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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Salmos 60-62

Súplica en medio de la derrota

60 Al músico principal. Sobre “La Rosa del Testimonio”[a]. Mictam[b] de David, para ser enseñado. Compuesto cuando provocó la confrontación con Siria mesopotámica y Siria de Soba, y Joab volvió y derrotó a doce mil de Edom en el valle de la Sal.

Oh Dios, tú nos has desechado; has roto nuestras defensas.
Te has airado. ¡Vuelve a nosotros!
Hiciste temblar la tierra; la has agrietado.
Restaura sus fallas porque
se desmorona.
Has hecho ver duras cosas
a tu pueblo;
nos has hecho beber vino
de aturdimiento.
Has dado bandera a los que te temen para que alcancen seguridad
ante el arco. Selah[c]
Salva con tu diestra y respóndenos,
de modo que sean librados
tus amados.
Dios ha hablado en su santuario: “¡Cómo me regocijo!
Repartiré Siquem
y mediré el valle de Sucot.
Mío es Galaad y mío es Manasés. Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi cetro.
Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mis sandalias,
y sobre Filistea lanzaré mi grito
de victoria”.
¿Quién me guiará a la ciudad fortificada? ¿Quién me conducirá hasta Edom?
10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado
y que ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos?
11 Danos socorro ante el enemigo
pues vana es la liberación que da
el hombre.
12 Con Dios haremos proezas,
y él aplastará a nuestros enemigos.

Anhelo de la protección de Dios

61 Al músico principal. Con Neguinot[d]. Salmo de David.

Escucha, oh Dios, mi clamor; atiende a mi oración.
Desde el extremo de la tierra
clamaré a ti cuando mi corazón desmaye.
Llévame a la roca que es más alta que yo
porque tú me has sido refugio
y torre fortificada delante
del enemigo.
Que yo habite en tu tabernáculo para siempre y me refugie al amparo de tus alas. Selah[e]
Pues tú, oh Dios, has oído mis votos; has dado heredad a los que temen
tu nombre.
Días sobre días añadirás al rey; sus años serán como generación tras generación.
Estará para siempre delante de Dios; designa la misericordia y la verdad para que lo guarden.
Entonces cantaré salmos a tu nombre para siempre,
para pagar mis votos día tras día.

Dios, el único refugio

62 Al músico principal. A Jedutún. Salmo de David.

Solo en Dios reposa mi alma;
de él proviene mi salvación.
Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi refugio;
no seré grandemente movido.
¿Hasta cuándo se ensañarán contra
un hombre?
¿Lo destrozarán todos ustedes como
a una pared inclinada o una cerca derribada?
Solamente consultan cómo derribarlo de su eminencia.
Se complacen con la mentira.
Con su boca bendicen
pero en su interior maldicen. Selah[f]
Oh alma mía, reposa solo en Dios porque de él es mi esperanza.
Solo él es mi roca y mi salvación;
es mi alto refugio; no seré movido.
Dios es mi salvación y mi gloria;
en Dios está la roca de mi fortaleza y mi refugio.
Oh pueblos, esperen en él en todo tiempo;
derramen delante de él su corazón porque Dios es nuestro refugio. Selah[g]
Por cierto, vanidad son los hombres comunes;
mentira son los hombres notables.
Si se los pesa a todos juntos en balanza serán menos que un soplo.
10 No confíen en la opresión
ni se envanezcan con la rapiña. Aunque se incremente la riqueza
no pongan en ella el corazón.
11 Una vez habló Dios;
dos veces he oído esto:
que en Dios hay fortaleza.
12 También en ti, oh Señor,
hay misericordia;
pues tú pagas a cada uno según su obra.

Romanos 5

Paz para con Dios

Justificados, pues, por la fe tenemos[a] paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido acceso por la fe[b] a esta gracia en la cual estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia, y la perseverancia produce carácter probado, y el carácter probado produce esperanza. Y la esperanza no acarrea vergüenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado; porque, aún siendo nosotros débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. Difícilmente muere alguno por un justo. Con todo, podría ser que alguno osara morir por el bueno. Pero Dios demuestra su amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Luego, siendo ya justificados por su sangre, cuánto más por medio de él seremos salvos de la ira. 10 Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, cuánto más, ya reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no solo esto, sino que nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, mediante quien hemos recibido ahora la reconciliación.

Adán y Cristo

12 Por esta razón, así como el pecado entró en el mundo por medio de un solo hombre, y la muerte por medio del pecado, así también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 13 Antes de la ley, el pecado estaba en el mundo pero, como no había ley, el pecado no era tenido en cuenta. 14 No obstante, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no pecaron con una ofensa semejante a la de Adán, quien es figura del que había de venir.

15 Pero el don no es como la ofensa. Porque si por la ofensa de aquel uno murieron muchos, cuánto más abundaron para muchos la gracia de Dios y la dádiva por la gracia de un solo hombre: Jesucristo. 16 Ni tampoco es la dádiva como el pecado de aquel uno porque el juicio, a la verdad, surgió de una sola ofensa para condenación, pero la gracia surgió de muchas ofensas para justificación. 17 Porque si por la ofensa de uno reinó la muerte por aquel uno, cuánto más reinarán en vida los que reciben la abundancia de su gracia y la dádiva de la justicia mediante aquel uno: Jesucristo. 18 Así que, como la ofensa de uno alcanzó a todos los hombres para la condenación, así también la justicia realizada por uno alcanzó a todos los hombres para la justificación de vida. 19 Porque como por la desobediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también, por la obediencia de uno muchos serán constituidos justos. 20 La ley entró para agrandar la ofensa, pero en cuanto se agrandó el pecado sobreabundó la gracia 21 para que, así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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