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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Jeremías 46-47

Profecía acerca de Egipto

46 La palabra del SEÑOR que vino al profeta Jeremías acerca de las naciones. En cuanto a Egipto, contra el ejército del faraón Necao, rey de Egipto, el cual estaba en Carquemis, cerca del río Éufrates, y al cual derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: “Alisten escudo y defensa; acérquense a la batalla. Unjan los caballos y suban ustedes, oh jinetes. Preséntense con cascos, pulan las lanzas, vístanse de cota de malla. ¿Por qué los veo medrosos, volviéndose atrás? Sus valientes han sido deshechos; han huido buscando refugio, sin mirar atrás. ¡El terror está por todas partes!, dice el SEÑOR. No huya el veloz ni escape el valiente. En el norte tropezaron y cayeron, junto a la ribera del Éufrates.

“¿Quién es este que sube como el Nilo y cuyas aguas se agitan como ríos? Egipto, que se alza como el Nilo, y cuyas aguas se agitan como ríos, dijo: ‘Subiré, cubriré la tierra; destruiré las ciudades y sus habitantes’. Suban, caballos; corran, carros, como locos; salgan, valientes, los de Etiopía y los de Libia que toman escudo, y los de Lidia que toman y entesan el arco.

10 “Pero ese día será día de venganza para el SEÑOR Dios[a] de los Ejércitos, para vengarse de sus enemigos. La espada devorará y se saciará; se embriagará con la sangre de ellos. Porque el SEÑOR Dios[b] de los Ejércitos tendrá un sacrificio en la tierra del norte, junto al río Éufrates.

11 “Sube a Galaad y toma bálsamo, oh virgen hija de Egipto. En vano has multiplicado las medicinas; no hay curación para ti. 12 Las naciones oyeron de tu afrenta, y tu clamor llenó la tierra; porque el fuerte tropezó con el fuerte, y cayeron ambos al mismo tiempo”.

13 La palabra que habló el SEÑOR al profeta Jeremías, acerca de la venida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para herir la tierra de Egipto: 14 “Anunciad en Egipto y hacedlo saber en Migdol; hacedlo saber en Menfis y en Tafnes. Digan: ‘Preséntate y prepárate, porque la espada va a devorar tus fronteras’.

15 “¿Por qué ha huido Apis?[c]. Tu buey[d] no pudo mantenerse en pie, porque el SEÑOR lo derribó. 16 Hizo tropezar a muchos; sí, cada uno cayó sobre su compañero. Y dijeron: ‘Levántate, y volvamos a nuestro pueblo; volvamos a la tierra de nuestro nacimiento, por causa de la espada opresora’. 17 Allí gritaron: ‘¡El faraón, rey de Egipto, es solo ruido! ¡Dejó pasar la oportunidad!’.

18 “Vivo yo, dice el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR de los Ejércitos, que como el Tabor entre los montes y como el Carmelo junto al mar, así vendrá. 19 Prepara tu equipaje para la cautividad, oh moradora hija de Egipto, porque Menfis será convertida en ruinas; será devastada hasta no quedar habitantes. 20 Una vaquilla hermosísima es Egipto, pero del norte ciertamente vendrá el moscardón. 21 También sus mercenarios, en medio de ella, son como terneros engordados. También ellos se volverán y a una huirán, sin detenerse. Porque sobre ellos ha venido el día de su calamidad, el tiempo de su castigo. 22 Su sonido es como el de una serpiente que se va. Ciertamente avanzan con un ejército; vienen a ella con hachas, como leñadores. 23 Cortarán su bosque, dice el SEÑOR, aunque sea impenetrable; porque son más que las langostas; son innumerables. 24 La hija de Egipto es avergonzada; es entregada en manos del pueblo del norte”. 25 El SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel, ha dicho: “He aquí que yo castigo a Amón en Tebas; al faraón, a Egipto, a sus dioses y a sus reyes; al faraón y a los que en él confían. 26 Y los entregaré en mano de los que buscan sus vidas; en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de sus servidores. Pero después Egipto será habitada como en los días pasados, dice el SEÑOR.

27 “Pero tú no temas, oh siervo mío Jacob, ni desmayes, oh Israel. Porque he aquí, yo soy el que te salva desde lejos; y a tu descendencia, de la tierra de su cautividad. Jacob volverá y estará tranquilo; estará confiado, y no habrá quien lo atemorice.

28 “Tú no temas, oh siervo mío Jacob, porque yo estoy contigo, dice el SEÑOR. Ciertamente haré exterminio en todas las naciones a las cuales te he expulsado; pero en ti no haré exterminio, sino que te castigaré con justicia. De ninguna manera te daré por inocente”.

Profecía acerca de Filistea

47 La palabra del SEÑOR que vino al profeta Jeremías acerca de los filisteos, antes que el faraón destruyera Gaza.

Así ha dicho el SEÑOR: “He aquí, avanzan aguas del norte, se convierten en torrente e inundan la tierra y su plenitud, la ciudad y sus habitantes. Entonces los hombres gritan, y gime todo habitante de la tierra, por el estruendo del galope de los cascos de sus corceles, por el retumbo de sus carros y por el chirrido de sus ruedas. Por la debilidad de sus manos, los padres no se vuelven a mirar a sus hijos, a causa del día que viene para destruir a todos los filisteos; para exterminar a Tiro, a Sidón y a todo aliado que haya quedado con vida. Porque el SEÑOR destruirá a los filisteos, a los sobrevivientes de la isla de Caftor. Sobre Gaza ha venido rapadura de cabeza; Ascalón ha sido silenciada. Oh sobrevivientes de los gigantes[e], ¿hasta cuándo se sajarán? Oh espada del SEÑOR ¿hasta cuándo no te aquietarás? Vuélvete a tu vaina, reposa y sosiégate. ¿Cómo se aquietará?[f], pues el SEÑOR le ha dado órdenes para ir a Ascalón y a la costa del mar; la ha designado para ir allí”.

Hebreos 6

Por tanto, dejando las doctrinas elementales de Cristo, sigamos adelante hasta la madurez sin poner de nuevo el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos si es que Dios lo permite. Porque es imposible que los que fueron una vez iluminados —que gustaron del don celestial, que llegaron a ser participantes del Espíritu Santo, que también probaron la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero— y después recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento puesto que crucifican de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y lo exponen a vituperio. Porque la tierra, que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella y produce hierba para el provecho de aquellos que la cultivan, recibe la bendición de Dios. Pero la que produce espinos y abrojos es desechada, está cercana a la maldición y su fin es ser quemada.

Pero aunque hablamos así, oh amados, en cuanto a ustedes estamos persuadidos de cosas mejores que pertenecen a la salvación. 10 Porque Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que han demostrado por su nombre, porque han atendido a los santos y lo siguen haciendo. 11 Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma diligencia para ir logrando plena certidumbre de la esperanza hasta el final, 12 a fin de que no sean perezosos sino imitadores de los que, por la fe y la paciencia, heredan las promesas.

Firme esperanza en la promesa divina

13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, puesto que no podía jurar por otro mayor juró por sí mismo[a] 14 diciendo:

De cierto te bendeciré con bendición

y te multiplicaré en gran manera[b].

15 Y así Abraham, esperando con suma paciencia, alcanzó la promesa.

16 Porque los hombres juran por el que es mayor que ellos, y para ellos el juramento para confirmación pone fin a todas las controversias. 17 Por esto Dios, queriendo demostrar de modo convincente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, la garantizó con juramento 18 para que, por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo estímulo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta por delante. 19 Tenemos la esperanza como ancla de la vida, segura y firme, y que penetra aun dentro del velo 20 donde entró Jesús por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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