreciaste la paga. 32 ¡Mujer adúltera! ¡En lugar de su marido recibe a los extraños! 33 A todas las prostitutas les dan obsequios; en cambio, tú diste regalos a todos tus amantes y los sobornaste para que vinieran a ti de todas partes para tus prostituciones. 34 Cuando te prostituiste, contigo sucedió lo contrario de las otras mujeres. A ti no se te solicitó para la prostitución; y eres diferente, porque diste tú la paga y no te fue dada la paga a ti.

35 “‘Por tanto, oh prostituta, escucha la palabra del SEÑOR. 36 Así ha dicho el SEÑOR Dios[i]: Por cuanto han sido vertidos tus recursos, ha sido descubierta tu desnudez en tus prostituciones con tus amantes y con todos tus ídolos abominables, y les has dado la sangre de tus hijos, 37 por eso, he aquí que voy a reunir a todos tus amantes con quienes tuviste placer. A todos los que amaste y a todos los que aborreciste, los reuniré contra ti de los alrededores. Ante ellos descubriré tu desnudez, y verán toda tu desnudez. 38 Luego te aplicaré la sentencia de las mujeres adúlteras y de las que derraman sangre. Traeré sobre ti sangre de ira y de celos. 39 Te entregaré en mano de ellos, y destruirán tus plataformas y derribarán tus altares. Te desnudarán de tus ropas, se llevarán tus hermosas joyas y te dejarán desnuda y descubierta. 40 Harán subir contra ti una multitud, quienes te arrojarán piedras y con sus espadas te harán pedazos. 41 Quemarán tus casas con fuego y ejecutarán actos justicieros contra ti, ante los ojos de muchas mujeres. Así haré que dejes de ser una prostituta y que ceses de dar tú la paga. 42 Haré que sobre ti se asiente mi ira; mi celo se apartará de ti y me calmaré, y no me enojaré más. 43 Porque no te acordaste de los días de tu juventud y me provocaste a ira con todas estas cosas, yo también haré recaer tu conducta sobre tu propia cabeza, dice el SEÑOR Dios[j]. ¿Acaso no has agregado la depravación a todas tus abominaciones?

44 “‘He aquí que todo el que suele usar refranes usará este refrán contra ti, diciendo: ¡De tal madre, tal hija! 45 ¡Tú eres hija de tu madre! Ella aborreció a su marido y a sus hijos. Eres hermana de tus hermanas, que aborrecieron a sus maridos y a sus hijos. La madre de ustedes fue una hetea, y su padre un amorreo. 46 Tu hermana mayor es Samaria, la cual con sus hijas habita al norte de ti. Y tu hermana menor es Sodoma[k], la cual con sus hijas habita al sur de ti. 47 Pero no solo anduviste en los caminos de ellas e hiciste sus abominaciones. ¡Como si fuera poca cosa, te corrompiste más que ellas en todos tus caminos! 48 ¡Vivo yo, que tu hermana Sodoma y sus hijas no han hecho como hiciste tú con tus hijas!, dice el SEÑOR Dios[l]. 49 He aquí, esta fue la iniquidad de tu hermana Sodoma: Orgullo, abundancia de pan y despreocupada tranquilidad tuvieron ella y sus hijas. Pero ella no dio la mano al pobre y al necesitado. 50 Ellas se enaltecieron e hicieron abominación delante de mí; de modo que cuando las vi, las eliminé. 51 Samaria no ha cometido ni la mitad de tus pecados, porque tú has hecho muchas más abominaciones que ellas. Por todas tus abominaciones que has cometido, ¡has hecho que tus hermanas parezcan justas! 52 Tú, también, carga con tu afrenta, pues has hecho que el juicio fuera favorable para tus hermanas; porque los pecados que tú has cometido son más abominables que los de ellas. ¡Ellas son más justas que tú! Avergüénzate, pues, tú también y carga con tu afrenta; pues has hecho que tus hermanas parezcan justas.

53 “‘Sin embargo, yo las restauraré de su cautividad: la cautividad de Sodoma y de sus hijas, y la cautividad de Samaria y de sus hijas. Y entre ellas también te restauraré a ti de tu cautividad, 54 para que cargues con tu afrenta y te avergüences de todo lo que has hecho, sirviéndoles de consuelo. 55 Tus hermanas, Sodoma y sus hijas, volverán a su estado anterior; y Samaria y sus hijas volverán a su estado anterior. También tú y tus hijas volverán a su estado anterior. 56 ¿Acaso tu hermana Sodoma no fue un proverbio en tu boca en el día de tu soberbia, 57 antes que fuera descubierta tu propia maldad? Ahora tú has llegado a ser como ella[m], una vergüenza para las hijas de Edom[n] y todos los que la rodean, y para las hijas de los filisteos, quienes por todos lados te desprecian. 58 Cargarás con tu infamia y con tus abominaciones, dice el SEÑOR. 59 Porque así ha dicho el SEÑOR Dios[o]: Haré contigo como tú hiciste al menospreciar el juramento e invalidar mi pacto[p].

60 “‘Sin embargo, yo me acordaré de mi pacto que hice contigo en los días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto eterno. 61 Entonces te acordarás de tus caminos y te avergonzarás cuando recibas a tus hermanas mayores que tú, y a las menores que tú, las cuales te daré por hijas, pero no a causa del pacto hecho contigo. 62 Pues yo restableceré mi pacto contigo, y tú sabrás que yo soy el SEÑOR; 63 para que te acuerdes y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu afrenta cuando yo haga expiación por todo lo que has hecho’ ”, dice el SEÑOR Dios[q].

Parábola de las águilas, el cedro y la vid

17 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: “Oh hijo de hombre, propón un enigma y relata una parábola a la casa de Israel. Di que así ha dicho el SEÑOR Dios[r]: ‘Una gran águila de grandes alas, largos miembros y llena de un plumaje de diversos colores, vino al Líbano y tomó la copa del cedro. Arrancó la punta de su renuevo, lo llevó a una tierra de mercaderes, y lo puso en una ciudad de comerciantes. Tomó también de la semilla de la tierra, un brote, y lo puso en un campo fértil, junto a aguas abundantes, como se planta un sauce. Luego creció y se hizo una vid de muchas ramas, aunque de baja altura, para dirigir sus ramas hacia el águila, de modo que sus raíces estuvieran debajo de ella. Así llegó a ser una vid, y arrojó renuevos y extendió sus ramas.

“‘Pero surgió otra gran águila, de grandes alas y denso plumaje. Y he aquí que aquella vid dirigió hacia ella sus raíces y extendió a ella sus ramas desde el terreno donde estaba plantada, a fin de ser regada. En buen campo, junto a muchas aguas, estaba plantada para que echara ramaje y llevara fruto, a fin de que fuera una vid espléndida’.

“Di que así ha dicho el SEÑOR Dios[s]: ‘¿Será prosperada? ¿Acaso el águila no habrá de arrancar sus raíces y echará a perder su fruto, y se secará? Todos sus brotes tiernos se secarán. No será necesario un gran brazo ni mucha gente para arrancarla de sus raíces. 10 He aquí que está plantada; pero, ¿será prosperada? ¿No se secará del todo, cuando la toque el viento oriental? ¡Sobre el mismo terreno donde creció se secará!’ ”.

11 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 12 “Di a la casa rebelde: ‘¿No han entendido qué significan estas cosas?’. Di: ‘He aquí que el rey de Babilonia vino a Jerusalén, tomó a su rey[t] y a sus magistrados, y los llevó consigo a Babilonia. 13 También tomó a uno de la descendencia real[u] e hizo un convenio con él, poniéndolo bajo juramento. También se llevó a los poderosos del país, 14 para que el reino fuera abatido y no volviera a levantarse, para que guardara el convenio y lo mantuviera. 15 No obstante, se rebeló[v] contra él al enviar embajadores a Egipto para que le dieran caballos y mucha gente. ¿Será prosperado? ¿Escapará el que hace estas cosas? ¿Podrá romper el convenio y quedar ileso?

16 “‘¡Vivo yo, que morirá en medio de Babilonia, en el lugar donde habita el rey que lo hizo reinar, cuyo juramento menospreció y cuyo convenio con él rompió!, dice el SEÑOR Dios[w]. 17 Cuando construyan terraplenes y edifiquen muros de asedio para destruir muchas vidas, el faraón no lo socorrerá en la batalla, a pesar del gran ejército y de la numerosa multitud. 18 No escapará, pues menospreció el juramento para invalidar el convenio; porque he aquí que habiendo dado la mano, hizo todas estas cosas. 19 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[x], ¡vivo yo, que traeré sobre su cabeza mi juramento que menospreció y mi convenio que quebrantó! 20 Yo extenderé sobre él mi red, y será apresado en mi trampa. Lo haré traer a Babilonia, y allí entraré en juicio contra él por su rebelión contra mí. 21 Todos sus fugitivos y todas sus tropas caerán a espada, y los que queden serán esparcidos hacia todos los vientos. Y ustedes sabrán que yo, el SEÑOR, he hablado’.

22 “Así ha dicho el SEÑOR Dios[y]: ‘Pero yo mismo arrancaré un renuevo de la alta copa de aquel cedro, y lo plantaré. De los principales renuevos cortaré uno tierno y lo plantaré sobre un monte alto y erguido. 23 Lo plantaré en el monte más alto de Israel. Y echará ramas, llevará fruto y se convertirá en un cedro majestuoso. Debajo de él habitará toda clase de pájaros; a la sombra de sus ramas habitará toda clase de aves. 24 Y así sabrán todos los árboles del campo que yo, el SEÑOR, eché abajo el árbol elevado y elevé el árbol bajo; que hice que el árbol verde se secara y que el árbol seco floreciera. Yo, el SEÑOR, lo he dicho y lo haré’ ”.

Santiago 3

Poder y peligro de la lengua

Hermanos míos, no se hagan muchos maestros sabiendo que recibiremos juicio más riguroso porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, este es hombre cabal, capaz también de frenar al cuerpo entero. He aquí, ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan y dirigimos también su cuerpo entero. Consideren también los barcos: Aunque son tan grandes y son llevados por impetuosos vientos, son dirigidos con un timón muy pequeño a dondequiera según el antojo del que los conduce. Así también la lengua es un miembro pequeño pero se jacta de grandes cosas. ¡Miren cómo un fuego tan pequeño incendia un bosque tan grande! Y la lengua es un fuego; es un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros y es la que contamina el cuerpo entero. Prende fuego al curso de nuestra vida[a] y es inflamada por el infierno.

Pues fieras y aves, reptiles y criaturas marinas de toda clase pueden ser domadas, y han sido domadas, por el ser humano. Pero ningún hombre puede domar su lengua; porque es un mal incontrolable, lleno de veneno mortal. Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres que han sido creados a la semejanza de Dios. 10 De la misma boca salen bendición y maldición. No puede ser, hermanos míos, que estas cosas sean así. 11 ¿Será posible que de un manantial brote agua dulce y amarga por la misma abertura? 12 Hermanos míos, ¿puede la higuera producir olivas, o la vid higos? Tampoco de una fuente de agua salada brota agua dulce[b].

La sabiduría de lo alto

13 ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? ¡Que demuestre por su buena conducta sus obras en la mansedumbre de la sabiduría! 14 Pero si en su corazón ustedes tienen amargos celos y contiendas, no se jacten ni mientan contra la verdad. 15 Esta no es la sabiduría que desciende de lo alto sino que es terrenal, animal y diabólica. 16 Porque donde hay celos y contiendas, allí hay desorden y toda práctica perversa.

17 En cambio, la sabiduría que procede de lo alto es primeramente pura; luego es pacífica, tolerante, complaciente, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y no hipócrita. 18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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