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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
1 Crónicas 16-18

16 Así trajeron el arca de Dios y la colocaron en medio de la tienda que David había erigido para ella. Luego ofrecieron holocaustos y sacrificios de paz delante de Dios.

Cuando David acabó de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR. Entonces repartió a todos los de Israel, tanto a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, una de dátiles[a] y una de pasas.

También puso delante del arca del SEÑOR a servidores de entre los levitas para que invocaran, dieran gracias y alabaran al SEÑOR Dios de Israel: Asaf era el jefe; el segundo después de él era Zacarías; y luego Jeiel, Semiramot, Yejiel, Matatías, Eliab, Benaías, Obed-edom y Jeiel, con instrumentos, arpas y liras. Asaf tocaba los címbalos resonantes. También los sacerdotes Benaías y Yajaziel tocaban continuamente las trompetas delante del arca del pacto de Dios.

Aquel mismo día, por primera vez, David ordenó cantar este salmo de acción de gracias al SEÑOR, por medio de Asaf y sus hermanos:

Salmo de acción de gracias

¡Den gracias al SEÑOR!

¡Invoquen su nombre!

Den a conocer entre los pueblos sus hazañas.

Cántenle, cántenle salmos;

hablen de todas sus maravillas.

10 Gloríense en su santo nombre;

alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR.

11 Busquen al SEÑOR y su poder;

busquen continuamente su rostro.

12 Acuérdense de las maravillas que

ha hecho,

de sus prodigios y de los juicios de

su boca,

13 oh ustedes, descendientes de Israel[b],

su siervo;

hijos de Jacob, sus escogidos.

14 Él es el SEÑOR, nuestro Dios;

en toda la tierra están sus juicios.

15 Acuérdense[c] para siempre de su pacto

—de la palabra que mandó para mil generaciones—,

16 el cual hizo con Abraham,

y de su juramento a Isaac.

17 Él lo confirmó a Jacob por estatuto,

como pacto sempiterno a Israel,

18 diciendo: “A ti daré la tierra de Canaán, como la porción que poseerán”.

19 Cuando eran[d] pocos en número,

muy pocos y forasteros en ella;

20 cuando andaban de nación en nación

y de un reino a otro pueblo,

21 no permitió que nadie los oprimiera;

más bien, por causa de ellos castigó

a reyes.

22 Dijo: “¡No toquen a mis ungidos

ni hagan mal a mis profetas!”.

23 ¡Canten al SEÑOR, toda la tierra!

Anuncien de día en día su salvación.

24 Cuenten entre las naciones su gloria, entre todos los pueblos sus maravillas;

25 porque grande es el SEÑOR

y digno de suprema alabanza.

Él es temible sobre todos los dioses;

26 porque todos los dioses de los pueblos son ídolos,

pero el SEÑOR hizo los cielos.

27 Gloria y esplendor hay delante de él; poder y alegría hay en su morada.

28 Den al SEÑOR, oh familias de pueblos, den al SEÑOR la gloria y el poder.

29 Den al SEÑOR la gloria debida a

su nombre;

traigan ofrendas y vengan ante su presencia;

adoren al SEÑOR en la hermosura de la santidad,

30 tiemble ante su presencia toda la tierra. Ciertamente ha afirmado el mundo,

y no será movido.

31 ¡Alégrense los cielos, y gócese la tierra! Que digan entre las naciones:

“¡El SEÑOR reina!”.

32 ¡Ruja el mar y su plenitud!

¡Regocíjese el campo

y todo lo que hay en él!

33 Entonces cantarán con júbilo

los árboles del bosque

delante del SEÑOR,

porque él viene para juzgar la tierra.

34 ¡Alaben al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su

misericordia!

35 Y digan: “¡Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación!

Reúnenos y líbranos de las naciones, para que confesemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas”.

36 ¡Bendito sea el SEÑOR

Dios de Israel,

desde la eternidad hasta la eternidad!

Y todo el pueblo dijo: “¡ Amén!”. Y alabó al SEÑOR.

Los que servían en el tabernáculo

37 David dejó allí, delante del arca del pacto del SEÑOR, a Asaf y a sus hermanos, para que sirvieran continuamente delante del arca, e hicieran cada cosa en su día; 38 también a Obed-edom y a sus sesenta y ocho hermanos. Y puso como porteros a Obed-edom hijo de Jedutún y a Hosa.

39 Asimismo, puso al sacerdote Sadoc y a sus hermanos los sacerdotes delante del tabernáculo del SEÑOR que estaba en el lugar alto de Gabaón, 40 para que ofrecieran holocaustos al SEÑOR continuamente en el altar del holocausto, al amanecer y al atardecer, conforme a todo lo que está escrito en la ley del SEÑOR que él mandó a Israel. 41 Con ellos estaban Hemán, Jedutún y otros escogidos que fueron designados por nombre, para alabar al SEÑOR, porque para siempre es su misericordia. 42 Con ellos estaban Hemán y Jedutún con trompetas, címbalos resonantes y otros instrumentos para el canto de Dios. Y los hijos de Jedutún fueron designados para la puerta.

43 Después todo el pueblo se fue, cada uno a su casa, y David se volvió para bendecir su casa.

Dios promete a David una casa estable

17 Aconteció que cuando David ya habitaba en su casa, David dijo al profeta Natán:

—He aquí, yo habito en una casa de cedro, mientras que el arca del pacto del SEÑOR está bajo una tienda.

Y Natán dijo a David:

—Haz todo lo que hay en tu corazón, porque Dios está contigo.

Pero aconteció que aquella noche vino la palabra de Dios a Natán, diciendo: “Ve y di a mi siervo David que así ha dicho el SEÑOR: ‘No serás tú el que me edifique una casa en la que yo habite’. Ciertamente no he habitado en una casa desde el día en que hice subir a Israel, hasta el día de hoy. Más bien, he estado de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo[e]. Dondequiera que he peregrinado con todo Israel, ¿acaso he dicho una palabra a alguno de los jueces de Israel, al que comisioné para apacentar a mi pueblo, preguntando: ‘¿Por qué no me han edificado una casa de cedro?’.

“Ahora pues, dirás a mi siervo David que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: ‘Yo te tomé del prado, de detrás del rebaño, para que fueras el soberano de mi pueblo Israel. He estado contigo por dondequiera que has andado. He eliminado a todos tus enemigos de tu presencia, y haré que tu nombre sea como el nombre de los grandes de la tierra. Asimismo, dispondré un lugar para mi pueblo Israel, y lo plantaré para que habite en su lugar sin que sea molestado más ni los inicuos vuelvan a consumirlo como al comienzo, 10 desde los días en que constituí jueces sobre mi pueblo Israel. Y yo doblegaré a todos tus enemigos.

“‘Además, te declaro que el SEÑOR te edificará casa a ti. 11 Sucederá que cuando se cumplan tus días para que vayas a estar con tus padres, yo levantaré después de ti a un descendiente tuyo, que será uno de tus hijos, y afirmaré su reino. 12 Él me edificará una casa, y yo estableceré su trono para siempre. 13 Yo seré para él, padre; y él será para mí, hijo. Y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que te antecedió. 14 Lo estableceré en mi casa y en mi reino para siempre, y su trono será estable para siempre”.

15 Natán habló a David conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión.

David alaba a Dios por su promesa

16 Entonces entró el rey David, se sentó delante del SEÑOR y dijo: “Oh SEÑOR Dios, ¿quién soy yo, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí? 17 Y esto te ha parecido poco, oh Dios, pues has hablado del futuro de la casa de tu siervo, y me has mirado a mí como a uno de los hombres más excelsos, oh SEÑOR Dios. 18 ¿Qué más puede añadir David ante ti, por haber honrado a tu siervo? Pues tú conoces a tu siervo, 19 oh SEÑOR. A favor de tu siervo y conforme a tu corazón, has realizado toda esta gran cosa para dar a conocer todas estas grandezas. 20 Oh SEÑOR, no hay nadie como tú ni hay Dios aparte de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.

21 “¿Y qué otra[f] nación hay en la tierra como tu pueblo Israel, al cual Dios fue para rescatarlo como pueblo para sí, a fin de darte renombre mediante hechos grandes y temibles, al expulsar las naciones ante tu pueblo que rescataste de Egipto? 22 Has puesto a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre; y tú, oh SEÑOR, has venido a ser su Dios.

23 “Ahora pues, oh SEÑOR, sea firme para siempre la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, y haz tal como has dicho. 24 Sea firme y engrandecido tu nombre para siempre, a fin de que se diga: ‘El SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel, es Dios de Israel’. Que la casa de tu siervo David sea estable delante de ti; 25 porque tú, oh Dios mío, has revelado al oído de tu siervo que le has de edificar casa. Por esto, tu siervo ha hallado valor para orar en tu presencia. 26 Ahora pues, oh SEÑOR, tú eres Dios, y has prometido este bien a tu siervo. 27 Y ahora, ten a bien bendecir a la casa de tu siervo, a fin de que permanezca para siempre delante de ti. Porque tú, oh SEÑOR, la has bendecido, y será bendita para siempre”.

Victorias militares de David

18 Aconteció después de esto que David derrotó a los filisteos y los sometió. Entonces tomó Gat y sus aldeas de mano de los filisteos.

También derrotó a los moabitas, y los moabitas fueron hechos siervos de David y le llevaban tributo.

También derrotó David a Hadad-ezer, rey de Soba, en Hamat, cuando este iba a establecer su dominio hasta el río Éufrates. David le capturó mil carros, siete mil hombres de a caballo y veinte mil hombres de infantería. Y David dejó cojos todos los caballos de los carros, pero dejó de ellos los de cien carros. Los sirios de Damasco fueron para ayudar a Hadad-ezer, rey de Soba; y David hirió a veintidós mil hombres de los sirios. Después David instaló puestos militares[g] entre los sirios de Damasco. Así llegaron los sirios a ser siervos de David y le llevaban tributo.

Y el SEÑOR daba la victoria a David por dondequiera que iba.

David tomó los escudos de oro que llevaban los servidores de Hadad-ezer y los trajo a Jerusalén. Asimismo, David tomó gran cantidad de bronce de Tibjat y de Cun, ciudades de Hadad-ezer, con que Salomón hizo la fuente de bronce, las columnas y los utensilios de bronce.

Cuando Tou, rey de Hamat, oyó que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer, rey de Soba, 10 envió a su hijo Adoram al rey David para saludarlo y felicitarlo por haber combatido contra Hadad-ezer y por haberlo derrotado, porque Tou estaba en guerra con Hadad-ezer. Le envió toda clase de objetos de oro, de plata y de bronce, 11 que el rey David también consagró al SEÑOR, junto con la plata y el oro que había tomado de todas las naciones: de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec.

12 También Abisai, hijo de Sarvia, derrotó a dieciocho mil hombres de Edom en el valle de la Sal. 13 Él instaló puestos militares en Edom, y todos los edomitas llegaron a ser siervos de David.

Y el SEÑOR daba la victoria a David por dondequiera que iba.

Oficiales de David

14 David reinaba sobre todo Israel y practicaba el derecho y la justicia con todo su pueblo. 15 Joab, hijo de Sarvia, estaba al mando del ejército. Josafat hijo de Ajilud era el cronista. 16 Sadoc hijo de Ajitob y Abimelec hijo de Abiatar eran los sacerdotes; Savsa era el escriba; 17 Benaías hijo de Joyada estaba al mando de los quereteos y de los peleteos. Y los hijos de David eran los primeros al lado del rey.

El rey de Amón afrenta a David

Juan 7:28-53

28 Entonces Jesús alzó la voz en el templo, enseñando y diciendo:

—A mí me conocen y saben de dónde soy. Y yo no he venido por mí mismo; más bien, el que me envió, a quien ustedes no conocen, es verdadero. 29 Yo lo conozco, porque de él provengo y él me envió.

30 Entonces procuraban prenderle, pero nadie puso su mano sobre él porque todavía no había llegado su hora. 31 Muchos del pueblo creyeron en él y decían: “Cuando venga el Cristo, ¿hará más señales que las que hizo este?”.

32 Los fariseos oyeron que la multitud murmuraba estas cosas acerca de él, y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias para tomarlo preso. 33 Entonces dijo Jesús:

—Todavía estaré con ustedes un poco de tiempo; luego iré al que me envió. 34 Me buscarán y no me hallarán, y a donde yo estaré ustedes no podrán ir.

35 Entonces los judíos se decían entre sí:

—¿A dónde se ha de ir este, que nosotros no lo hallemos? ¿Acaso ha de ir a la dispersión entre los griegos para enseñar a los griegos? 36 ¿Qué significa este dicho que dijo: “Me buscarán y no me hallarán, y no podrán ir a donde yo estaré”?

37 Pero en el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso de pie y alzó la voz diciendo:

—Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior.

39 Esto dijo acerca del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él, pues todavía no había sido dado el Espíritu[a] porque Jesús aún no había sido glorificado.

40 Entonces, cuando algunos de la multitud oyeron estas palabras, decían: “¡Verdaderamente, este es el profeta!”[b]. 41 Otros decían: “Este es el Cristo”. Pero otros decían: “¿De Galilea habrá de venir el Cristo? 42 ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de la aldea de Belén, de donde era David[c]?”. 43 Así que había disensión entre la gente por causa de él. 44 Algunos de ellos querían tomarlo preso, pero ninguno le echó mano.

Las autoridades se oponen a Jesús

45 Luego los guardias regresaron a los principales sacerdotes y a los fariseos, y estos les dijeron:

—¿Por qué no lo trajeron?

46 Los guardias respondieron:

—¡Nunca habló hombre alguno así!

47 Entonces los fariseos les respondieron:

—¿Será posible que ustedes también hayan sido engañados? 48 ¿Habrá creído en él alguno de los principales o de los fariseos? 49 Pero esta gente que no conoce la ley es maldita.

50 Nicodemo, el que fue a Jesús al principio y que era uno de ellos, les dijo:

51 —¿Juzga nuestra ley a un hombre si primero no se le oye y se entiende qué hace?

52 Le respondieron y dijeron:

—¿Eres tú también de Galilea? Escudriña y ve que de Galilea no se levanta ningún profeta.

La mujer sorprendida en adulterio

53 [d][Y se fue cada uno a su casa.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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