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Old/New Testament

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Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
1 Reyes 14-15

14 En aquel tiempo Abías hijo de Jeroboam cayó enfermo, y Jeroboam dijo a su mujer:

—Por favor, levántate, disfrázate para que no reconozcan que eres la mujer de Jeroboam, y ve a Silo. He aquí que allá está el profeta Ajías, quien me dijo que yo iba a ser rey sobre este pueblo. Toma contigo diez panes, galletas y un frasco de miel, y ve a él; él te dirá lo que ha de suceder al niño.

La mujer de Jeroboam lo hizo así. Se levantó, fue a Silo y llegó a la casa de Ajías. Ajías ya no podía ver, pues su vista se le había oscurecido a causa de su vejez. Pero el SEÑOR había dicho a Ajías:

—He aquí que la mujer de Jeroboam viene a consultarte acerca de su hijo que está enfermo. Así y así le has de responder, pues cuando ella venga fingirá ser una desconocida.

Y sucedió que cuando Ajías oyó el ruido de sus pasos, al entrar ella por la puerta, dijo:

—Entra, mujer de Jeroboam. ¿Por qué finges ser una desconocida? Yo he sido enviado con malas noticias para ti. Ve y di a Jeroboam que así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: “Pues bien, yo te levanté de en medio del pueblo y te hice el soberano de mi pueblo Israel; arranqué el reino de la casa de David y te lo entregué a ti. Pero tú no has sido como mi siervo David, que guardó mis mandamientos y caminó en pos de mí con todo su corazón, haciendo solo lo recto ante mis ojos. Al contrario, has hecho lo malo, más que todos los que te han precedido, porque fuiste, y para provocarme a ira te hiciste otros dioses e imágenes de fundición; y a mí me diste la espalda. 10 Por tanto, he aquí que yo traeré el mal sobre la casa de Jeroboam; eliminaré en Israel a todo varón de Jeroboam, tanto al esclavo como al libre. Barreré por completo la casa de Jeroboam, como se barre el estiércol, hasta que no quede nada. 11 Al que de Jeroboam muera en la ciudad, se lo comerán los perros; y al que muera en el campo, se lo comerán las aves del cielo; porque el SEÑOR lo ha dicho”.

12 »En cuanto a ti, levántate y vete a tu casa. Cuando tus pies entren en la ciudad, el niño morirá. 13 Todo Israel hará duelo por él y lo sepultará; pues este es el único de los de Jeroboam que será sepultado, porque de la casa de Jeroboam solo en él se ha hallado algo bueno delante del SEÑOR Dios de Israel. 14 Pero el SEÑOR levantará para sí un rey en Israel, el cual eliminará la casa de Jeroboam en este día y ahora mismo[a]. 15 Y el SEÑOR golpeará a Israel, como cuando la caña se agita en las aguas. Arrancará a Israel de esta buena tierra que dio a sus padres, y los esparcirá hacia el otro lado del Río, porque han hecho sus árboles rituales de Asera y han provocado a ira al SEÑOR. 16 Entregará a Israel a causa de los pecados de Jeroboam, quien pecó e hizo pecar a Israel.

17 Entonces la mujer de Jeroboam se levantó, se fue y llegó a Tirsa. Cuando ella entró por el umbral de la casa, el niño murió. 18 Lo sepultaron, y todo Israel hizo duelo por él, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de su siervo, el profeta Ajías.

19 Los demás hechos de Jeroboam, las guerras que hizo y cómo reinó, he aquí que están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. 20 El tiempo que reinó Jeroboam fue de veintidós años, y reposó con sus padres. Y su hijo Nadab reinó en su lugar.

Roboam y la invasión de Sisac

21 Roboam hijo de Salomón reinó en Judá. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el SEÑOR había elegido de entre todas las tribus de Israel para poner allí su nombre. El nombre de su madre era Naama la amonita.

22 Judá hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR; y con los pecados que cometieron, lo provocaron a celos más que todo lo que habían hecho sus padres. 23 También se edificaron lugares altos, piedras rituales y árboles de Asera, en toda colina alta y debajo de todo árbol frondoso. 24 También había en el país varones consagrados a la prostitución ritual, e hicieron conforme a todas las prácticas abominables de las naciones que el SEÑOR había echado de delante de los hijos de Israel.

25 Y sucedió que en el quinto año del rey Roboam subió Sisac, rey de Egipto, contra Jerusalén 26 y tomó los tesoros de la casa del SEÑOR y los tesoros de la casa del rey; todo lo tomó. También tomó todos los escudos de oro que había hecho Salomón. 27 En lugar de ellos, el rey Roboam hizo escudos de bronce y los entregó a la custodia de los jefes de la escolta, que guardaban la entrada de la casa del rey. 28 Y sucedía que cuantas veces el rey entraba en la casa del SEÑOR, los de la escolta los llevaban, y después los volvían a poner en la cámara de los de la escolta.

29 Los demás hechos de Roboam y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 30 Hubo guerra constante entre Roboam y Jeroboam. 31 Roboam reposó con sus padres y fue sepultado con sus padres en la Ciudad de David. El nombre de su madre era Naama la amonita. Y su hijo Abías[b] reinó en su lugar.

Abías, rey de Judá

15 En el año dieciocho del rey Jeroboam hijo de Nabat, comenzó a reinar Abíasa sobre Judá, y reinó tres años en Jerusalén. El nombre de su madre era Maaca hija de Absalónb.

Él anduvo en todos los pecados que había cometido su padre antes de él. Su corazón no fue íntegro con el SEÑOR su Dios, como el corazón de su padre David. No obstante, por amor a David, el SEÑOR su Dios le dio una lámpara en Jerusalén, levantando a un hijo suyo después de él y manteniendo en pie a Jerusalén. Porque David había hecho lo recto ante los ojos del SEÑOR y no se había apartado en todos los días de su vida de nada de lo que le había mandado, excepto en el asunto de Urías el heteo. Hubo guerra entre Abías[c] y Jeroboam todos los días de su vida.

Los demás hechos de Abías[d] y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Había guerra entre Abías y Jeroboam. Abías[e] reposó con sus padres, y lo sepultaron en la Ciudad de David. Y su hijo Asa reinó en su lugar.

Asa, rey de Judá

En el año veinte de Jeroboam rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá; 10 y reinó cuarenta y un años en Jerusalén. El nombre de su madre era Maaca hija de Absalón[f].

11 Asa hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, como su padre David. 12 Barrió del país a los varones consagrados a la prostitución ritual y quitó todos los ídolos que habían hecho sus padres.

13 También depuso a su madre Maaca de ser reina madre, porque ella había hecho una monstruosa imagen de Asera. Asa destruyó la monstruosa imagen y la quemó junto al arroyo de Quedrón. 14 Aunque no quitó los lugares altos, sin embargo, el corazón de Asa fue íntegro para con el SEÑOR, todos sus días. 15 Él introdujo en la casa del SEÑOR lo que había consagrado su padre, y lo que él mismo había consagrado: plata, oro y utensilios.

16 Había guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todo el tiempo de ambos. 17 Baasa, rey de Israel, subió contra Judá y estaba reedificando Ramá para no dejar que ninguno tuviera acceso a Asa, rey de Judá. 18 Entonces Asa tomó toda la plata y el oro que habían quedado en los tesoros de la casa del SEÑOR y en los tesoros de la casa del rey, y los entregó en mano de sus servidores. Luego el rey Asa los envió a Ben-hadad hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Siria, que habitaba en Damasco, diciendo: 19 “Haya alianza entre tú y yo, como la había entre mi padre y tu padre. He aquí, yo te envío un obsequio de plata y oro; ve y anula tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí”.

20 Ben-hadad consintió con el rey Asa. Envió contra las ciudades de Israel a los jefes de sus ejércitos, y atacó Ijón, Dan, Abel-bet-maaca y toda la región del mar Quinéret, con toda la tierra de Neftalí.

21 Sucedió que cuando Baasa oyó esto, dejó de reedificar Ramá y habitó en Tirsa. 22 Entonces el rey Asa convocó a todo Judá, sin exceptuar a nadie, y se llevaron las piedras y la madera de Ramá, con que Baasa edificaba. Y con ellas el rey Asa reedificó Geba de Benjamín y Mizpa.

23 Todos los demás hechos de Asa, todo su poderío, todas las cosas que hizo y las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Solo que en el tiempo de su vejez se enfermó de los pies. 24 Asa reposó con sus padres y fue sepultado con ellos en la Ciudad de David, su padre. Y su hijo Josafat reinó en su lugar.

Nadab, rey de Israel

25 Nadab hijo de Jeroboam comenzó a reinar sobre Israel en el segundo año de Asa, rey de Judá, y reinó sobre Israel dos años.

26 Él hizo lo malo ante los ojos del SE—OR, andando en el camino de su padre y en sus pecados con los que hizo pecar a Israel.

27 Baasa hijo de Ajías, de la tribu de Isacar, conspiró contra él. Baasa lo derrotó en Gibetón, que pertenecía a los filisteos, pues Nadab y todo Israel tenían sitiada Gibetón. 28 Baasa lo mató en el tercer año de Asa, rey de Judá, y reinó en su lugar.

29 Sucedió que cuando Baasa llegó a ser rey, mató a todos los de la casa de Jeroboam; no dejó con vida a ninguno de los de Jeroboam, hasta destruirlos, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de su siervo Ajías de Silo, 30 a causa de los pecados de Jeroboam, quien pecó e hizo pecar a Israel, y por la provocación con que provocó a ira al SEÑOR Dios de Israel.

31 Los demás hechos de Nadab, y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 32 Había guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todo el tiempo de ambos.

Baasa, rey de Israel

33 En el tercer año de Asa, rey de Judá, comenzó a reinar Baasa hijo de Ajías sobre todo Israel en Tirsa, y reinó veinticuatro años.

34 Él hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR y anduvo en el camino de Jeroboam y en sus pecados con los que hizo pecar a Israel.

Lucas 22:31-46

Jesús predice la negación de Pedro

31 »Simón, Simón, he aquí Satanás me ha pedido para zarandearte como a trigo. 32 Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falle. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.

33 Él le dijo:

—Señor, estoy listo para ir contigo aun a la cárcel y a la muerte.

34 Pero él dijo:

—Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes de que tú hayas negado tres veces que me conoces.

La hora del conflicto espiritual

35 Y les dijo a ellos:

—Cuando los envié sin bolsa, sin alforja y sin calzado, ¿les faltó algo?

Ellos dijeron:

—Nada.

36 Entonces les dijo:

—Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela; y también la alforja. Y el que no tiene espada, venda su manto y compre una.

37 Porque les digo que es necesario que se cumpla en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los malhechores[a]. Porque lo que está escrito de mí tiene cumplimiento.

38 Entonces ellos dijeron:

—Señor, he aquí dos espadas.

Y él dijo:

—Basta.

Angustia de Jesús en Getsemaní

39 Después de salir, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también lo siguieron. 40 Cuando llegó al lugar, les dijo:

—Oren que no entren en tentación.

41 Y él se apartó de ellos a una distancia considerable[b] y, puesto de rodillas, oraba 42 diciendo:

—Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad sino la tuya.

43 [Entonces le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 44 Y angustiado, oraba con mayor intensidad, de modo que su sudor era como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra][c].

45 Cuando se levantó de orar y volvió a sus discípulos, los halló dormidos por causa de la tristeza. 46 Y les dijo:

—¿Por qué duermen? Levántense y oren para que no entren en tentación.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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